La solidaridad cubana , para con el mundo más desfavorecido, siempre ha sido ingente desde los primeros días de la Revolución; no hay más que ver el impresionante despliegue de hombres y mujeres de la tierra de Martí que, de manera altruista, han pasado y permanecen en decenas de países necesitados salvando vidas, aliviando dolores, […]
La solidaridad cubana , para con el mundo más desfavorecido, siempre ha sido ingente desde los primeros días de la Revolución; no hay más que ver el impresionante despliegue de hombres y mujeres de la tierra de Martí que, de manera altruista, han pasado y permanecen en decenas de países necesitados salvando vidas, aliviando dolores, alfabetizando a personas de todas las edades…
Tampoco debemos olvidar la enorme cantidad de personas de otros países que han recibido y reciben atención médica, en unos casos, y formación profesional, en otros, de manera gratuita dentro de la Isla. Ejemplo significativo es la admirable actividad desarrollada en la Escuela Latinoamericana de Medicina -ELAM- que, ideada e inaugurada por Fidel, el pasado día 15 de noviembre cumplió 15 años de hermosa existencia.
Ubicada al noreste de La Habana, ocupa un área de 1.200.000 metros cuadrados y, hasta la fecha, ha formado a más de 24.000 jóvenes de 74 países. Una vez graduados, los nuevos galenos regresan a sus países de origen para, al decir de Fidel, ejercer «el más noble y humano de los oficios».
La institución cuenta ya con ocho graduaciones, materializándose la primera de ellas en 2005. En el curso actual, los matriculados ascienden a 1.349 estudiantes, pertenecientes a 122 países de América Latina y el Caribe, de Estados Unidos, África, Asia y Oceanía.
En palabras del doctor Rafael González Ponce de León, rector de la ELAM, «la escuela es un ejemplo de solidaridad y cooperación internacional donde conviven respetuosa y armónicamente jóvenes de diferentes orígenes, creencias religiosas, costumbres y culturas».
La ELAM ofrece sus servicios de manera totalmente gratuita, ya que a la enseñanza -todos los recursos necesarios para la adquisición y práctica de los conocimientos- hay que sumarle la alimentación y el alojamiento de los estudiantes que, incluso, reciben un estipendio asignado por el gobierno cubano.
De elevado prestigio, la institución forma parte de la Unión de Universidades de América, y, a lo largo de todos estos años, ha recibido la visita de más de 54 mil personalidades de todos los continentes, entre ellos 72 jefes de estado y de gobierno.
Podríamos decir, sin caer en la exageración, que Cuba hoy es la «escuela» y el «hospital» de gran parte de los países del mundo, y que además enseña y atiende no sólo dentro, sino también fuera de su hospitalario «recinto».
Cuba siempre ha demostrado ser vanguardia en cuestiones solidarias. No por gusto, hace ya mucho tiempo Fidel dijo que «los pueblos de un mundo ingobernable, que sufren la pobreza y la miseria, al que explotan y saquean cada vez más, serán nuestros mejores compañeros de lucha. Para cooperar con ellos no disponemos de recursos financieros. Contamos en cambio con un extraordinario y abnegado capital humano, del que no disponen ni dispondrán jamás los países ricos».
Decía José Martí que «hacer es la mejor manera de decir». No cabe la menor duda, muy al contrario que los gobiernos que tanto y tan injustamente critican al sistema cubano, Cuba dice haciendo.
Blog del autor: http://baragua.wordpress.com