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Justifica la violencia de género y compara las agresiones a las mujeres con el aborto

La hoja parroquial valenciana justifica el maltrato a la mujer

Fuentes: Agencias/Rebelión

El último número de Aleluya, la publicación que cada domingo se distribuye en la gran mayoría de iglesias valencianas, incluye un artículo de un colaborador habitual, Gonzalo Gironés, que pone justificaciones a la violencia de género y compara las agresiones a las mujeres con el aborto. Empieza el autor recordando que en 2005 murieron 65 […]

El último número de Aleluya, la publicación que cada domingo se distribuye en la gran mayoría de iglesias valencianas, incluye un artículo de un colaborador habitual, Gonzalo Gironés, que pone justificaciones a la violencia de género y compara las agresiones a las mujeres con el aborto.

Empieza el autor recordando que en 2005 murieron 65 mujeres a manos de sus parejas y, «sin negar que ello sea verdad», realiza dos «precisiones». Una de ellas es que «nadie ha confesado qué hicieron las víctimas, que más de una vez provocan con su lengua». Y continúa: «El varón, generalmente, no pierde los estribos por dominio, sino por debilidad: no aguanta más y reacciona descargando su fuerza que aplasta a la provocadora».

Además, Gironés, sacerdote y profesor jubilado de la Facultad de Teología de Valencia, incluye una segunda observación a estos asesinatos de mujeres al subrayar que en 2005 se produjeron también en España 85.000 abortos reconocidos. «Por cada mujer muerta a manos de un hombre -afirma- hubo 1.350 niños asesinados por voluntad de sus madres». «Es peor», sentencia en el artículo, que lleva por título Hablemos de la familia.

El Arzobispado de Valencia marcó ayer distancias con la publicación nada más conocer el contenido del escrito. A pesar de que el semanario Aleluya lleva siempre en su portada la carta pastoral del arzobispo, Agustín García-Gasco, y su foto y de que bajo la cabecera se lee en grandes tipos «Arzobispado de Valencia», este remitió ayer tarde un comunicado en el que señala que su único órgano oficial es el propiamente dicho Boletín Oficial del Arzobispado y que «la única publicación informativa promovida» desde la institución es el semanario Paraula.

El Aleluya funciona, no obstante, desde hace muchos años en la diócesis a modo de la hoja parroquial que tienen otros obispados. Se encuentra disponible en la mayoría de templos -empezando por la Catedral de Valencia- y cuenta con un cuerpo común de información y una parte en la contraportada que puede ser modificada por cada parroquia para incluir su información propia y su agenda de actos de la semana.

El arzobispado rechazó ayer «los términos en los que se expresa el referido artículo» y enfatizó que «en nada reflejan el sentir de la Iglesia frente a este tipo de situaciones absolutamente injustificables». Un portavoz de la institución eclesiástica valenciana agregó ayer que el texto «no es de recibo».

El comunicado difundido por la oficina de prensa del arzobispado recoge asimismo un párrafo extraído de una de las declaraciones de García-Gasco sobre el maltrato a las mujeres. «Detrás de todos los episodios de la llamada violencia de género hay un fracaso educativo esencial: se trata de hombres que no han cultivado, ni siquiera de una manera mínima, el respeto por la mujer», decía el arzobispo en su homilía ante las amas de casa Tyrius en la Catedral de Valencia el pasado 9 de junio. La institución eclesiástica recordó igualmente su apoyo a las mujeres maltratadas, como muestra la creación en 2003 de la Fundación Familia, que incorpora terapias de grupo para víctimas de violencia sexista.