Recomiendo:
0

La lucha de los trabajadores del metal en Vigo continúa tras siete días de enfrentamientos con los antidisturbios

Fuentes: Insurgente

La huelga del sector metalúrgico en la provincia de Pontevedra está dejando en Vigo imágenes similares a las que se vivieron en 2006 y 2007. La ruptura de la negociación del convenio colectivo de los trabajadores del metal, y las diferencias insalvables entre la oferta de la patronal y las demandas de los sindicatos, han […]

La huelga del sector metalúrgico en la provincia de Pontevedra está dejando en Vigo imágenes similares a las que se vivieron en 2006 y 2007. La ruptura de la negociación del convenio colectivo de los trabajadores del metal, y las diferencias insalvables entre la oferta de la patronal y las demandas de los sindicatos, han sumido a la ciudad en una auténtica batalla campal. El enfrentamiento entre antidisturbios de la Policía Nacional y los trabajadores se extendió ayer y antes de ayer por varios puntos de la ciudad al grito obrero de «Fuego, fuego». Los partidos PSOE, PP y BNG han condenado las «acciones violentas» de los trabajadores.

El conflicto del sector del metal de la provincia de Pontevedra, que reclama un convenio colectivo con una subida salarial de al menos el 4%, se radicalizó ayer con un durísimo enfrentamiento en las calles de Vigo entre los trabajadores y las fuerzas antidisturbios. Las escaramuzas de los operarios se iniciaron en diversos puntos de la ciudad a las diez de la mañana. Trataron de hacerse fuertes en el Concello de Vigo, en la estación marítima de la ciudad -coincidiendo con la escala del megabuque Independence of the Seas – y en un centro comercial en la zona central del litoral urbano, pero las fuerzas de orden público lo impidieron.

Las cargas policiales y las carreras fueron frecuentes durante toda la mañana. La policía se volvió loca con tantos frentes abiertos. La jornada fue el mejor ejemplo de una guerra de guerrillas. Varios contenedores quemados y cientos volcados (11 y 150, respectivamente) plagaban las calles, además de cientos de vallas procedentes de las obras. Miles de ciudadanos tuvieron que sortear durante toda la mañana estos enfrentamientos. Eso sin contar que el transporte urbano estuvo suspendido durante horas, después de que anteayer los manifestantes quemaran parcialmente un autobús.

Guerrilla urbana

Al final de la mañana, sobre las 12.30 horas, los trabajadores y las fuerzas antidisturbios libraron la batalla más violenta, no solo de esta huelga, sino también de las dos convocatorias anteriores. Fue, como siempre, en la zona cero , es decir, en los aledaños del astillero Hijos de J. Barreras, el mayor de toda la ría. Violentos enfrentamientos que terminaron al cabo de una hora. Unos 150 policías contra unos 500 irreductibles. Fue una intensa lluvia de tornillos, piezas de acero, tracas y petardos, además de contenedores en llamas y barricadas con fuego para cortar el tráfico en la zona del litoral de la ciudad. La respuesta fue una masiva lluvia de pelotas de goma y de botes de humo. Estos gases produjeron graves irritaciones de ojos y dificultades respiratorias a los que se encontraban en la zona del conflicto. Pero el intenso acoso policial no logró los frutos deseados y, al final, los agentes se retiraron, mientras los huelguistas celebraban su v Victoria . Varios cientos de trabajadores se habían fortificado en el perímetro del astillero con palés, empleando rampas de lanzamiento a base de láminas de madera para dirigir las tracas impulsadas por vainas de pólvora. Tras 40 minutos cercando las instalaciones de Barreras, algunos agentes llegaron a comentar a sus mandos que estaban agotando la munición.

El teniente de alcalde de Vigo, Santiago Domínguez (del BNG), ha condenado hoy los actos violentos registrados en la ciudad en la sexta jornada de huelga del sector metalúrgico, mientras que desde el PPdeG, su portavoz, José Manuel Figueroa, ha pedido la dimisión del concejal de Seguridad, Xulio Calviño.

El nacionalista Domínguez hizo un llamamiento a la «calma» y, pese a entender las demandas de los huelguistas, «condeno sin paliativos», subrayó, todos los actos vandálicos y violentos vivido durante más de tres horas en la ciudad con enfrentamientos continuos entre manifestantes y la policía.

Pidió a los representantes sindicales y a los empresarios que muestren su «voluntad» para reanudar la negociación e instó a la Xunta que tome parte en la mediación de manera «activa».

El subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Delfín Fernández (PSOE), defendió ayer la intervención de la Policía según dicta la Constitución y en «cumplimiento de sus obligaciones» de cara a preservar y defender la seguridad de la ciudad y sus habitantes. Aunque no pudo precisar los daños, puesto que aún es pronto para hacer valoraciones, aseguró que «tratarán en todo momento de garantizar los derechos y las libertades y proteger la seguridad ciudadana». De este modo, consideró la intervención policial «adecuada y proporcionada» a los hechos protagonizados por los huelguistas. Por su parte desde la Consellería de Trabajo, Beatriz Mato, apeló a patronal y sindicatos del Metal que «se sienten a la mesa negociadora y acerquen sus posturas» en el conflicto. Por otro lado, mientras que los titulares del gobierno vigués se limitan a condenar los actos «violentos» protagonizados por los huelguistas, el PP municipal pide la dimisión del concejal de Seguridad, Xulio Calviño, que estos días se encuentra fuera de la ciudad junto al alcalde, Abel Caballero.