Según la prensa de Turquía el grupo terrorista Ergenekon podría ser la extensión de una red clandestina aún mayor en la que estarían implicados miembros de las Fuerzas Armadas. Entre los detenidos la pasada semana, cuatro de ellos son oficiales militares retirados de alto rango: el general de brigada Veli Kucuk, el coronel Fikri Karadag, […]
Según la prensa de Turquía el grupo terrorista Ergenekon podría ser la extensión de una red clandestina aún mayor en la que estarían implicados miembros de las Fuerzas Armadas.
Entre los detenidos la pasada semana, cuatro de ellos son oficiales militares retirados de alto rango: el general de brigada Veli Kucuk, el coronel Fikri Karadag, el comandante Zekeriya Öztürk y el capitán Muzaffer Tekin.
La investigación policial llevada a cabo a este grupo ultranacionalista ha descubierto hasta el momento la preparación de un golpe de estado para el año 2009, y en el cual los sospechosos detenidos serían únicamente colaboradores de los auténticos ideólogos que se hallarían en el estamento militar.
Asociación de malhechores
Según la Fiscalía de Estambul la red Ergenekon estaría formada por numerosas asociaciones de corte ultranacionalista muchas de las cuales se denominan «patrióticas», «nacionales», «kemalistas» o «ataturquistas». También se encontrarían grupos paramilitares y organizaciones clandestinas pertenecientes a las «cloacas del estado» cuyo objetivo sería el de manipular a la opinión pública de acuerdo a su propia agenda política.
En este sentido, algunos medios de prensa recordaron que ya en 2004 un semanario denunció la existencia de un complot militar contra el gobierno del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP). «Si las personas detenidas no tenían capacidad para organizar un golpe de estado ¿quién está detrás?» se preguntaba el diario Taraf, a la vez que exigía a las autoridades que continuaran con la investigación hasta llegar al final. Muchos han mostrado su esperanza en que, de ser así, el proceso conduzca de los actuales sospechosos al fondo del «iceberg».
Muchos de los documentos incautados muestran claramente la estructura jerárquica del grupo desarticulado. Su manifiesto organizativo e incluso cartas entre sus miembros indican planes futuros e intenciones de infiltrarse en diversas instituciones. Además, según el diario Hürriyet, algunos miembros de la red Ergenekon fueron miembros activos de la organización islamista turca Hizbullah, creada por el estado y utilizada como grupo paramilitar contra los rebeldes kurdos sobre todo en los años 90.
Sus «trabajos internos»
Los datos conocidos revelan también que muchos de los atentados o ataques atribuidos a separatistas o a grupos islamistas fueron realmente «trabajos internos» de Ergenekon. Tras el hallazgo en junio del pasado año de un importante almacén de armas en la ciudad de Estambul y la posterior detención de más de 50 personas vinculadas a la organización terrorista se ha conocido la implicación de ésta en el atentado contra el Consejo de Estado de Ankara en 2006, las amenazas y ataques contra personas consideradas antipatriotas y sus vínculos con la trama descubierta en 1996 en el incidente de Susurluk (un accidente fortuito de tráfico que desveló la conexión de corrupción, narcotráfico y guerra sucia, entre diferentes gobiernos de la época, fuerzas de seguridad del estado y crimen organizado).
Además Ergenekon tenía previsto asesinar al escritor Orhan Pamuk, Premio Nobel de Literatura, y crear con ello una situación de caos y un ambiente propicio para un golpe de estado, de manera semejante a lo que sucedió poco antes del levantamiento militar de 1980.
La reciente operación contra la Asociación para la Unión de las Fuerzas Patrióticas (VKGB), un grupo ultraderechista con conexiones aún difusas, también ha desvelado la existencia de una furgoneta con 700 kilos de explosivos con la que Ergenekon pretendía llevar a cabo un atentado que fuera achacado al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), grupo kurdo que utiliza la lucha armada en pos del reconocimiento del Kurdistán.
Otros crímenes relacionados con Ergenekon fueron los de Necip Hablemitoglu y el de su presunto asesino Ibrahim Ciftci, hombre de negocios de Izmir quien murió en atentado como forma de impedir que delatara al resto del grupo.
La clarificación de sus actividades delictivas podrían solucionar otros casos que se encuentran en los tribunales actualmente, entre ellos el asesinato del periodista turco-armenio Hrant Dink. Según Nusret Gürgöz, uno de los abogados demandantes en este juicio, la operación contra Ergenekon podría ayudar a encontrar a los verdaderos responsables de ese crimen y de muchos otros.
* Antonio Cuesta es corresponsal de Prensa Latina en Turquía.