Recomiendo:
0

Entrevista con Juan Carlos Spinola y Karlos Royo, trabajadores de Telefónica

«La opinión pública debe saber que Telefónica desatiende a sus clientes y reprime a sus trabajadores»

Fuentes: Rebelión

Desde mediados del mes de junio se está desarrollando en la multinacional Telefónica una huelga indefinida de una hora de duración a la semana de dos colectivos de trabajadores. La movilización, a pesar de la época estival, ha ido en progresivo aumento entre los trabajadores afectados. Pero la respuesta de la dirección de la empresa […]

Desde mediados del mes de junio se está desarrollando en la multinacional Telefónica una huelga indefinida de una hora de duración a la semana de dos colectivos de trabajadores. La movilización, a pesar de la época estival, ha ido en progresivo aumento entre los trabajadores afectados. Pero la respuesta de la dirección de la empresa ha sido contundente: notificación de despido a 10 trabajadores que formaban parte de los Comités de Huelga por promover y participar en una huelga que consideraba ilegal. El 30 de setiembre se convocó una huelga de 4 horas en todo el estado y para toda la plantilla.

Hablamos con Juan Carlos Spinola, del grupo PNP de Comercial y con Karlos Royo, del grupo GMO, trabajadores afectados por los despidos.

-¿Qué es PNP?

-Juan Carlos: Es un departamento de Comercial, dependiente de Atención al Cliente (el 1004) pero que atiende a Pymes, Negocios y Profesionales.

-¿Y GMO?

-Karlos: Los Grupos Móviles Operativos nos encargamos de la resolución de averías en equipos, en centrales o clientes así como de la constitución de nuevos circuitos.

-¿Cómo surge el conflicto en el área Comercial?

-JC: La presión en el área comercial es muy fuerte y el resultado lógico es el alto índice de bajas por depresión sobretodo por carga mental. A partir de ese dato en el mes de febrero se recogieron en los departamentos unas firmas para denunciar sus causas.

-¿Cuáles son esas causas?

-JC: La dificultad para realizar cambios de turnos, la ausencia de teléfonos para uso interno y personal, la ausencia de mejoras para superar las situaciones de estrés detectadas en las encuestas sobre riesgos psicolaborales, la elevada cantidad de turnos partidos que impiden una conciliación de la vida laboral y familiar, las escuchas y grabaciones que, bajo el pretexto de la formación, añaden un elemento mas de tensión al sentirnos observados, la escasa formación que se pretende sustituir con exceso de información a través del correo electrónico y el plan de incentivos que solo genera malestar entre los compañeros.

-¿Y cómo surge en los GMO’s?

-K: En el último Convenio los problemas fundamentales no se resolvieron y se dejaron abiertos con un párrafo en cada capítulo en el que se daba la posibilidad de establecer Mesas de Trabajo para desarrollarlos. Además se firmó el ERE para 15.000 trabajadores que han diezmado la plantilla. A partir de ahí se han producido grandes pérdidas en las condiciones de trabajo que no se han sabido o no se han querido resolver por parte de la empresa.

-¿Cuáles son esas pérdidas?

-K.: La falta de plantilla ha generado una ampliación de funciones que no han ido acompañadas de la formación y herramientas necesarias, el estado de las centrales telefónicas se encuentra en un estado de abandono lamentable desde que no están atendidas por personal y suponen un grave riesgo para la integridad física de los trabajadores, se está abusando en la aplicación de la Normativa Laboral y el Convenio Colectivo en temas como la ampliación de jornadas o la realización en solitario de trabajos con riesgo, presiones en las urgencias de atención de averías, atención del móvil mientras conducimos, estado lamentable del parque de vehículos…

-¿Cuáles fueron las primeras reacciones en PNP?

-JC.: Se inició una recogida de firmas en el mes de febrero que fue apoyada por 151 trabajadores de 200 existentes en la central de Irún de Madrid que se envió al Comité de Empresa de Madrid. Esta se lo remitió a la dirección de la empresa y ésta nos contestó a cada uno individualmente argumentando que no había motivos para quejarse. El Comité de Empresa contestó diciendo que lamentaba que no tomara cartas en el asunto y la dirección volvió a contestar explicando que las quejas eran ficticias y que ya se estaba tomando medidas para que las cosas funcionasen bien.

-¿Y en GMO?

-K.: También realizamos en febrero una recogida de firmas entre los trabajadores afectados, después de meses de descontento y de intentos de ser escuchados por nuestra dirección, donde dábamos muestra de todos los problemas que sufrimos diariamente. Estas firmas se mandaron al Comité de Empresa de Madrid y éste se dirigió a la empresa para que iniciara las conversaciones necesarias para subsanarlos. Pero en una reunión con la empresa ésta expresó que tales problemas no existían o que, al menos, ella no tenía conocimiento de ellos, a pesar de las numerosas reclamaciones que los trabajadores llevábamos meses cursando. En abril, los compañeros de Madrid nos establecimos en asamblea permanente en un encierro de 24 horas en la central de Ríos Rosas, y tras un largo y profundo debate, decidimos anunciar nuestra intención de iniciar movilizaciones si se nos seguía ninguneando.

-¿Cómo se concretó el apoyo sindical?

-JC.: En Comercial nos reunimos ya en el mes de junio con AST, CGT, CoBas, STC, UTS y En Construcción y decidimos proponer una huelga para exigir unos turnos mas razonables, que se tomaran medidas para eliminar los riesgos psicosociales, se permitieran los cambios de turnos solicitados sin tantas trabas, se eliminaran las escuchas y grabaciones, se aumentaran la formación, se aumentara la plantilla y se simplificaran las aplicaciones informáticas. Pero, a partir de ahí, algunos sindicatos empezaron a descolgarse y solo AST y CGT apoyaron la huelga.

-K.: El apoyo a los GMO’s en Madrid, igual que en Comercial, solo se produjo por parte de AST y CGT. El resto de fuerzas sindicales nos regalaron con su silencio mas absoluto o, en algún caso, con puñaladas traperas. Es el caso de CCOO y UGT que, en plena gestación del conflicto, consensuaron con la empresa un texto que regulaba los trabajos en solitario, sin conocimiento ni consulta previa a los trabajadores. Este nuevo texto nos aboca a trabajar en solitario en la práctica totalidad de los casos. Cuando los trabajadores tuvimos conocimiento de este acuerdo se celebraron asambleas en las que la plantilla de Madrid votó abrumadoramente en contra. Pero, a pesar de ello, se firmó el acuerdo. Fue la gota que colmó el vaso.

-Y comienzan las movilizaciones…

-JC.: Sí, en Comercial convocamos una huelga indefinida de 1 hora todos los martes entre la doce y media y la una y media, a partir del 21 de junio.

-K.: Y en GMO’s se convocó también de forma indefinida, de 1 hora de duración en los diferentes turnos todos los viernes, a partir del 17 de junio.

-JC.: En Comercial solo afectaba a trabajadores de cinco provincias y la empresa nos citó para considerar algunos aspectos de la huelga. Se limitaron a leer un texto ya preparado en el que justificaban su actuación porque se trataba del acuerdo al que había llegado con la representación de los trabajadores en la Mesa de Comercial según el Convenio Colectivo y por ciertas resoluciones judiciales que se niega a facilitar. Las reivindicaciones laborales pretendían cambiar lo pactado en Convenio Colectivo y, por tanto, consideraban la huelga ilegal. Expresamos nuestra disconformidad porque las reivindicaciones eran las expresadas por los trabajadores y, en todo caso, la ilegalidad o no debería estimarla un juez. Incluso, el 16 de junio se reunió la Mesa de Comercial donde se abordaron de forma genérica nuestras reivindicaciones.

-K.: En GMO’s se establecieron los Comités de Huelga, integrados en mayoría absoluta (9 de 12 miembros) por trabajadores de los centros y, en una primera reunión, la empresa nos dice que considera la huelga ilegal y se nos prohíbe entrar a los centros a informar a los compañeros y realizar asambleas.

-Y aquí está la clave en los motivos de los expedientes a los trabajadores, ¿no?

-JC.: Sí, CGT a última hora, ante la amenaza de sanciones por parte de la empresa, se desmarca de la convocatoria y desconvoca. Retiran varios puntos y convocan para el martes siguiente. AST estima que la empresa no es quién para declarar la ilegalidad de la huelga y continúa con la convocatoria. Nosotros consultamos en diferentes asambleas a los trabajadores y consideran que la convocatoria de CGT no les gusta y continuamos con la movilización. A continuación, la empresa abre expediente a todos los miembros del Comité de Huelga.

-K.: En GMO’s la movilización comienza solo en Madrid y CGT la retira para volver a convocarla en los mismos términos para el viernes siguiente. La de AST la empresa la considera ilegal y admite la de CGT, dentro de la estrategia de amedrentar a todos los compañeros y creando una campaña de confusión y de intento de división entre los sindicatos convocantes. Nosotros continuamos con nuestro plan porque la huelga es un derecho protegido por la Constitución y porque creemos absurdas las razones de la empresa como el hecho de que hayamos buscado una fórmula de movilización que menos daño hacía a los trabajadores y mas lesiva era para la empresa. El comité de huelga ofreció de buena fe a la empresa aclarar todas las dudas sobre la convocatoria y subsanar cualquier posible incorrección. La empresa se negó. Igual que en Comercial, la empresa abre expediente a los miembros del Comité. Conviene aclarar que, según se recoge en la Constitución, toda huelga se presupone legal mientras las autoridades competentes no digan lo contrario. La empresa está actuando como si la huelga fuera ilegal antes de que la autoridad judicial se manifieste sobre el caso y sin que el ministerio haya contestado a su solicitud de ilicitud de la huelga.

-JC.: En una nueva reunión del Comité de Huelga con el empresa, celebrada el 28 de junio, de nuevo insistimos en nuestra voluntad de negociar y en esta ocasión ya partimos de tres puntos: la retirada de las sanciones, la negociación de las reivindicaciones que causan el conflicto y la denuncia por la prohibición de convocar asambleas informativas.

-A continuación vienen los despidos.

-K.: De todos los expedientes abiertos a los compañeros de GMO’s, la empresa resolvió a primeros de agosto con la carta de despido a 8 miembros del Comité de Huelga, anuló 2 y sobreseyó otros 2. Es decir, despide a los trabajadores con menos experiencia sindical, trabajadores del grupo afectado, y «perdona» a otros cuatro, precisamente los representantes de CGT, AST y el Comité de Empresa de Madrid, sin dar razones en algunos casos y alegando que ni han participado ni han promovido la huelga ilegal en otros. El reparto no es casual. Se pretende dar un castigo ejemplar en la cabeza de los trabajadores miembros del comité de huelga y deslegitimar a los compañeros que desde los sindicatos y el comité de Madrid nos están apoyando.

-JC.: A nosotros nos enviaron la carta de despido con fecha 16 de agosto, en el límite legal, y anulan unos, sobreseen otros y despiden a dos trabajadores, entre ellos yo. No explican los motivos de la discriminación e incluso invitan al resto de miembros a firmar un escrito reconociendo que desconocían las repercusiones que tenía participar en un Comité de Huelga. Si lo hacían, les anulaban el expediente.

-¿Cómo ha respondido el colectivo de trabajadores afectados ante esta convocatoria de huelga?

-K.: La huelga comenzó en Madrid y fue seguida mayoritariamente por la plantilla afectada. Pero a pesar de ser época estival y de vacaciones, y de la campaña de amenazas, confusión, censura y represión por parte de la empresa, el seguimiento ha ido en aumento. En la actualidad estamos parando en 38 provincias y el número de compañeros que está parando ronda los 800, cuando el colectivo de GMO’s está en los 1.200.

-JC.: En Comercial somos cinco provincias las afectadas: Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Coruña.

-K.: Y el porcentaje de huelguistas sigue en aumento e incluso hemos recibido el apoyo de otros sectores de la empresa. A partir de los despidos, también hemos recibido el apoyo del resto de sindicatos declarando que no iban a permitir esta agresión a los trabajadores.

-Sin embargo, la actitud de ciertos sindicatos os ha dolido.

-K.: Sí, por un lado se está extendiendo de forma interesada el rumor de que no estamos despedidos porque el despido está condicionado a la sentencia del conflicto colectivo interpuesto por la empresa sobre la legalidad de la huelga, y eso no es cierto. La efectividad de los despidos está «diferida» a la fecha de publicación de la sentencia, no condicionada a lo que diga dicha sentencia. Podría darse el absurdo caso de que el juez declarara legal la huelga y en ese mismo momento estuviéramos despedidos por «promover y participar en una huelga ilegal». Por otro lado se está atacando despiadadamente a los sindicatos que nos apoyan acusándoles de protagonismo e irresponsabilidad. Inadmisible!!

-JC.:También hay quien nos ha dicho que no emprenderá medida alguna hasta que los despidos no sean efectivos. Es algo absurdo y que nos recuerda a Sintel: una vez fuera de la empresa nadie movió un dedo por ellos. Y en ese caso sí que cualquier medida puede ser declarada ilegal por la empresa por promover movilizaciones por trabajadores que ya no son de Telefónica.

-K.: Los hay también que dicen apoyarnos pero matizan que están en contra por ser una huelga sorpresiva y que no ha habido ningún intento previo de negociación, cuando en realidad llevábamos meses de asambleas, reclamaciones, escritos a la empresa, etc… antes de declarar la huelga.

-JC.: Se ataca a AST diciendo que los compañeros sancionados sin experiencia sindical no tenían la protección de los delegados sindicales cuando todos ellos, antes de comenzar la movilización, fueron nombrados delegados.

-K.: Y hay organizaciones sindicales que plantean la posibilidad de retirar la convocatoria de huelga a cambio de los despidos. No podemos admitir ese chantaje porque daríamos la potestad a la empresa de decidir a partir de ahora qué huelga es legal y qué huelga es ilegal. No podemos olvidar que hemos llegado hasta aquí por luchar por nuestros derechos. Nuestras reivindicaciones son justas, claras e irrenunciables. La empresa no se ha sentado aún a negociar nada. Se ha limitado a actuar fuera de la ley considerando unilateralmente la huelga ilegal y a amenazar y reprimir a los compañeros.

-¿No existe, en el fondo, una profunda división sindical por el modo de entender esta actividad?

-K.: Está claro que sí. AST y CGT son los únicos sindicatos que apoyaron sin matices las reivindicaciones de los trabajadores desde el principio. Luego nos mostraron su apoyo CIG, LAB, En Construción, Cobas y ASK. Nosotros, desde Madrid, hicimos un llamamiento a todos los sindicatos y solo fuimos atendidos por AST y CGT. Los sindicatos mayoritarios optaron por callarse y pretendieron actuar por su cuenta, al margen de la opinión de los trabajadores. Hay que aclarar que nuestra huelga no es contra ningún sindicato. Estamos exigiendo que se cumpla la Normativa Laboral y el Convenio Colectivo. Estamos luchando por dar un buen servicio público en unas condiciones dignas de seguridad en el trabajo. Son algunos sindicatos los que se han ido posicionando en contra de la movilización por intereses propios más o menos confesables.

-JC.: Lo que hay es una diferencia profunda y un nuevo modelo sindical. Nosotros no estamos a favor de que las huelgas se hagan por departamentos pero, vista la representación que tenemos en el Comité Intercentros y cómo estos sindicatos firman acuerdos en contra de los intereses de los trabajadores, se impone lo que hemos denominado el modelo OSI. Los compañeros de este departamento mantuvieron un pulso de cerca de un año por sus condiciones laborales y al final consiguieron sus objetivos negociando directamente con la empresa, incluso con el obstáculo de los sindicatos mayoritarios.

-K.: Esta nueva forma de lucha sindical está desarrollando un nuevo modelo de movilización de los trabajadores que está haciendo mucho daño, por un lado a la empresa, que observa cómo el modelo sindical gestado por ella durante tanto tiempo, se le está desmoronando. Y, por otra parte, a los sindicatos mayoritarios que están perdiendo el protagonismo y las prebendas que el modelo actual les concede.

-La lucha se ha extendido ya a toda la plantilla con la convocatoria de paro para el 30 de setiembre.

-JC.: Sí, y ahí también se ha reflejado la diferencia entre los sindicatos. Los trabajadores sancionados entendíamos que la huelga de 4 horas para ese día debía recoger tres puntos: que se retiraran las sanciones, que la empresa se sentara a negociar con los Comités de Huelga y que se respetara la Normativa Laboral. Pero la mayoría de los sindicatos entendían que solo apoyarían activamente la huelga si el único punto era la retirada de las sanciones olvidándose de las causas de esas sanciones. Y, de nuevo, solo CGT y AST han apoyado esta reivindicación.

-K.: Esperamos el apoyo de todos los trabajadores de Telefónica, a pesar de las trabas de ciertas organizaciones sindicales y de la empresa. El órdago de la empresa pone en cuestión la seguridad laboral y el derecho de huelga de cualquier trabajador. Telefónica es una referencia empresarial en este país y si consentimos que se permita estos desmanes también será una referencia para el resto de empresas en este sentido. La opinión pública debe saber que Telefónica muestra su cara más dulce en sus campañas publicitarias, mientras desatiende en la práctica a sus clientes y exprime y reprime a sus trabajadores y trabajadoras.