Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Cualquiera que esperase que
La contrarrevolución árabe es más fuerte que nunca, encabezada por
The New York Times lo oficializó al distribuir la correspondiente propaganda de
La ulterior militarización del contrarrevolucionario Golfo Pérsico, -especialmente a través de más soldados en el terreno en Kuwait y más barcos de guerra- se presenta como reacción a «un colapso de la seguridad en Iraq o un enfrentamiento militar con Irán».
Nótese que las dos cosas son meras vanas ilusiones. Las fuentes marciales del NYT insisten: «la retirada [de Iraq] podría causar inestabilidad». El hecho es que el gobierno de Nuri al-Maliki en Bagdad efectivamente puso de patitas en la calle a los estadounidenses (el Pentágono quería por lo menos 20.000 soldados estadounidenses en el terreno después de finales de 2011).
De ahí la necesidad de actualizar la neolengua del Comando Central del Pentágono (CENTCOM), así como el Plan B, una grandiosa nueva «arquitectura de la seguridad» para el Golfo Pérsico atestada de material aéreo y naval e incluso defensa de misiles pregonada como una anodina «huella post Iraq en la región».
En cuanto a «la amenaza de un Irán beligerante», intereses muy precisos -sectores del complejo industrial-militar, el partido republicano en su conjunto, el lobby de Israel, la mayor parte de los medios corporativos- han estado exhortando durante años a un ataque contra Irán.
El general Karl R Horst, jefe del estado mayor de CENTCOM, es un gran fanático del «compromiso para mejorar la capacidad y la habilidad de los socios» (traducción: lo que nosotros decimos, vale). Presentó el aumento del poder de fuego en el Golfo Pérsico ante el NYT como una suave estrategia al estilo Hollywoodense «de vuelta al futuro», concentrada en «despliegues más pequeños pero altamente capaces y el entrenamiento de cooperaciones con los militares de la región».
Traducción: muchas fuerzas especiales, muchos drones y una inflación de esas «cooperaciones» que gustan tanto al Pentágono y a
También ayuda que Qatar y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) hayan demostrado su amor ilimitado por
Para resumirlo todo; hay que ver que el CCG es un anexo de facto de
Tras la ‘seguridad de la arquitectura’
Allá lejos en Tayikistán -donde estaba examinando la no proliferación de
¿Significa esto que la mayor militarización del Golfo Pérsico es una reacción a la interferencia estadounidense/saudí que impide la democracia? No puede ser así; alguien tiene que reescribir el guión.
Todo este escenario era previsible desde el momento en que Washington llegó a un acuerdo con Riad para consolidar la contrarrevolución árabe; nos conseguís una votación de
Esto llevó a la invasión de Bahréin por
Para senadores los estadounidenses perdidos en el espacio, que pregonan que la retirada de EE.UU. de Iraq será interpretada como «una victoria estratégica por nuestros enemigos en Medio Oriente», todo es normal. Pero otra cosa es ver que el NYT sea suficientemente ingenuo -o que básicamente trata a sus lectores como si fueran idiotas- cuando se traga la línea propagandística saudí de que Irán es «la amenaza más preocupante» para todos los miembros del CCG «así como para el propio Iraq». Es como si el periódico se publicara en Riad.
En realidad, la política exterior del gobierno de Barack Obama en Medio Oriente parece que se dicta en Riad. Basta con prestar atención a los medios corporativos de EE.UU. que se deshacen por besar el borde de la túnica del nuevo príncipe heredero en
Nayef es el Darth Vader de una fuerza militar de 130.000 hombres, toda la policía nacional y local, aduanas, inmigración, guardacostas, guardas fronterizos y la temida policía religiosa. La reacción de su ministerio a
Hay por lo menos 20.000 presos políticos en las cárceles saudíes. Desde abril, es ilegal «amenazar la seguridad nacional» o «insultar al Islam»; Nayef fue responsable de la vaguedad de la nueva ley y todo lo que implica. Cualquiera que trate de Ocupar Riad u Ocupar Jeddah será decapitado.
Sin embargo, para sus innumerables admiradores de Washington, que contemplan radiantes su currículo de 36 años de contraterror, Nayef es un «pragmático conservador». Es su denominación oficial desde que la reveló un cable de 2009 de WikiLeaks procedente del Departamento de Estado.
No es sorprendente que en Washington adoren a Nayef. Su Santísima Trinidad son Washington-Riad unidos por la cadera; su odio contra Irán y los chiíes en general (incluso chiíes saudíes); y su compromiso con la guerra contra el terror con al Qaida.
Nadie habla de su odio visceral a los derechos de las mujeres, o de su odio visceral a todo lo que sea democrático; es cuando es útil la etiqueta de «social conservador». Al comienzo de
En la política interna de
A pesar de todo la gerontocracia es el nombre del juego: las condiciones de salud de los hermanos Bandar, Musaid y Mishaal son atroces. En cuanto al hermano Salman, gobernador de Riad, le gusta posar como periodista, como propietario del periódico Asharq al-Awsat.
Los principales oponentes de Nayef son los sobrinos de Ibn Saud, comenzando por el astuto ex embajador en Washington Bandar bin Sultan, también conocido como Bandar Bush; el príncipe Talal, padre del multimillonario príncipe al-Waleed; el viceministro de defensa
Khaled bin Sultan; y el príncipe Turki al-Faisal, ex jefe de inteligencia en los años ochenta y ex amigo a Osama bin Laden.
Ninguno de ellos constituirá una amenaza para Nayef; lo que importa en
Pepe Escobar es autor de «Globalistan: How the Globalized World is Dissolving into Liquid War » (Nimble Books, 2007) y » Red Zone Blues: a snapshot of Baghdad during the surge «. Su último libro es » Obama does Globalistan » (Nimble Books, 2009). Puede contactarse con él en: [email protected] .
(Copyright 2011
Fuente: http://www.atimes.com/atimes/Middle_East/MK02Ak01.html
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