El intelectual israelí Michel Warshawsky expresó ayer, en el marco del Foro Social Europeo reunido en Estambul, su convencimiento de que la prioridad del presidente estadounidense, Barack Obama, es la guerra contra Irán. El periodista participó en un seminario sobre cómo enfrentar la impunidad israelí por parte del movimiento internacional de solidaridad con Palestina. Warshawsky, […]
El intelectual israelí Michel Warshawsky expresó ayer, en el marco del Foro Social Europeo reunido en Estambul, su convencimiento de que la prioridad del presidente estadounidense, Barack Obama, es la guerra contra Irán. El periodista participó en un seminario sobre cómo enfrentar la impunidad israelí por parte del movimiento internacional de solidaridad con Palestina.
Warshawsky, Fundador del Centro de Información Alternativa de Jerusalén, valoró para Rebelión la actual situación en Medio Oriente y el papel que pueden jugar los movimientos sociales para tratar de socavar las bases del régimen del apartheid israelí.
Para el disidente judío la época del gobierno de George W. Bush fue ideal para el estado sionista pues nunca antes había existido tal simbiosis entre ambos gobiernos, de modo que conjuntamente planificaron, organizaron y llevaron a cabo acciones en la guerra preventiva y global desatada.
¿Qué diferencias existen entre el gobierno de George W. Bush y el de Barack Obama?
Tanto Bush como Obama persiguen el mismo objetivo, que es el de reforzar la hegemonía estadounidense y sus intereses en todo el mundo, pero mientras Bush lo buscó mediante la guerra, una guerra global por todas partes, Obama quiere ser más sutil apoyándose más en la diplomacia que en la fuerza militar.
El problema para Obama es que su discurso de cambios políticos ha coincidido con la llegada al gobierno de Tel Aviv de extremistas conservadores.
¿Cómo son las relaciones entre ambos países?
EEUU e Israel mantienen una alianza esencial y estratégica. El denominado «Nuevo Siglo Americano» supuso la hegemonía de Washington a escala global y de Israel a nivel regional, pero ha sido un periodo y una visión política desastrosa para EEUU, y de ahí su declive.
En la actualidad ambos gobiernos difieren en los puntos de vista sobre cómo hacer las cosas ya que tienen intereses distintos. Obama anunció su objetivo de reorganizar la región de Medio Oriente, para lo cual la clave está en solucionar la cuestión palestina, y un paso fundamental es poner fin a las políticas de asentamientos. Y en eso difiere de Netanyahu.
En cualquier caso la prioridad es acabar con el poder regional de Irán.
¿Cuáles son las prioridades de la administración Obama con respecto a Oriente Medio?
Obama ha comprendido que debe priorizar, que EEUU no puede golpear en todas partes y al mismo tiempo. Esa política fue el fracaso de Bush por falta de medios militares y financieros. Por eso, en orden de preferencias, Obama quiere desvincularse de la guerra en Iraq, lo que le va a llevar tiempo, presionar más en Afganistán y ocuparse de Irán.
Entre sus objetivos también está lo que podríamos definir como «nacionalizar la guerra»; es decir, sacar al ejército de Estados Unidos y poner en su lugar contingentes regionales y locales que mantengan la represión y la guerra, evitando con ello que las tropas de su país aparezcan directamente.
¿Puede EEUU, manteniendo tantos frentes de guerra, atacar a Irán?
Yo creo que no. Para Obama la prioridad es Irán, pero para eso necesita salir de Iraq, reforzar la capacidad militar de los estados conservadores árabes y, para beneficiar estas alianzas regionales, obligar a Tel Aviv a ejecutar una política menos brutal y agresiva contra los palestinos.
¿Cómo se puede frenar la impunidad de Israel?
A nivel internacional, gobiernos e instituciones, ya se están viendo las dificultades de imponer sanciones a Israel, pese a las masacres cometidas. Por ello habría que reforzar y valorizar las acciones de la sociedad civil. El caso de la «Flotilla de la libertad» es trágicamente paradigmático, pero es una forma de actuar que demuestra cómo grupos de activistas pueden poner en evidencia las políticas israelíes.
Desde aquí quiero agradecer a la sociedad turca la acción llevada a cabo, con un alto coste pero que ha conseguido cambiar sensiblemente la situación en Gaza: forzando a una mini apertura del bloqueo, sensibilizando a la opinión pública mundial, obligando a los gobiernos a condenar la masacre de Israel, modificando ciertas cosas de cara al futuro…
Hay acciones militantes y de la sociedad civil que pueden hacer cambiar las políticas y la situación no sólo en Gaza o Palestina sino también en toda la región de Oriente Medio.
Antonio Cuesta es corresponsal en Turquía de la agencia Prensa Latina
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
rCR