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La programación de TV1 en Nochebuena

Fuentes: Rebelión

No digo que en otras televisiones públicas, o incluso privadas, la programación fuera peor. No es imposible desde luego. Pero no he hecho ningún análisis comparativo. Sea como fuere: noche de 24 diciembre de 2010, programación de TV1 [1], una televisión pública que pretende llegar a inmensas minorías, que aspira a entretener y a educar […]

No digo que en otras televisiones públicas, o incluso privadas, la programación fuera peor. No es imposible desde luego. Pero no he hecho ningún análisis comparativo.

Sea como fuere: noche de 24 diciembre de 2010, programación de TV1 [1], una televisión pública que pretende llegar a inmensas minorías, que aspira a entretener y a educar a un tiempo sin descender a los abismos sin fin del mal gusto y la chabacanería.

21:00: mensaje de «S.M. El Rey». No pude escucharlo, pero debió ser un poco lo de siempre: palabras de fondo a las que apenas se prestan atención, dichas, claro está, en un castellano que sigue siendo única lengua de la Casa Real borbónica española en sus mensajes institucionales generales.

21:10. «Cuéntame cómo pasó». Antonio, el protagonista, reconvertido en un político pijín de la UCD, tiene una difícil tarea por delante: convencer a su hija María, con ayuda de «Miguel y su chófer», que, a pesar del razonable escepticismo de la niña, los Reyes existen. Se trata, esta es el argumento del episodio, de que María «recupere la ilusión».

22:10. Especial Raphael: «Te llevo en el corazón». Un repaso a sus canciones más emblemáticas, «así como por los teas de su último trabajo discográfico». Salvo error por mi parte, no es la primera vez que aparece en televisión en estas fechas el que fuera artista preferido (y muy servil) de doña Carmen Polo de Franco, la esposa del General de hierro.

00:10. Roció Dúrcal, una estrella en el cielo. Sin comentarios.

00:50. Especial Camilo Sesto. Ibidem. Se recordaron «sus canciones más famosas».

Cierre de la noche, 1:40: «Ley y orden: acción criminal».

¿Que no vieron nada? ¿Que pasaron de todo esto? De acuerdo, hicieron bien. A pesar de los avances astrológicos y el aumento de las creencias en la reencarnación de las almas [2], las gentes solemos ser razonables. Pero, ¡no es un poco fuerte todo junto, una cosa detrás de otra: Casa Real, los Alcántara de la UCD, Raphael, Dúrcal, Camilo Sesto, Ley y orden! ¡Y en Nochebuena! ¿Qué noche-buena es esa? ¿No es demasiado para el cuerpo, el alma y la sensatez de cualquiera? ¿Han pasado realmente 35 años, más de una generación y media, desde la muerte de aquel general africanista que encabezó un golpe que, tras ardua e inolvidable resistencia, extendió el terror, el horror, el miedo, la miseria, la explotación, los crímenes, el servilismo internacional y el mal gusto orientado en tierras hispánicas? ¿Hasta cuándo?

Notas:

[1] Tomo la información de Público, 24 de diciembre de 2010, p. 39.

[2] Según encuesta que apareció ese mismo día en Público, pp. 2-3, el 33% de la ciudadanía española cree que los astros orientan nuestras vidas (¡el porcentaje es del 36% entre los jóvenes de 18 a 29 años! ¡de qué instrucción hablamos cuando hablamos de la instrucción pública!) y el 17% piensa que las almas se reencarnan y que cada uno de nosotros ha sido antes otras personas. Entre los jóvenes de esas edades, el 24% cree en los ovnis, el 26% en el mal de ojo y el 23% apuesta por la existencia de fantasmas, de almas errantes.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.