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La Nueve en Madrid, III República y deplorable mención al rey de la alcaldesa de París

Fuentes: Rebelión

Querida Rose-Marie: te envío esta información con el deseo de que estés informada y el ruego de que lo extiendas por los medios posibles también en Francia para que no se ignore lo que ocurre en España y resplandezca la verdad. Ayer, día 20 de abril, se inauguró en Madrid, en un barrio obrero, periférico, […]

Querida Rose-Marie: te envío esta información con el deseo de que estés informada y el ruego de que lo extiendas por los medios posibles también en Francia para que no se ignore lo que ocurre en España y resplandezca la verdad.

Ayer, día 20 de abril, se inauguró en Madrid, en un barrio obrero, periférico, en la banlieue como se dice allí, (aunque muy honroso, como cualquiera donde habiten seres de buena voluntad), un Jardín a La Nueve. El acto contó con gran afluencia de público y allí se dieron cita hombres y mujeres de los que hablaba Max Aub como lo que son: lo mejor de España. Estaban el único superviviente, Rafael Gómez, ese zapatero prodigioso que contribuyó decisivamente a liberar París; llegó desde Francia, a sus casi cien años, se desplazó para homenajear a sus compañeros fallecidos y dar testimonio. Fue muy aplaudido, abrazado y querido. Estaban Ascensión Mendieta (más de 80 años), que aún busca los restos de su padre por las fosas donde cree que puede estar.., y su hija; Daniel Pino, hijo de exiliado… Estaba la abogada Ana Messuti quien lleva la querella argentina (no puede ser querella española aún) contra los crímenes del franquismo y que siempre recuerda que el daño sigue, que los crímenes no prescriben; estaba Elsa Osaba, que siempre recuerda que sí hay que hablar de víctimas (impulsora muy activa de esta merecida iniciativa de homenaje y luchadora incansable por la recuperación de la Memoria, por la Justicia, por la Verdad y por la Libertad), que narró con una sonrisa siempre en la cara los horrores vividos por su familia y los traumas que se arrastran, de la antorcha que aún llevamos los que seguimos luchando y que resistimos y que no podemos, del todo no, tener nuestra propia vida.

Aparte de estas presencias de lujo, de emoción, portadoras de valores siempre (la de los políticos en estos casos es lo de menos y la de los que van a toda costa a hacerse la foto, es mucho menos…) las protagonistas de esta jornada fueron las muchas banderas republicanas que junto a las anarquistas portaban los asistentes. Se gritó por el fin de la Impunidad. Se pidió a la alcaldesa de Madrid «Memoria de la buena», se recordó a los políticos presentes que los crímenes del Franquismo no prescriben. Se dieron vivas a la República y no como nostalgia, sino como grito de futuro, pidiendo La Tercera, se lanzaron gritos contra los Borbones y se abucheó y afeó a Anne Hidalgo, alcaldesa de París, que justificó la presencia del Rey y su invitación a la inauguración del primer Jardín de La Nueve en París. «Ufff», sonó, y se recordó el daño que hace esto a las víctimas. Y ella, dijo: «Nada de Uf». La mención al rey de una Monarquía impuesta por un dictador, rechazada, no era necesaria y sí es hiriente para muchísimas víctimas y familiares, algunos de los cuales sintieron que a partir de la intervención de la señora Hidalgo ya no se sentían a gusto en el acto e incluso se retiraron. Esto no sale en los periódicos a la medida de lo convencional. Señora Hidalgo, entérese bien: «No queremos a los Borbones», nos hiere su mención en actos conmemorativos de los defensores de la libertad y la democracia. España es una excepción y junto a Camboya tenemos el honor de estar los más altos en la lista por desaparecidos. Aquí no hubo un Núremberg ni hemos tenido la fortuna de París, no se ha liberado España. No nos desee lo que no quiere que le pase a usted. Ni siquiera el pueblo francés merece que les devolvamos a estos capetos.

Mire la prensa, está investigada la empresa que recuenta los votos electorales, detenido el amigo de la reina, es un país este que visitó usted con muchos deberes por delante, que nos corresponden, desde luego, pero no nos laceren más. Usted habló de reconciliación, ¿qué reconciliación sin Justicia, señora? Usted se contradice, republicana se autodenominó y sin embargo ese apego a nuestro rey, ¿qué le pasa?

Hoy, los que participamos nos comunicamos, nos escribimos las impresiones que la prensa convencional no refleja porque no es lo que quien paga y manda, manda… Se reciben e-mails de protesta. Se recuerda que los republicanos tenemos nuestras canciones propias y que los alumnos de instituto que estuvieron y participaron llevaron una buena lección o página de historia «siempre vetada en nuestro país». «Algunas cosas no estuvieron bien», se dice… Pero ¡qué cosas! Cosas FUNDAMENTALES. Fue un acto importante, importantísimo, y hay que agradecer a la Alcaldía de Madrid su esfuerzo, a Carmena y a Valiente, y a Sauquillo… Y como dijo Véronique Salou, hija de exiliado deportado: «que este acto sea la ventana abierta para que haya memorial para fusilados; fosas abiertas y reconocimiento para los deportados». Yo añado que nos falta media España que está fuera aún, nos falta no en el corazón, pero sí su presencia. Nos falta el exilio. El presidente de la República y el poeta Machado siguen fuera. Ojalá la normalización democrática haga posible con Justicia, Verdad, Reparación y República, que regresen. Esto, como otras muchas cosas, es reconciliación.

El acto fue hermoso, pero el poder siempre es el poder y el tufillo a la Transición trasnochada, pretendida paz en el mundo para todos (en vez del «Ay Carmela» que pedía el público, se optó por música africana, muy hermosa, por cierto) y por la pretendida y falsa reconciliación, y ya digo, mucha Transición, esa traición… La izquierda no se rindió en la Guerra de España, se rindió en la Transición. Y no toda, por supuesto, sino la que se acomodó en adelante a puestos, sillones, subvenciones y misiones de acuerdo a los resultados de Postdam y Yalta y a los intereses adecuados para la «reconciliación» y la paz de las conciencias y bolsillos de los vencedores y su prole de privilegiados que aún hoy se aprovechan del genocidio. Algunos siguen siendo muy maliciosos y tratando a los que no se dieron por vencidos de proclives a las armas o parecido, ¡Qué mala manera de homenajear la lucha!, ¡qué desmemoria!, ¡qué vergüenza!

En la placa conmemorativa se lee: «Jardín de los combatientes de La Nueve. A los españoles republicanos antifascistas que continuaron su lucha en el exilio en la Segunda División Blindada del Ejército de la Francia libre. Héroes de la Liberación de París. Agosto 1944». El texto está muy bien. No es sino una modesta placa en un monolito, pero los héroes verdaderos lo que más valoran es la lucha, el seguir… Y eso lo tienen asegurado. Esto es solo, además, un homenaje. El reconocimiento, como dijo Elsa Osaba, «ha de venir del Parlamento y ser allí», y ha de venir, solo será así, cuando el fascismo deje de ser legal en España, cuando seamos capaces de liberar España como se liberó Francia entera.

A este país le faltan muchas asignaturas por aprobar, aquí hay mucho gato encerrado y mucha mano negra y aquí hay muchas heridas abiertas, aquí donde cada día se siguen viendo barbaridades: a víctimas y familiares de asesinados en los campos de exterminio nazis se les expulsa hasta de Amical Mauthausen por protestar para que no les pongan en el gallinero de nuestro Senado y para que nos traten igual que a los judíos en los homenajes a las víctimas del Holocausto porque no se enteran que fuimos hermanos de sufrimiento y españoles murieron como tantos en esos campos malditos, porque eran demócratas. Llevamos años y años reclamando igual trato para todos, llevamos años soportando insultos, y que a los españoles apenas se nos dé siquiera un reconocimiento.

Sin República no hay paz, no habrá justicia, no estará liberada España. Sin República no hay conciliación. Sin República no hay solución. La República no es nostalgia ni melifluas maneras de tratarla, es el futuro inmediato y urgente y el pueblo la va a proclamar.

¡Salud y III!

Un fuerte abrazo a Daniel y a ti y a todos los que no se dan por vencidos.

PD: El parque está en la calle de los fascistas García Noblejas, que, según promete el Ayuntamiento, será cambiada muy pronto por la calle Institución Libre de Enseñanza. Elsa Osaba y muchos seguiremos luchando sin darnos por vencidos. Y el asesor del distrito de Ciudad Lineal, me prometió a mí que no me pasará nada porque taché «roi» e intenté escribir ¡No pasarán! en el panel de la exposición sobre La Nueve que se ha instalado en el Centro Cultural Príncipe de Asturias (menudo nombre para la ocasión) y es que ese panel reflejaba la chapa antigua que se puso en París (a la entrada del Jardín que está más céntrico, donde el Ayuntamiento, y es un jardín en condiciones…) donde hay mención al «roi» ¡Qué horror! ¡Qué daño para las víctimas y familiares! El daño continúa… (se lo conté a la abogada Messuti).

Fue un impulso y pedí disculpas por tanta gente que ha hecho posible la muestra (impecable por lo demás) y los actos de estos días. Me dijo que no pasaría nada si no volvía a tener otro impulso, mientras una asistente aclaraba que el conflictivo es el rey que se cuela por todas partes, que se impone, cuando sabe que no es querido por el pueblo. La policía municipal se fue, después de anotar carnets. Aquí somos de anotar todo. Esperemos que eso sea así, sobre todo, que retiren esa ofensiva placa y la reemplacen por la que de verdad luce en París, donde, como sabes, afortunadamente, y tras las protestas de la Asociación 24 de Agosto, y creo que de más personas, ya no tiene lo «roi» por parte alguna. En Francia siempre se sabe eliminar a los «roi», pero alguno nos lo quiere encajar aquí; no es de recibo.

Enriqueta de la Cruz es periodista y escritora, miembro cofundadora de la Asociación Civil Milicia y República (ACMYR)

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.