El 8 de diciembre se cumplen 33 años de la primera Intifada, insurrección popular, del pueblo palestino. La misma fue un hecho histórico y se estableció como marca de la resistencia palestina sobre la colonización de sus tierras.
El 8 de diciembre de 1987 un camión israelí atropelló a varios ciudadanos palestinos y causó la muerte de cuatro de ellos. Esto ocurrió en tierra palestina, precisamente en un campo de refugiados al norte de la Franja de Gaza. Este hecho fue el desencadenante de la insurrección palestina más relevante de la historia: la primera Intifada.
Los ciudadanos palestinos entendieron el hecho como algo intencional y salieron a las calles como forma de protesta. Esto sucedió como parte del largo proceso de quita de tierra por parte del sionismo que se vivía desde la formación del Estado de Israel (1948), inclusive meses antes con la limpieza étnica, también conocida como Nakba.
¿Cómo surgió la primera Intifada? Ante todo, es preciso comprender que fue un levantamiento totalmente espontáneo, que no estuvo dirigido ni por la Organización para Liberación Palestina (OLP) ni por Fatah (formación política-armada palestina) ni ninguna otra organización. Simplemente ocurrió como corolario de la ocupación de tierras y el aumento constante de la represión, asedio y persecución del gobierno israelí sobre los ciudadanos palestinos.
¿Por qué ocurrió? El problema fue la ocupación (sigue siéndolo) sobre las tierras palestinas. Israel no tenía herramientas legales para anexionar las dos regiones palestinas, Franja de Gaza y Cisjordania, pero no estaba dispuesto a abandonar su ocupación. Ante esta situación constante, finalmente ocurrió la insurrección espontánea por parte de la población civil.
El asedio de Israel no se vivía solo en la ocupación de las tierras, sino que tenía sus consecuencias en la vida social con grandes tasas de desempleo, represión sistemática, restricciones en la movilidad dentro de Gaza y Cisjordania, entre otras cosas.
¿De qué manera se desarrolló? Al no tener una organización formal por detrás, los pobladores civiles usaron los recursos que tenían a mano para llevar a cabo y sostener el levantamiento. De esta manera, las piedras pasaron a ser las armas contra las que se enfrentaban a los tanques del ejército de Israel. Las molotov caseras como los carteles con slogans también fueron parte de la resistencia diaria.
El objetivo no era derrotar a su enemigo político, el sionismo del gobierno del país vecino, ya que no tenían las herramientas suficientes para lograrlo. Sin embargo, lograr la visibilización de la situación que se vivía se tornó como el principal propósito de la insurrección civil, con el fin de que la comunidad internacional supiese y tome conciencia de los acontecimientos que ocurrían en tierras palestinas.
Desde 1987 hasta 1993 la resistencia palestina estuvo en la calle y la visibilización del conflicto se hizo internacional. Se podía observar en todo el mundo como la juventud palestina se enfrentaba con piedras contra los tanques enemigos. En 1991, auspiciado por el gobierno estadounidense, se conformó la Conferencia de Paz en Madrid con el fin de buscar solución al conflicto. Luego de más de un año de reiterados encuentros, en 1993 se logró poner fin a la situación, aunque la ocupación no cesó y múltiples Resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) no fueron ni siguen siendo acatadas por los distintos gobiernos de Israel.
¿Qué significó el levantamiento popular? Para comenzar, se mostró ante el mundo la resistencia del pueblo palestino a la ocupación de tierras. Esta forma de resistencia tuvo impacto internacional ya que en otros países se tomaron acciones similares años siguientes, como Argelia y Jordania, entre otros.
La Intifada puso freno a una estructura de ocupación que imponía el gobierno de Israel. También mostró la irrupción en la escena política de civiles que no tenían gran impronta política, como trabajadores, mujeres y jóvenes. Políticamente dio lugar a la formación de HAMAS, organización política-armada palestina, que pasó a sumar importancia como liderazgo nacional dentro del país. Internacionalmente fue tomada como una agrupación terrorista, y la OLP continuó siendo la referencia política en el mapa internacional.
Para cerrar, podemos mencionar que existió una segunda Intifada, llamada la Intifada de al-Aqsa, que se extendió desde el año 2000 hasta febrero de 2005. Por último, en 2015 sucedieron una serie bombardeos que llevaron a nuevos levantamientos populares. Dos años después, tras el anuncio de Donald Trump de trasladar la embajada estadounidense a Jerusalén, ocurrieron importantes levantamientos civiles. Ambos sucesos quisieron ser catalogados como posibles nuevas intifadas, aunque no tomaron la relevancia de las anteriores.
Guido Luppino, [email protected]