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Los pilares de su vida y su literatura son la identidad canadiense y la condición femenina

La escritora canadiense Margaret Atwood, Premio Príncipe de Asturias de las Letras

Fuentes: El Mundo/Agencias

La canadiense Margaret Atwood (Ottawa, 1939) ha sido reconocida con el Príncipe de Asturias de las Letras 2008. Poeta, novelista, crítica literaria, profesora y activista de los derechos humanos, ganó el Booker, uno de los galardones más prestigiosos del Reino Unido, en el 2000. La candidatura de Atwood llegó a las últimas rondas de votaciones […]

La canadiense Margaret Atwood (Ottawa, 1939) ha sido reconocida con el Príncipe de Asturias de las Letras 2008. Poeta, novelista, crítica literaria, profesora y activista de los derechos humanos, ganó el Booker, uno de los galardones más prestigiosos del Reino Unido, en el 2000.

La candidatura de Atwood llegó a las últimas rondas de votaciones del jurado junto a las del autor español Juan Goytisolo, el británico Ian McEwan y el albanés Ismail Kadaré. El premio está dotado con 50.000 euros y una escultura de Joan Miró.

El acta del jurado, a la que ha dado lectura su presidente, Víctor García de la Concha, director de la Real Academia Española (RAE), destaca que la «espléndida obra literaria» de la autora canadiense explora diferentes géneros «con agudeza e ironía». Asimismo subraya que Atwood «asume inteligentemente la tradición clásica, defiende la dignidad de las mujeres y denuncia situaciones de injusticia social».

Atwood fue propuesta el director general del Libro, Rogelio Blanco.

Entre las candidaturas presentadas figuraban también las del colombiano Gabriel García Márquez, los españoles Jorge Semprún y Andrés Trapiello, el uruguayo Eduardo Galeano, el japonés Haruki Murakami, el poeta libanés Alí Ahmad Said, Adonis, el coreano Ko Un, el italiano Antonio Tabucchi y el estadounidense Richard Ford.

Atwood, que guarda un cierto parecido con la cantante y actriz Barbra Streisand, se licenció en 1961 en Filología Inglesa y en 1962 obtuvo el doctorado. De esa época es su poesía más temprana, cargada de reminiscencias mitológicas y arquetípicas, como el poemario ‘Double Persephone’ (1961).

Atwood irrumpió posteriormente entre los valores poéticos de su generación con el trío de títulos ‘The animals in that country’ (1968), ‘Procedures for underground’ (1970) y ‘Selected poems’ (1978).

Interesada por el avance científico y, especialmente, la función renovadora del movimiento feminista en la sociedad, considera que la aportación más radical del feminismo es su esencia, «ayudar a las mujeres a confiar en sus posibilidades», como reflejan sus obras ‘Juegos de poder’ (poesía), publicada en 1971 y una de las pioneras en este campo en su país, junto con su ensayo ‘Second words’ (1982).

Observación, minuciosidad y análisis son capacidades que ha aplicado en su propia vida y en su literatura, erigida sobre dos columnas: la identidad canadiense, presente en los libros de poesía ‘El juego del círculo’ (1964) y ‘Los diarios de Susannah Moodie’ (1970), además de la condición femenina que abordó en novelas tan significativas como ‘La mujer comestible’ (1969), sobre la marginación social de este sexo, ‘Daño físico’ (1982) y ‘Ojo de gato’ (1988).

Traducida a una treintena de idiomas, incluidos el japonés, estonio, finlandés, turco, iraní o el coreano, en España se dio a conocer con ‘El cuento de la criada’ (1985), novela de ciencia ficción con el trasfondo de una sociedad autoritaria que obtuvo varios premios.

Entre sus libros, está es ‘El asesino ciego’ (2000), ganador de una de las grandes distinciones literarias en lengua inglesa, el Premio Booker, cuyo dinero donó a fines humanitarios y ecologistas.

No en vano su nombre va ligado a la sección canadiense de Amnistía Internacional, desde donde defiende reivindicaciones territoriales de los indios Mohawks. Esta tendencia ya la había tratado en literatura anterior como el poemario ‘Historias verdaderas’ (1981) o la novela ‘Bodily harm» (1981).