Khaled Hroub, autor de dos libros sobre Hamás, defiende que la comunidad internacional negocie con el nuevo Gobierno palestino, pese a su retórica, basándose en los hechos: desde hace 10 meses, Hamás no ha cometido ningún atentado, y está dispuesto a aceptar la solución de los dos Estados. Nacido en Belén en 1965, aunque criado […]
Khaled Hroub, autor de dos libros sobre Hamás, defiende que la comunidad internacional negocie con el nuevo Gobierno palestino, pese a su retórica, basándose en los hechos: desde hace 10 meses, Hamás no ha cometido ningún atentado, y está dispuesto a aceptar la solución de los dos Estados. Nacido en Belén en 1965, aunque criado en Jordania, y presentador de un programa sobre libros en Al Yazira, el director del Arab Media Project de la Universidad de Cambridge (que analiza la influencia de los medios de comunicación en Oriente Próximo) participó ayer en Madrid en una ponencia organizada por el Centro Internacional de Toledo para la Paz y la Fundación Rafael del Pino.
Pregunta. Un mes después de los comicios pensaba que Hamás no fracasaría. ¿Aún lo cree?
Respuesta. Más o menos. Por supuesto, se enfrentan a muchos problemas. Hay cierto esfuerzo coordinado, internacional y regionalmente, para derribarlo y hacerlo fracasar, por Israel, EE UU, algunos países árabes y europeos. Si lograran echar al Gobierno de Hamás, las consecuencias serían muy malas: guerra civil, fragmentación, violencia y una situación tipo Argelia son algunos escenarios. Pese a todo, creo que Hamás seguirá en el poder los próximos cuatro años, aunque pagará un alto precio.
P. ¿De qué tipo?
R. Internamente, se enfrentarán algunas facciones, habrá gente que piense que ha llegado la hora de cambiar su lenguaje político y ofrecer algún tipo de iniciativa, como reconocer los acuerdos firmados por los anteriores Gobiernos palestinos. Otro conflicto potencial está entre la cúpula interna de Hamás en los territorios y la que está en el exilio. En cuanto a la sociedad palestina, puede perder popularidad. Estar en el Gobierno es totalmente distinto a estar en la oposición. Ahora tienen que ocuparse de la realidad, no podrán ofrecer sólo eslóganes, utopías.
P. ¿Renunciarán a la violencia?
R. No harán una declaración pública renunciando a lo que Israel, EE UU y Europa llaman «violencia». Para Hamás se trata de resistencia legítima contra una ocupación militar extranjera. Quizá mantendrán la tregua. En los últimos 10 meses no ha habido ningún ataque de Hamás, así que, de hecho, han parado los ataques militares. Pero nunca harán una declaración oficial. Afectaría al principio esencial de Hamás, se condenarían a sí mismos, sería decir que han estado equivocados 20 años.
P. ¿Y reconocerán a Israel?
R. Creo que intentarán encontrar una vía intermedia. A ojos de los palestinos, usan un argumento muy fuerte: no conocemos las fronteras de Israel, así que ¿qué Israel vamos a reconocer? La cuestión es si Israel acepta la solución de los dos Estados: si reconociera a Cisjordania y la franja de Gaza, y la situación previa a 1967 como las fronteras oficiales e internacionalmente aceptadas, Hamás daría un paso. Hamás intenta escapar a la cuestión con este razonamiento. Pero, a medio plazo, hallará alguna fórmula con la que aceptará el hecho de la existencia de Israel. No el derecho a existir, hay cierta diferencia: Israel está aquí, es un hecho, así que hay que tratar con él.
P. ¿Y si Israel lleva a cabo su plan de terminar el muro y retirarse unilateralmente de Cisjordania?
R. Ni Hamás ni otro grupo palestino estarán en posición de hacer nada relacionado con el proceso de paz. Los planes de Israel de definir las fronteras unilateralmente son extremadamente dañinos. Es una huida hacia delante.
P. ¿Qué efecto tendrá la retirada de ayuda económica de los países occidentales?
R. Si dura mucho, radicalizará a Hamás y fortalecerá su relación con Irán, que está deseando apoyar a los grupos palestinos. Pero si termina en las próximas semanas, Hamás tendrá tiempo para asumir algunos cambios en su pensamiento político. En este momento, Hamás necesita tiempo, mucho más que dinero o apoyo político. Pero las otras partes no quieren dárselo. Si el bloqueo sigue, también radicalizará al pueblo palestino, que será el principal perdedor, porque Hamás, como movimiento, tiene sus propias fuentes de financiación.
P. ¿Qué tienen que hacer EE UU y la UE?
R. Tratar con el Gobierno de Hamás. No sólo es una realidad política, es beneficioso para todos: para Israel supone más seguridad, tienen al mayor y más poderoso grupo palestino parando los ataques suicidas. Para el proceso de paz, el grupo que tiene la mayoría y altos niveles de popularidad está deseando participar, y si se llega a algún acuerdo, tendrá el consenso palestino. Para el pueblo supone más transparencia, un Gobierno con las manos limpias, con contacto real con la gente. Incluso para los donantes extranjeros, su dinero llegará a la gente, y no será mal administrado o robado.
P. ¿Pero pueden tratar con ellos sin que renuncien a la violencia o reconozcan a Israel?
R. EE UU y la UE deberían dejar a un lado la retórica de Hamás y concentrarse en lo que sucede sobre el terreno: y lo que sucede es que Hamás está reconociendo la solución de los dos Estados, que implica reconocer a Israel.
P. ¿Hay riesgo de guerra civil?
R. Hay riesgo de enfrentamientos entre Hamás y Al Fatah, pero no sé si llegarán a una guerra civil, porque la sociedad palestina no está dividida de forma sectaria o religiosa. Además, hay cierta conciencia, y miedo, dentro de los propios grupos. En la región se han aprendido algunas lecciones duras, en el Líbano, y en Argelia. Pero Al Fatah está intentando probar el agua, presionar para lograr algunos objetivos políticos y tácticos.
P. ¿Será Hamás capaz de gobernar, de administrar?
R. Sí, tienen gente cualificada, tecnócratas, especialistas en distintas áreas. Pero la UE, EE UU, Israel tratan de inyectar dinero y poder a la presidencia de Mahmud Abbas, que está bajo una tremenda presión para expandir sus poderes e introducir a miembros de Al Fatah, está formando un Gobierno en la sombra. Por ejemplo, su asesor en Exteriores es el ex ministro de Exteriores. Creo que Abbas no lo hace de forma voluntaria y le puede llevar a un gran fiasco. Cuanta más presión exterior haya sobre Hamás, más apoyo popular tendrá, se entenderá en términos de dignidad nacional.
P. ¿Tiene Hamás en la agenda constituir un Estado islamista?
R. Tienen muchas otras dificultades. No está sobre la mesa.
Fuente: El País – 29/4/2006.
(*) Sitio web: www.pazahora.net
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