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Turquía

La hora de sacar los trapos sucios con Irán

Fuentes: Aish

El conflicto sirio está agravando las relaciones diplomáticas entre Turquía e Irán. El primer ministro iraní, Mahmud Ahmadineyad, canceló una visita a Turquía para no coincidir con Leon Panetta, ministro de Defensa de Estados Unidos. Este había viajado al sur del país con el fin de supervisar la instalación de baterías Patriot, unos dispositivos militares […]

El conflicto sirio está agravando las relaciones diplomáticas entre Turquía e Irán. El primer ministro iraní, Mahmud Ahmadineyad, canceló una visita a Turquía para no coincidir con Leon Panetta, ministro de Defensa de Estados Unidos. Este había viajado al sur del país con el fin de supervisar la instalación de baterías Patriot, unos dispositivos militares facilitados por la OTAN que permiten a Turquía protegerse de un ataque sirio a su territorio.

Según el Gobierno iraní, las baterías Patriot de la OTAN «forman parte de un complot occidental para desencadenar la tercera guerra mundial y tan solo empeoran la situación en Siria». El ministro de Asuntos Exteriores turco, Ahmed Davutoglu, ha criticado con dureza la reacción de Irán y ha acusado al país de no actuar de forma contundente contra el régimen de Bashar al-Asad y de consentir los ataques sobre el territorio turco.

Desde el comienzo de la guerra civil siria, Irán y Turquía se han situado en bandos opuestos y esto ha repercutido directamente en el desarrollo internacional del conflicto. Por un lado, Turquía ha dado apoyo moral y logístico a los rebeldes sirios debido a las continuas matanzas de civiles perpetradas por el régimen de al-Asad y al constante goteo de refugiados, que se establecen en campos del sureste turco. Por otro lado, Irán ha respaldado al Gobierno alauí de al-Asad, ya que representa -junto a Hamás e Hizbulá- el bastión de resistencia antisionista y antiimperialista de Oriente Próximo.

La OTAN y las potencias internacionales confían en la posibilidad de que Turquía pueda establecerse como base de operaciones si se produce una intervención internacional en Siria. No obstante, Irán continúa armando a la minoría alauí con el objetivo de evitar el avance de los rebeldes hacia el poder, ya que de ser así vería debilitada su importancia estratégica en la región.

A pesar de las divergencias que Turquía e Irán muestran sobre la resolución del conflicto en Siria, ambos países han sido aliados durante los últimos veinte años en asuntos económicos y diplomáticos: entre 1991 y 2011, las exportaciones turcas a Irán se incrementaron en 3113 millones de dólares y las importaciones turcas de Irán en 11109 millones de dólares, debido al aumento de la demanda turca de gas natural iraní. Irán resulta fundamental para abastecer las necesidades de gas natural en Turquía y además es la vía que permite al comercio exterior turco llegar a regiones de Asia Central.

Desde la llegada del Primer Ministro Recep Tayyip Erdogan al poder en 2002, Turquía ha desempeñado el papel de mediador entre el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) e Irán. Su propósito es asegurar la transparencia de las actividades nucleares iraníes para evitar la desconfianza de la comunidad internacional y especialmente de Estados Unidos, que aboga por endurecer las sanciones económicas con el objetivo de evitar la proliferación nuclear del país persa.

Sin embargo, la mediación de Turquía no logra que Irán ceje en su empeño de defender el régimen dictatorial sirio. Por esto, Turquía teme que Irán ayude económica y logísticamente al grupo independentista kurdo PKK mediante las células iraníes de luchadores prorégimen al-Asad presentes Siria. El objetivo es posiblemente atacar a las tropas turcas desplegadas por el sur de Turquía.

Irán se opone al establecimiento de las baterías militares Patriot a lo largo de la frontera, puesto que de ese modo Turquía blinda la zona y puede evitar el intercambio de armamento entre las milicias kurdas de Siria y sus homólogas en Turquía.

A pesar de todo, es probable que Turquía e Irán retomen la senda del diálogo para reestablecer las relaciones diplomáticas y favorecer el intercambio económico entre ambos países. Sin embargo, no se puede descartar que la guerra sucia derivada del conflicto sirio eche por tierra los acuerdos económicos y políticos pactados durante los últimos años.

Fuente original: http://www.aish.es/index.php/es/turquia/365-articulos/4049-turquia-10012012-la-hora-de-sacar-los-trapos-sucios-con-iran