Se realizó el pasado mes de agosto en el pabellón del Hombre y su Trabajo del museo de Eretz Israel de Tel Aviv una exposición fotográfica titulada: «Imágenes de la Tierra Santa (Palestina) Gente, Vida y paisajes 1898-1934» (link http://youtu.be/x658ifvSOIU). En esta exposición se exhibieron instantáneas de un gran valor antropológico en las que se […]
Se realizó el pasado mes de agosto en el pabellón del Hombre y su Trabajo del museo de Eretz Israel de Tel Aviv una exposición fotográfica titulada: «Imágenes de la Tierra Santa (Palestina) Gente, Vida y paisajes 1898-1934» (link http://youtu.be/x658ifvSOIU). En esta exposición se exhibieron instantáneas de un gran valor antropológico en las que se revela la belleza y el misticismo del mundo rural de la época. La obra, cuyos autores son miembros del taller fotográfico de la Colonia Americana de Jerusalén, pertenece en su totalidad al Museo de Historia Judía de Ámsterdam.
La derrota de los ejércitos árabes en la guerra de 1948 no sólo significó el exterminio de sus pobladores, el éxodo, la pérdida de las tierras, sus hogares y medios de sustento económico, sino también el expolio del patrimonio artístico y cultural palestino.
Los invasores israelíes se han dedicado sin ningún escrúpulo a la rapiña y el saqueo de las obras de arte, los archivos, los fondos documentales, las bibliotecas, museos, las piezas arqueológicas, es decir, las señas de identidad y la memoria histórica del pueblo palestino.
Es paradójico que gran parte del legado cultural palestino esté en manos de instituciones tanto públicas como privadas judías (sin contar las obras adquiridas en las subastas internacionales o por intermedio de los traficantes de objetos de arte). En los acuerdos de Oslo se determinó que Israel se haría responsable de la custodia de los vestigios arqueológicos en Cisjordania hasta que se logrará un acuerdo de paz definitivo.
El museo de Eretz Israel que fue creado en 1953 por el emigrante judío alemán Walter Moses, cuenta con varios pabellones entre los que cabe destacar los de arqueología, etnografía, folklore, artesanía judía, arte decorativo, historia e identidad (es común que los museos de Israel reciban generosas donaciones en efectivo y obras de arte de los millonarios judíos repartidos por el mundo entero).
La principal función del museo Eretz Israel es la de enaltecer el «glorioso pasado» del pueblo hebreo y demostrar el por qué ellos son los legítimos propietarios de la «tierra prometida». Los relatos bíblicos o de la Torá y los restos arqueológicos son los principales argumentos que esgrimen los estudiosos con el fin de validar la ocupación de Palestina. «Las excavaciones llevadas a cabo a lo largo y ancho de Israel por los investigadores han desvelado una verdad inobjetable: Dios ha elegido al pueblo judío para gobernar sobre Tierra Santa». «Por lo tanto este museo, que atesora la herencia divina de los antepasados, servirá para mantener eternamente el fervor nacionalista y el amor patrio de las futuras generaciones» (se lee en el folleto informativo).
La Colonia Americana de Jerusalén se fundó en el año 1881 por iniciativa de Anna y Horacio Spafford, una pareja oriunda de Chicago en EEUU, que junto a cientos de adeptos constituyeron una comunidad cristiana utópica guiada por los principios evangélicos descritos en la biblia. Cuando durante el transcurso de la Primera Guerra Mundial se enfrentaron el ejército inglés contra las fuerzas del Imperio Alemán y el Otomano en la campaña del Sinaí y Palestina, la Colonia Americana se dedicó a distribuir ayuda humanitaria entre la población civil afectada por el conflicto.
En 1898 los miembros de la Colonia Americana adquirieron varias cámaras fotográficas con el fin de documentar la visita a Jerusalén del káiser alemán Guillermo II. A partir de ese momento fueron recopilando en sus archivos miles de fotografías de Oriente Medio que los expertos consideran uno de los mayores tesoros etnográficos de fines del siglo XIX y principios del siglo XX.
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