Los niños mimados de la prensa internacional ya tienen quien les haga sombra. Los 75 sicarios del Imperio encarcelados en Cuba (que han sido portada en periódicos y revistas, objetivo de artículos e informes, y símbolo de la lucha por «los derechos humanos») tienen a partir de ahora en Alí Lmrabet un pequeño escollo a […]
Los niños mimados de la prensa internacional ya tienen quien les haga sombra. Los 75 sicarios del Imperio encarcelados en Cuba (que han sido portada en periódicos y revistas, objetivo de artículos e informes, y símbolo de la lucha por «los derechos humanos») tienen a partir de ahora en Alí Lmrabet un pequeño escollo a la hora de acaparar páginas en los grandes medios de propaganda del Poder.
¿Quién es este Alí Lmrabet que osa arrebatarles a los Raul Rivero, Oswaldo Payá y compañía, su cuota de mass-media? Pues, un periodista marroquí que por injuriar al sobrino del Rey de España (sí, recuerden que Hassan y Juan Carlos eran «hermanos») se encuentra en la cárcel. Y que el sábado 14 de junio llegaba a su cuadragésimo día de huelga de hambre. Por tal motivo los periódicos españoles recogían los requerimientos de sus familiares para que se ponga fin a su inhumano encarcelamiento y a la injusticia cometida sobre sus dos revistas cerradas por el gobierno de Marruecos.
¿Quién será este periodista que poseía dos revistas en Marruecos para que la prensa «independiente» fije su atención (y sus páginas) en él? Sencillamente el representante de Reporteros Sin Fronteras (RSF) en Rabat. Y ya se sabe que estando RSF por medio todo es posible. Hay que recordar que esta organización dedicó toda la portada de su página web a la falta de libertad de expresión en Cuba el día siguiente a que un tanque estadounidense matara de un cañonazo en Bagdad a dos periodistas. Y que el pasado 20 de mayo, el Comité de Naciones Unidas encargado de las ONG’s sancionó a RSF, recomendando la suspensión por un año de su estatuto consultivo por «actos incompatibles con los principios y objetivos de la Carta de las Naciones Unidas».
Es curiosa la atención despertada por la condena a Lmrabet, máxime si tenemos en cuenta que la «democrática» España también ha tenido periodistas condenados por idéntico delito (injurias al jefe del estado) y nunca se ha levantado tal polvareda. Y por su huelga de hambre tampoco puede ser, pues el mismo sábado el preso vasco Juan Mari Etxeberria cumplía 53 días de huelga de hambre en la cárcel de Valdemoro y sin embargo no era objeto de noticia.
Pero no han de preocuparse los cubanos. Que todo esto (más temprano que tarde) pasará y volverán a ser el centro de las informaciones veraces.
Mientras llega ese momento, los periódicos (del sábado 14 de junio) recogían la noticia de que el gobierno cubano había notificado a la embajada española el fin del convenio de gestión del Centro Cultural de España en La Habana. El Centro, que dependía hasta ahora del Ministerio de Asuntos Exteriores español pasará a ser un auténtico Centro de la Cultura española y podría llevar el nombre de Federico García Lorca. Ya no servirá para organizar «el día de los Reyes Magos [y] repartir caramelitos», en palabras de Fidel Castro. Los mismos medios de propaganda expresaban su indignación por este motivo, argumentando la intensa labor cultural desarrollada por este Centro y, sobre todo, por los 2 millones de euros que había gastado el gobierno español en rehabilitar el palacete, que ocupa una extensión de 2.000 metros cuadrados.
Y por si esto fuera poco, también el sábado 14 (por lo que se ve los sábados son días tan buenos como cualquier otro para atacar a Cuba) Mauricio Vicent desde La Habana escribía en el suplemento cultural de El País (Bobelia, creo que se llama) el texto de desagravio a Raúl Rivero (portada del suplemento y tres páginas completas). A lo largo del extenso texto se desgranaban los logros literarios, los éxitos como poeta y periodista y las opiniones de sus antiguos compañeros, todo ello para hacernos ver que Rivero era únicamente un «intelectual» comprometido. Y está bien que nos hagan estas aclaraciones porque ya empezábamos a estar acostumbrados a que todos los balseros, piratas aéreos, disidentes internos y/o encarcelados en Cuba sean escritores, poetas o periodistas. No es como Oswaldo Payá, del que no se conoce ocupación ni trabajo.
Sin embargo, en la poesía sencilla, evidente y lineal de Rivero no se encuentra la razón de su encarcelamiento. Por mucho que El País (y otros muchos) se empeñe no puede hacernos creer que ese es el motivo de la condena.
Que no, que no insistan.
Para los que tengan (guarden) aún un poquito de espíritu crítico pueden ver y leer las pruebas reales, por las que han sido juzgados y condenados. Se encuentran en la revista cultural cubana La Jiribilla (http://www.lajiribilla.cu/). Documentos y fotos.
Dice ABC que en los últimos tiempos la credibilidad del gobierno cubano ha caído mucho entre la gente de izquierdas. Si se refiere a la izquierda que firmó el documento contra Cuba (también en El País) del 7 de junio (ver: http://www.rebelion.org/spain/030610fierro.htm) no se imagina qué peso nos quita de encima.