Traducción para Rebelión por S. Seguí
El 19 de diciembre de 2011, la República Árabe Siria y la Liga Árabe firmaron un protocolo por el que se establecía una Misión de observación dirigida a resolver el conflicto en Siria y proteger a los civiles en el mismo.
Casi inmediatamente después, los que antes eran firmes defensores de esta «intervención» de la Liga Árabe en Siria desplegaban sus esfuerzos a fin de socavar los trabajos de la Misión.
Antes de firmar el acuerdo final, un funcionario de la Liga Árabe ya me había advertido de que algunos Estados miembros -Qatar en primer lugar- estaban presentando una serie de condiciones con vistas a impedir la participación del gobierno sirio. Pero una intensa diplomacia del último momento produjo un gran avance: la misión fue aprobada por las dos partes y los decepcionados saboteadores iniciaban una intensísima campaña de relaciones públicas, arrojando dudas sobre los participantes en la misión, las capacidades de la Liga Árabe y las conclusiones de la investigación.
Durante el último mes, hemos podido constatar como se lanzaban todo tipo de acusaciones descalificadoras contra el jefe de la misión, el teniente general sudanés Mohamed Ahmed Mustafa al-Dabi, ahora de repente acusado de crímenes de guerra. Asimismo, abundaban los rumores sobre observadores que habrían abandonado la misión debido a la «horrible» naturaleza de los ataques del gobierno sirio contra sus propios ciudadanos civiles. Las ONG internacionales y una retahíla de políticos occidentales incluso llegaron a manifestar su intención de «entrenar» a los observadores de la misión, sugiriendo implícitamente que los árabes carecen de capacidad de observación y negociación, o quizás peor, que a los observadores se les debe enseñar a ver el conflicto sirio a través de lentes externos.
Era difícil dudar de estos rumores por completo. La Liga Árabe, al final, se negó a hacer llegar el informe de los observadores a los medios de comunicación. Pero el informe de repente ha aparecido como anexo a la resolución de la ONU sobre Siria que está siendo objeto en la actualidad de acalorados debates en el Consejo de Seguridad. Lo más desconcertante, sin embargo, es que pocos periodistas occidentales o árabes congregados en las Naciones Unidas esta semana están llamando la atención sobre este documento fundamental que proporciona un análisis de los acontecimientos que se debaten en las sesiones del Consejo.
Informe de la Misión: el bueno, el malo y el feo
El informe completo de la Liga Árabe, tal como se puede verificar aquí , se refiere en varias ocasiones a los intentos encaminados a frustrar la misión y sus actividades:
» Desde que comenzó su labor, la Misión ha sido objeto de una campaña mediática feroz … que aumentó en intensidad tras el despliegue de los observadores. Algunos medios de comunicación publicaron declaraciones infundadas atribuidas al Jefe de la Misión. También exageraron groseramente algunos acontecimientos … Estos manipulados artículos de prensa contribuyeron a aumentar las tensiones en el seno de la población siria y a socavar el trabajo de los observadores. Se explotó a determinadas organizaciones de medios de comunicación con el fin de difamar a la Misión y su Jefe, y abocar así la Misión al fracaso.»
Los esfuerzos por difamar abiertamente la Misión -aparentemente desarrollados por los opositores al gobierno sirio- son extraños. El informe, aunque corto, está redactado con profesionalidad, es muy detallado y pone de relieve las dificultades inherentes a la cobertura de un conflicto tan reñido. También critica las acciones del régimen sirio y sus deficiencias en el cumplimiento de los protocolos de protección de los civiles:
» Al ser asignados a sus zonas de trabajo y comenzar su trabajo, los observadores fueron testigos de actos de violencia perpetrados por las fuerzas gubernamentales, así como un intercambio de disparos con elementos armados en Homs y Hama. Como resultado de la insistencia de la Misión en poner fin por completo a la violencia y retirar los vehículos y equipos del Ejército el enfrentamiento perdió virulencia.»
Sobre la cuestión crítica de los presos políticos, el informe señala lo siguiente: «El 19 de enero de 2012, el gobierno sirio anunció la liberación de 3.569 detenidos sujetos a procedimientos penales militares y civiles. La Misión comprobó que 1.669 de los detenidos habían sido ya puestos en libertad hasta ese momento. La Misión continúa el seguimiento de este asunto con el Gobierno y la oposición, haciendo hincapié del lado del Gobierno en que los detenidos deben ser liberados en presencia de observadores a fin de poder documentar el evento.» El informe confirma también que otros 3.843 detenidos fueron liberados antes de que el presidente sirio, Bashar Al-Assad, firmara un decreto de amnistía el 15 de enero. El gobierno afirma que el número es 4.035.»
Pero a continuación el informe se desvía drásticamente de la narrativa convencional sobre la naturaleza del conflicto sirio y observa lo siguiente: «La Misión ha podido determinar que existe una entidad armada que no se menciona en el protocolo.»
Aunque el informe atribuye este aspecto «al uso excesivo de la fuerza por las fuerzas del Gobierno de Siria en respuesta a las protestas», también señala que «en algunas zonas, esta entidad armada reaccionó atacando a las fuerzas de seguridad y los ciudadanos sirios, haciendo que el Gobierno respondiera aún con más violencia.»
A continuación el informe proporciona varios ejemplos:
» En Homs y Dera’a, la Misión observó que grupos armados cometían actos de violencia contra las fuerzas del Gobierno, con el resultado de muertos y heridos entre las filas de éstas. En determinadas situaciones, las fuerzas del Gobierno respondieron a los ataques contra su personal con la fuerza. Los observadores pudieron observar que algunos de los grupos armados utilizaban bengalas y proyectiles perforantes de blindaje.»
» En Homs, Hama y Idlib, la Misión de Observación fue testigo de actos de violencia contra las fuerzas gubernamentales y los civiles que dieron como resultado varios muertos y heridos. Como ejemplos de esos actos figura el atentado contra un autobús civil, que mató a ocho personas e hiriendo a otras, entre ellos mujeres y niños, y el bombardeo de un tren que transportaba gasoil. En otro incidente en Homs, un autobús de la policía fue volado por los aires, matando a dos agentes de policía. Una tubería de combustible y algunos pequeños puentes también fueron bombardeados.»
Cobertura de los medios y acceso a Siria
Es también digna de mención la afirmación del informe de la Misión de que las noticias aparecidas en los medios de comunicación sobre incidentes violentos en Siria son a menudo exageradas y no verificadas:
» La Misión observó también que muchas partes informaban falsamente sobre explosiones o violencias que se habrían producido en varios lugares. Cuando los observadores visitaron estos lugares, se encontraron con que las noticias eran infundadas. La Misión también tomó nota de que, según sus equipos en el terreno, los medios de comunicación exageraban la naturaleza de los incidentes y el número de personas muertas en incidentes y protestas en algunas ciudades.»
El informe también aborda las críticas en el sentido de que el gobierno sirio restringe el acceso de los medios de comunicación tanto para su entrada en Siria como en los puntos calientes del país. Las quejas iban desde que los medios eran admitidos en el país por un período insuficiente de «cuatro días» hasta que el Gobierno les exigía engorrosos itinerarios de su destino y «permisos de operación», e imponía «restricciones a la circulación».
El informe proporciona una lista de nombres de los varios periodistas y organizaciones de medios que llegaron a Siria durante el mandato de la Misión y concluye: «El Gobierno facilitó acreditación a 147 medios de comunicación árabes y extranjeros. Unas 112 de estas organizaciones entraron en territorio sirio, uniéndose a las otras 90 organizaciones acreditadas que operan en Siria a través de sus corresponsales permanentes.»
Debo señalar que yo estuve en Siria recogiendo material para algunos artículos durante las investigaciones de la Misión y que no estoy en la lista. Mientras que mi visado lo tramitó un amigo mío no sirio, sé de otros periodistas que entraron en el país sin ningún incidente. Pasé mi tiempo allí entrevistando libremente a muchos grupos y personas de la oposición y en ningún momento fui acompañada por guardaespaldas del Gobierno ni mi trabajo fue monitoreado, al menos que yo sepa.
Menos afortunado fue Gilles Jacquier, el camarógrafo del canal France 2 que fue asesinado durante una visita a un barrio favorable al Gobierno en Homs. El gobierno francés ha intentado implicar públicamente al gobierno sirio en este asesinato, pero la Misión afirma que «las informaciones que la Misión ha recogido en Homs indican que el periodista francés fue muerto por fuego proyectiles de mortero de la oposición.»
Si la Misión se detiene los civiles perderán un elemento de protección en este conflicto, será más difícil conocer los hechos y la intermediación sobre el terreno en Siria será inexistente. El Informe también hace referencia a las polémicas declaraciones hechas por varios observadores que abandonaron sus posiciones y criticaron públicamente la Misión. Probablemente la más llamativa de estas declaraciones es la del argelino Anwar Malek, quien afirmó públicamente en Al Jazeera: «Lo que vi fue un desastre humanitario … el régimen no sólo está cometiendo un crimen de guerra, sino una serie de crímenes contra su pueblo Los francotiradores están en todas partes, disparando a los civiles. La gente está siendo secuestrado. Los presos están siendo torturados y ninguno ha sido puesto en libertad.»
La Liga Árabe emitió un escueto comunicado de respuesta, afirmando que las manifestaciones de Malek «no tienen la más mínima relación con la verdad» y afirmando en cambio, que «desde que fue asignado al equipo de Homs, Malek no salió del hotel en seis días y no tampoco se trasladó con el resto del equipo sobre el terreno con la excusa de que estaba enfermo.»
En el informe se expone también lo siguiente: «Algunos observadores se desentendieron de sus funciones y rompieron el juramento que habían hecho. Se pusieron en contacto con funcionarios de sus países y les transmitieron resúmenes exagerados de los acontecimientos. Como consecuencia, dichos funcionarios se formaron una imagen sombría y sin fundamento de la situación. «
¿Éxito o fracaso de la Misión?
El informe concluye con cierto pesimismo: debido a unas primeras dificultades logísticas y de otro tipo, la Misión en realidad estuvo operativa solamente durante 23 días de los 30 de su mandato. Para completar su mandato, es preciso mejorar el transporte, los equipos de comunicación y, lo más importante, el necesario «apoyo político y de los medios de comunicación.»
En una nota positiva, la Misión destaca que el régimen sirio «se esforzó por contribuir al éxito de su tarea y eliminar los obstáculos que se interponían en su camino. El Gobierno también facilitó las reuniones con todas las partes. No se impusieron restricciones de circulación a la Misión ni obstáculos para entrevistar a ciudadanos sirios, tanto entre los opuestos al Gobierno como con los leales a éste.»
Con carácter más crítico, sin embargo, el informe recomienda un cambio en el mandato del Protocolo, a saber, el «compromiso de todas las partes para que cesen todos los actos de violencia.» Esto, por primera vez, introduce la noción de que el gobierno sirio puede no ser el único responsable de las numerosas bajas civiles que barajan los medios. Y otro punto importante: los soldados regulares representan aproximadamente 2.000 de las muertes violentas en el país desde marzo de 2011.
Sin embargo, los observadores advierten: «Recientemente, ha habido incidentes que podrían ampliar la brecha y aumentar el resentimiento entre las partes. Estos incidentes pueden tener consecuencias graves y conducir a la pérdida de vidas y bienes. Estos incidentes incluyen el bombardeo de edificios, trenes que transportan combustible, vehículos de transporte de gasoil y explosiones dirigidas a la policía, los miembros de los medios de comunicación y los oleoductos. Algunos de esos ataques han sido llevados a cabo por el Ejército Sirio Libre y otros grupos armados de oposición.»
Los ciudadanos sirios con los que se reunieron, algunos de los cuales sufren de «tensión extrema, opresión e injusticia», estiman que «la crisis debe resolverse pacíficamente a través de la mediación árabe, únicamente, y sin intervención internacional. Ello les permitiría vivir en paz y completar el proceso de reformas, y lograr el cambio que desean.»
Se trata de una narrativa ausente por completo en la cobertura que los principales medios de comunicación hacen de la crisis en Siria. Con tres aspectos destacables: la complicidad de grupos armados en la escalada de violencia iniciada por el gobierno sirio, el cumplimiento del régimen en lo que se refiere a las demandas del protocolo de la Liga Árabe y el rechazo por parte de los ciudadanos comunes a la internacionalización y militarización del conflicto.
Lean el informe de la misión y saquen sus propias conclusiones. Pero admitan que posiblemente lo peor que puede hacerse en esta coyuntura crítica es suspender las investigaciones e intervención de la Misión de la Liga Árabe. Si la Misión se detiene, se perderá una protección de los civiles en este conflicto, será difícil conocer los hechos y los intermediarios sobre el terreno en Siria serán inexistentes. La violencia se ha intensificado desde que la Misión salió del país para presentar su informe. Volver a traerla al teatro de los hechos es indiscutiblemente el mejor curso de acción, especialmente por cuanto, a lo que parece, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas está hoy en un callejón sin salida.
Sharmine Narwani es escritora y analista política especialista en Oriente Próximo
Fuente: http://www.campaigniran.org/casmii/index.php?q=node/12123
Enlaces
[1] http://english.al-akhbar.com/content/foolishly-ignoring-arab-league-report-syria
[2] http://english.al-akhbar.com/content/dubious-dealings-syria-and-arab-league
[3] http://www.innercitypress.com/LASomSyria.pdf
[4] http://english.al-akhbar.com/content/syrian-snapshot-i-view-capital
[5] http://www.innercitypress.com/LASomSyria.pdf
[6] https://twitter.com/@snarwani