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Este fin de semana se celebra en Barcelona la quinta edición de la Fira d’Economia Social i Solidària de Catalunya (FESC).

La Red de Economía Social en Cataluña aumenta un 33 % sus ingresos en un año

Fuentes: La Marea

Redes de consumo, cooperativas, bancas éticas, producción sostenible y de proximidad, fundaciones, monedas sociales, colectivos por una vivienda digna… El abanico de iniciativas que se agrupa bajo la etiqueta de economía social y solidaria es cada vez más amplio y, al menos en Cataluña, el sector no para de crecer. La Xarxa d’Economia Solidària (XES), […]

Redes de consumo, cooperativas, bancas éticas, producción sostenible y de proximidad, fundaciones, monedas sociales, colectivos por una vivienda digna… El abanico de iniciativas que se agrupa bajo la etiqueta de economía social y solidaria es cada vez más amplio y, al menos en Cataluña, el sector no para de crecer. La Xarxa d’Economia Solidària (XES), que agrupa a 173 organizaciones, ha presentado este miércoles un nuevo informe en el que se recoge que estas entidades daban trabajo en 2015 a 3.663 personas, implicaban a 215.000 personas de base social -incluyendo socios, voluntarios y trabajadores- y sumaban unos 164 millones de euros de ingresos. Los datos suponen un incremento sensible con respecto a 2014, cuando había empleadas 3.400 personas y se generaban unos ingresos de 123 millones.

No en vano, el sector vive un momento de «efervescencia», en palabras de Anna Sánchez, miembro de la XES: «Pese a que la economía social es un movimiento de largo recorrido, se está viviendo un momento de efervescencia, ya que la ciudadanía está pidiendo cada vez más alternativas». En este sentido, se están fortaleciendo redes sectoriales, como en los terrenos de las monedas sociales o las finanzas, pero también a nivel local, en el cual se están consolidando nodos en Barcelona, Terrassa o Sabadell, entre otros, a los que se están uniendo nuevos, como los de Girona, Osona o l’Empordà. Ruben Suriñach, también miembro de la FESC, considera que el movimiento de la economía social vive un buen momento porque ha sido «reforzado por la gente del 15-M y han llegado a las instituciones partidos receptivos». «Es el cóctel que todos esperábamos», ha admitido.

Precisamente para mostrar músculo y seguir ejercitándolo, este fin de semana se celebrará en Barcelona la quinta edición de la Fira d’Economia Social i Solidària de Catalunya (FESC), que también bate las marcas del año pasado, hasta el punto de que se ha tenido que ampliar el espacio para los expositores con otra nave más y una polideportivo, dentro del recinto de la antigua fábrica Fabra i Coats. La FESC actúa, según lo define la propia organización, como un escaparate de «todos los productos y servicios necesarios para cubrir las necesidades de la vida cotidiana», entre ellos la vivienda, la alimentación, el ocio, el comercio justo, las energías renovables o la formación. Se trata, resumen, de la plasmación «más grande y concreta del mercado social catalán». Este año vendrán cooperativistas desde Uruguay, Marruecos, Túnez, Japón o Malasia, entre otros países.

Para la elaboración del informe se ha desarrollado el Balance Social, con el que miden los criterios éticos que cumplen las entidades asociadas, entre ellos la participación de los trabajadores en la toma de decisiones, la paridad, las diferencias salariales o el respeto al medio ambiente. La XES no quiere discriminar entre «formas jurídicas» sino a partir de «criterios de funcionamiento». De este modo, afirma Suriñach, se garantiza «que las formas de funcionamiento respondan a los valores de la economía social, cosa que no está garantizada mirando sólo las formas jurídicas». En la última edición del Balance Social han participado 105 organizaciones, 33 más que el año pasado y 88 más que en 2007.

De los participantes, 60 entidades son cooperativas, 30 asociaciones, ocho fundaciones y siete sociedades mercantiles. Entre los criterios medidos, la conclusión más aplastante es que las organizaciones y empresas de la economía social son mucho más paritarias que las convencionales. Un 46% de mujeres participan en la aprobación de los planes de trabajo y los presupuestos, mientras que ocupan un 42% cargos societarios o políticos y el 56% de los cargos en la estructura laboral. Los indicadores de bienestar laboral son también, por lo general, muy positivos. También ha subido la contratación. Entre las entidades consultadas suman 1.367 contrataciones en 2015, 106 más que en 2014.

Fuente: http://www.lamarea.com/2016/10/19/la-red-economia-social-cataluna-aumenta-33-ingresos-ano/