Traducido del inglés para Rebelion por Beatriz Morales Bastos
Los palestinos están haciendo sonar la alarma porque los continuos trabajos de excavación emprendidos por Israel bajo Haram al-Sharif (el noble santuario) en al-Quds (ocupado Jerusalén este) suponen un peligro «real e inmediato» para su Mezquita de al-Aqsa, el tercer lugar santo del Islam.
«Las continuas excavaciones israelíes justo debajo de la Explanada de Haram al Sharif ya han causado un daño irreparable a la estabilidad de los cimientos de la Mezquita de al-Aqsa», declaró a IslamOnline.net el jeque Raed Salah, dirigente del Movimiento Islámico.
Salah, que durante 25 años ha estado controlando de cerca las excavaciones israelíes en la Ciudad Vieja de al-Quds, afirma que Israel está haciendo caso omiso de las protestas de los países árabes y musulmanes por los peligros que sus excavaciones suponen a los santos lugares islámicos.
En los últimos años el gobierno israelí en coordinación con poderosos grupos de colonos empezaron a excavar una enorme red de túneles por toda la Ciudad Vieja. Israel describe los túneles como «proyectos turísticos» que no suponen un peligro para los santos lugares islámicos. Sin embargo, organizaciones palestinas y algunas israelíes, incluido el Comité contra la Demolición de Casas, creen que el objetivo último es crear una ruta de acceso subterránea para atacar al-Aqsa y otros santos lugares islámicos de la zona.
El pasado año un abogado israelí que representa un grupo en contra de los asentamientos, Ir Amin, reveló que colonos financiados por el gobierno estaba tratando de establecer «hechos irreversibles» como parte de un plan de adquisición
«No tengo la menor duda de que los cimientos de al-Aqsa ya se han visto gravemente debilitados debido a esos túneles y a otras excavaciones», mantiene el jeque Salah. «No hace falta ser un gran arquitecto para darse cuenta de ello. Ya hemos visto agujeros y grietas por toda la zona».
Una sección de la Mezquita al-Aqsa se derrumbó el año pasado a consecuencia de las excavaciones que se habían hecho debajo de ella. El derrumbamiento se produjo cerca de la fuente de Qaitbay, en la sección oeste de la mezquita. El enorme agujero de un metro de profundidad se consideró un ominoso presagio de lo que va a suceder.
Una escuela del barrio de Silwan también se derrumbó parcialmente debido a las excavaciones israelíes en la zona.
La demolición de al-Aqsa
El jeque Salah afirma que él está completamente seguro de que Israel quiere destruir la Mezquita de al-Aqsa. «Quieren hacerlo de modo que parezca que sucede a consecuencia de una catástrofe natural, como un terremoto».
Salah afirma que Israel tiene un «plan diabólico» y está llevándolo a cabo mientras que los musulmanes se limitan a observar y a contentarse con protestas verbales. «Las reacciones verbales no detendrán los planes israelíes contra los santos lugares, especialmente contra la Mezquita de al-Aqsa», insistió. «Necesitamos una postura activa por parte de los gobiernos y de los pueblos musulmanes. Los musulmanes deben enviar un mensaje inequívoco a Israel y a quienes lo apoyan de que los santos lugares en al-Quds están en grave peligro».
Al-Aqsa es la primera Qiblah [dirección hacia la que rezan los musulmanes] de los musulmanes y el tercer lugar santo tras al-Ka`bah en La Meca y la Mezquita del Profeta Mahoma en Medina, Arabia Saudí.
Su trascendencia se vio reforzada por el episodio de al-Isra’a y al-Mi’raj, el viaje de una noche desde La Meca a al-Quds y el ascenso al cielo del Profeta Mahoma (que la paz y las bendiciones sean con Él).
Los dirigentes religiosos israelíes, incluyendo los miembros del [parlamento israelí] Knesset no están ocultando sus planes en relación a al-Aqsa.
El grupo Temple Mount Faithful [Fe del Monte del Templo], un grupo fascistas extremista, se dedica a la demolición de la Mezquita de al-Aqsa y de la Cúpula de la Roca. El Temple Mount Institute [Instituto del Monte del Templo], otra sociedad judía extremista, ha preparado unos planes detallados para la reconstrucción del supuesto Templo de Salomon sobre las ruinas de al-Aqsa. Tiene un enorme prototipo del templo, con ropas especiales para sus rabinos, lugares especiales para los ofrendas el sacrificio, cáliz de incienso, vasos de cobre para las ofrendas de comida, vaso de plata para la libación del vino y otros utensilios para las ofrendas.
No es una exageración
En los últimos años las autoridades de ocupación israelíes han autorizado a judíos extremistas a rezar dentro de la Explanada de Haram al Sharif. Altos cargos Waqf musulmanes (legado religioso) han advertido de que permitir a los judíos rezar en la Explanada no es más que una parte de un plan más amplio para usurpar los santos lugares musulmanes. «Creo que quieren asegurar un punto de apoyo que usarían más tarde para consolidar y expander la presencia judía», mantiene el jeque Muhammed Hussein, Jefe del Consejo Supremo Musulmán que supervisa la Explanada de Haram al Sharif. «Por ello los musulmanes de todo el mundo, pueblo y gobiernos, deben protestar de forma contundente por esta agresión descarada y provocativa a la santidad de los santuarios».
El jeque Raed Salah, que ha dedicado su vida a sacar a la luz los planes israelíes en relación a al-Quds, afirma que los musulmanes de todo el mundo deberían darse cuenta de que estas continuas advertencias no so exageradas. «¿Cuándo se darán cuenta los musulmanes de que los peligros son reales?¿Cuando se destruya la Mezquita y la noticia de su destrucción aparezca en al-Jazeera?».
Tiene un mensaje claro para los musulmanes y cuantos se preocupan por al-Quds y la Mezquita de al-Aqsa: «Sólo un genuino y rápido despertar de los árabes y los musulmanes puede ayudar, y esto es exactamente lo que estamos tratando de conseguir».
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