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Documental. (01h:10m)

La guerra contra Cuba

Fuentes: Rebelión

MICHEL HERNÁNDEZ Es una meta difícil de conseguir. Pero cuando el arte fusiona rebeldía y denuncia se convierte en bandera del compromiso revolucionario,. Tal como mostró el documental Bloqueo: la guerra contra Cuba, dirigido por Daniel Desaloms, y presentado por su productora y guionista, la periodista argentina Carolina Silvestre, en la Sala Charles Chaplin de la capital cubana. «Soy una militante de hechos, no de palabras», ratificó emocionada ante una audiencia compuesta por Ricardo Alarcón de Quesada, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular; Felipe Pérez Roque, ministro de Relaciones Exteriores, y centenares de estudiantes universitarios y de programas de la Revolución. Su breve discurso, que destiló la pasión de pertenecer a la intelectualidad sincera del continente que carga sobre sus mochilas los ideales de los miles de jóvenes asesinados por las dictaduras militares, denunció esa política imperial, la cual ha causado a Cuba pérdidas por más de 86 mil millones de dólares y su objetivo es anexarse el país. El propósito del filme, dijo la cineasta, es también informar a la comunidad internacional sobre el alto costo humano y material de este proceder. Bloqueo: la guerra contra Cuba narra las consecuencias de la violencia económica contra este país a través de entrevistas realizadas a Alarcón, Pérez Roque, el vicecanciller Abelardo Moreno, el economista Juan Triana, y a otros cubanos de diversas ocupaciones y sectores sociales. La obra ubica al espectador en el tiempo, espacio y carácter del proceso político iniciado al calor del triunfo del Movimiento 26 de Julio y expone fragmentos de la cotidianidad habanera acompañados del llamado ancestral de los tambores africanos que abren, como Elegguá, los caminos de la resistencia. Sin duda, el documental sigue la huella del Nuevo Cine Latinoamericano. Las entrevistas al director Fernando Birri son una vía para, siendo amplios de miras, encontrar en sus planteamientos la ruta insurgente de nuestra identidad cinematográfica. A su vez, es pedestal desde donde levantan la voz todos y todas los que cada día quedan ignorados por los grandes medios de difusión masiva.