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La pobreza del president Mas

Fuentes: Rebelión

Artur Mas, como sus hijos si ando errado, estudió en Aula, una escuela privada-privada de la élite ilustrada barcelonesa. Se le nota. Argumenta con fuerza, muy seguro de sí mismo y de las razones esgrimidas. Se cree listo y preparado. Eso sí, su origen de clase, y su claro posicionamiento a su favor, le impide […]

Artur Mas, como sus hijos si ando errado, estudió en Aula, una escuela privada-privada de la élite ilustrada barcelonesa. Se le nota. Argumenta con fuerza, muy seguro de sí mismo y de las razones esgrimidas. Se cree listo y preparado. Eso sí, su origen de clase, y su claro posicionamiento a su favor, le impide colegir, en determinados temas, las inferencias que parecen deducirse de sus análisis, datos e informaciones.

El pasado lunes 17 de octubre [1] intervino en el acto central del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza que se celebró en Barcelona., un encuentro organizado por la «Taula de les Entitats del Tercer Sector Social de Catalunya», un colectivo que agrupa a unas 4 mil entidades.

Mas habló de la pobreza en Catalunya, éste era el tema central. Aprovechó la ocasión, cómo no, para reiterar su mensaje mil veces repetido dirigido esta vez a las entidades asistentes: su gobierno no tiene más recursos (y no parece que vaya hacer nada para incrementarlos [2]) y las entidades sociales tendrán que ser más eficientes y pasar con lo puesto. Uno de los lemas de la campaña electoral de CiU: con menos haremos más. ¡Quina cara senyora Clara!

La tesis presidencial sobre la pobreza en Catalunya: a pesar del repunte que ha tenido en estos años de crisis, sus causas son estructurales, no coyunturales. El argumento artur-masiano: cuando la economía catalana «iba bien» -hace, pongamos, cuatro o cinco años-, con tasas de paro en torno al 7%, la pobreza se situaba en cifras próximas al 18 o 19% de la población. Actualmente, con un porcentaje de paro que se aproximan al 18% o más (y mucho más en determinados sectores: la juventud es ejemplo conocido), las cifras de pobreza se sitúa entre el 20 y el 21%. ¿Y entonces? ¿Qué puede inferirse entonces de estos datos? ¿Qué cosecha colegimos de esta siembra? Pues nada nuevo según el president formado e instruido en Aula: que la pobreza en Catalunya es estructural, que la crisis tan sólo la incrementa dos o tres puntos, y que no hay más recursos públicos para salir de este marasmo. No hay más teoremas, no hay más corolarios.

Pero bien pensado, ¿qué puede significar afirmar que la pobreza es estructural? ¿No debe, no debería un gobierno pensar y actuar desde y con esta perspectiva? ¿No habría que hablar entonces -y actuar en consecuencia- de desigualdades sociales, de precariedad, de condiciones de trabajo, de contrarreformas laborales, del coste de la vivienda, de explotación, de marginación, de lucha de cases si se me permite el desvarío marxiano (y warrenbuffettiano), es decir, del ABC del funcionamiento usual de eso que llamamos capitalismo y que suelen publicitar los portavoces de las clases y grupos a los que pertenece el president como el no va más de lo óptimo, la sociedad abierta del libro mercado? ¿No tendrá alguna relación el sistema socioeconómico imperante con situaciones que, se afirma y acepta, son estructurales? ¿O es que este sigue siendo, leibzianamente, el mejor de los mundos posibles y nada nuevo hay que ofrecer y pensar? ¿Tendrán entonces razón y razones los indignados cuando sostienen que no es la crisis, que es el capitalismo, como afirmaba la pancarta que colgaron durante la ocupación del edificio que había sido propiedad del Banco Español de Crédito -futura metatienda Apple- en Plaza Catalunya?

Àngel Guiteras, presidente de la Taula del tercer sector, mantuvo en cambio, como parece no sólo justo sino razonable, que la erradicación de la pobreza sí que es una meta posible, que ha sido y es una cuestión de voluntad política. Puso un ejemplo iluminador y, por lo demás, nada radical: si se redujese tan sólo un 12% -no un 50 o un 60%- el fraude fiscal, estimado en más de 80 mil millones de euros, los 9.600 euros recaudados permitirían una renta básica -si bien no universal- de 600 euros para todas aquellas personas sin trabajo que no cobran ninguna prestación. Seiscientos euros, si que decir tiene, no permiten una vida digna pero ayudan a superar situaciones desesperadas. ¡Y eso luchando sólo contra la décima parte del fraude fiscal! ¡Consiguiendo que el 12% de los ladrones cumplan con sus obligaciones fiscales!

En el informe presentado a la presidenta del Parlament catalán, también el pasado lunes 18 de octubre [3], el Síndic de Greuges, Rafael Ribó, ex secretario general del PSUC, pareció apoyar en la distancia la reflexión de Ángel Guiteras. Según Idescat, el Instituto de Estadística de Cataluña, la población infantil catalana experimenta un riesgo de pobreza del 23,4%, casi 6 puntos superior al riesgo de la población adulta. Por ello, señaló el Síndic, las políticas destinadas a la infancia han de ser prioritarias. El informe señala también -cara oculta de esta moneda infame- que el departament d’Ensenyament dirigido por la consellera Rigau ha reducido 12 millones de euros el gasto en becas de comedor, destinando en 2011-2012 un 33% menos que el curso anterior (aparte de otras reducciones que afectan al personal de soporte en los centros escolares y en los servicios educativos, o en las ayudas para actividades no lectivas) [4].

Ribó y María Jesús Larios, su adjunta para la defensa de los derechos de la infancia y la adolescencia, no se olvidaron de los derechos de los niños y adolescentes en los ámbitos de la salud y atención a la discapacidad. El informe critica la saturación de la red pública de centros de salud mental infantil y juvenil (CSMIJ). Consecuencia: numerosos niños y adolescentes no tienen cubierta adecuadamente la atención especializada en salud mental.

Durante la intervención del president del gobierno de los mejores (privatizadores) un grupo de indignados le increparon. Por lo que se ha sabido, ninguno de ellos ha estudiado en Aula. ¿Fueron unos maleducados sin formación o tenían razones para lanzar al aire y al ágora ciudadana su protesta y rebeldía? ¿Quién fue más razonable y más justo, quién demostró tener mejor formación ciudadana? La respuesta no está en el viento.

Notas:

[1] Público, 18 de octubre de 2011 (edición catalana, p. 3).

[2] Sin olvidar, obviamente, las dos contrarreformas fiscales con las que el gobierno Mas y Mas-Colell iniciaron su mandato: menos ingresos públicos, más dinero para los sectores privilegiados.

[3] Brais Benítez, «El síndic alerta de danys en els drets dels infants». Público, 18-10-2011, p. 3 (edición catalana).

[4] Un dato que incluye el informe, neto indicio de los privilegios de la escuela concertada en Catalunya (red, integrada al área pública, en la que no es real de hecho la escolarización gratuita): existen escuelas públicas en Catalunya, nunca colegios concertados, con el 98% de alumnos inmigrantes mientras que la tasa de inmigración en la población es del 30%.

Salvador López Arnal fue profesor de Aula donde impartió seminarios sobre lógica y teoría de la argumentación.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.