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La reforma laboral no mejorará las cifras de temporalidad

Fuentes: Cinco Días

La calidad del empleo creado no corre paralela a su cantidad, hasta el extremo de que uno de cada tres asalariados cuenta con empleo temporal, además de ser ésta una clara barrera retributiva. España ha aportado uno de cada dos empleos creados en la UE en los últimos años. Todo indica que, una vez más, […]

La calidad del empleo creado no corre paralela a su cantidad, hasta el extremo de que uno de cada tres asalariados cuenta con empleo temporal, además de ser ésta una clara barrera retributiva.

España ha aportado uno de cada dos empleos creados en la UE en los últimos años. Todo indica que, una vez más, este ejercicio se cerrará también con una alta tasa de creación de empleo y una notable reducción del paro. Un balance muy positivo si se considera que desde 1996 se han creado en España cerca de siete millones de puestos de trabajo. Pero un desarrollo tan brillante, con incrementos que superan sistemáticamente el crecimiento del PIB, no puede ocultar las sombras: la altísima temporalidad -del 34,4% en el segundo semestre-, muy superior a la de los socios europeos, y la baja productividad por asalariado.

La calidad del empleo creado no corre paralela a su cantidad, hasta el extremo de que uno de cada tres asalariados cuenta con empleo temporal, además de ser ésta una clara barrera retributiva. Por esta razón urgía más la reforma laboral que la patronal, los sindicatos y el Gobierno suscribieron antes del verano, tras una veintena de meses con el acuerdo en el aire.

La reforma incluye dos grandes medidas para frenar la temporalidad: pone límites al encadenamiento de los contratos temporales y pone en marcha un plan de choque con ayudas económicas a la conversión de los contratos temporales en fijos. El Gobierno estima en un millón el número de trabajadores temporales que pasarán a fijos con esta medidas. Sin embargo, el informe IESE-Adecco, que analiza el mercado de trabajo de las comunidades autónomas con más empleo, considera que los efectos de las disposiciones para reducir la temporalidad no serán tan intensos o se dejarán ver de forma lenta. El estudio avala así la opinión de quienes consideran la reforma de corto alcance.

Patronal, sindicatos y Gobierno saben que para alcanzar un pleno empleo de calidad hay que eliminar rigideces y reducir costes. Es conveniente observar al detalle los frutos de la reforma laboral y seguir en la misma línea o, en su caso, corregir lo necesario para reducir la pesada carga de la temporalidad.