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La ilógica socialista y la subida de la luz, el gas y el tren

Fuentes: Rebelión

A partir del próximo 1º de enero, a su majestad el rey de la España neo franquista y oscura le va a importar tres testículos, que el gobierno del socialista Zapatero (con la ilógica aplastante de quien se dice seguidor de Pablo Iglesias y camina por la senda de José Antonio Primo de Rivera) haya […]


A partir del próximo 1º de enero, a su majestad el rey de la España neo franquista y oscura le va a importar tres testículos, que el gobierno del socialista Zapatero (con la ilógica aplastante de quien se dice seguidor de Pablo Iglesias y camina por la senda de José Antonio Primo de Rivera) haya decidido que las tarifas eléctricas suban casi un 10%, exactamente un 9’8%, que no es lo mismo pero es igual.

De la misma forma, en casa de Bono (no me refiero al admirado cantante de U-2, pero ciudadano pelotillero, sino al presidente falangista de las Cortes, nada riguroso como político y ser humano o de su primo de equipo Patxi López), no va a temblar nadie ante una factura que sí hará tiritar de indignación a millones de trabajadores y pensionistas; estos últimos asisten impotentes ante el atraco a mano armada perpetrado por las familias que controlan las centrales energéticas, limpias o no, el gas y el petróleo, porque lo que importa es que la crisis la continúen pagando los de siempre. Una subida que afecta a la luz, al gas y al tren y que el Borbón ya nos advirtió que debemos afrontar con gran espíritu de sacrificio.

Espartaco murió tras haber dado un susto al imperio romano, pero los tiempos de héroes y líderes del pueblo llano han pasado a la historia. Tal vez en Iberoamérica ese tesoro humano no haya sufrido tanta merma como en el llamado primer mundo, y las imágenes del Ché, Fidel, San Martín, Sandino, Camilo, Bolívar, Chávez, Marulanda, el sub-comandante Marcos o Juan Bosch, posean mucha más actualidad y desprendan toneladas de esperanza para esos millones de seres anclados en una esclavitud absoluta, parte de los cuales siguen apareciendo en fosas comunes de Colombia, México, Perú, Guatemala, Argentina, Chile, Paraguay, Uruguay, El Salvador o Haiti, sin que los medios de comunicación habituales lancen sus dardos envenenados contra los culpables de ese genocidio lento pero aniquilador de vidas y esperanzas.

En estos tiempos de impostura, en los que se ejecuta o asesina indirectamente a dirigentes señalados por el dedo acusador del neo fascismo capitalista (Milosevic, Sadam Hussein, Arafat, Olof Palme, Allende, etc.), resulta un sarcasmo histórico que aún no hayan pasado por las salas del Tribunal de la Haya genocidas como George W. Bush, Anthony Blair, José Mª Aznar, Ariel Sharon, Benjamín Netanyahu, Mohamed VI de Marruecos, y decenas de delincuentes más sobre los que pesa el dolor y la sangre de millones de inocentes. ¿Funciona la justicia internacional como en la época en que el Tribunal Russell (1)?, se preguntará el lector, lamentando que las decisiones que pudiera tomar hoy en día no fuesen sino victorias morales sobre la iniquidad internacional.

Ni los documentos revelados por Wikileaks, entregados por el heroico soldado Bradley Manning al ciudadano australiano Julian Assange, con los que la organización sacudió la diplomacia internacional, han impedido que la impostura y la irracionalidad, el terrorismo de estado y el crimen organizado por diferentes gobiernos de USA, Francia, España, Gran Bretaña, Alemania, Israel, Perú, Colombia, etc., sigan anclados en los principios «democráticos» de un régimen a todas luces fascista.

Fue un dominico vidente, hoy olvidado autor de Vida de Pecadores, Fray Luis de Granada, quien hace ya casi 500 años profetizara: «Verás maltratados a los inocentes, perdonados a los culpables, menospreciados los bondadosos, honrados y sublimados los canallas, verás a los pobres y humildes abatidos. Y en todos los negocios, tendrá más poder el favor que la virtud». Nunca mejor dicho.

Sabemos que delante de nosotros se ha gestado un monstruo casi imposible de aniquilar, si no fuera porque siguiendo los manuales de la guerra de guerrillas (que derrotó al omnipotente ejército yanqui en Vietnam del Norte), las victorias a pie de urna del pueblo venezolano, ecuatoriano, boliviano, nicaragüense, las valientes luchas de los pueblos de Honduras, México, El Salvador, Guatemala, las de las tribus mapuches en Chile y Argentina, la de las mujeres en todo el mundo, han encendido una pequeña luz en el horizonte que no hemos de pagar aunque alumbre el camino.

Esa claridad no pueden castigarla con subidas en los recibos y facturas. Ese rayo de esperanza e ilusión por un mundo mejor, que es posible, no lo puede monopolizar ninguna multinacional de la energía. Hagamos lo imposible porque siga alumbrando en el 2011 y en el próximo siglo.

Nota.– El Tribunal Russell, también conocido con el nombre de Tribunal Internacional sobre Crímenes de Guerra o Tribunal Russell-Sartre, fue un organismo público establecido por el filósofo británico Bertrand Russell y secundado por Jean-Paul Sartre, filósofo y dramaturgo francés. Este Tribunal contó se encargó de investigar la política exterior estadounidense y la intervención militar que este país llevó a cabo en Vietnam. El Tribunal Russell sobre Palestina se creó en marzo de 2009.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.