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La tercera «flotilla de la libertad», rumbo a Gaza

Fuentes: Le Monde diplomatique

La goleta Estelle abandonó el puerto de Nápoles el sábado 6 de octubre al anochecer con el objetivo de llegar a Gaza en una docena de días, forzando el bloqueo israelí. Este barco forma, él solo, la tercera «flotilla de la libertad». El gobierno israelí ya ha hecho saber que tratará de abordarle antes de […]

La goleta Estelle abandonó el puerto de Nápoles el sábado 6 de octubre al anochecer con el objetivo de llegar a Gaza en una docena de días, forzando el bloqueo israelí. Este barco forma, él solo, la tercera «flotilla de la libertad». El gobierno israelí ya ha hecho saber que tratará de abordarle antes de que entre en aguas palestinas.

¿Logrará el Estelle romper el bloqueo a Gaza? Este barco de tres mástiles y 53 metros fletado por el comité sueco «Un barco para Gaza» constituye, él solo, la tercera «flotilla de la libertad» que va a intentar abrir una vía marítima hasta el enclave palestino, tras dos tentativas infructuosas en 2010 y 2011. El 31 de mayo de 2010, las fuerzas de seguridad israelíes lanzaron un trágico asalto en alta mar contra la primera flotilla, que se componía de ocho cargueros y unos 700 pasajeros: el balance fue de nueve muertos y veintiocho heridos entre los pasajeros del Mavi Marmara, que había salido del puerto turco de Antalya. Ese ataque colocó a Israel en una situación diplomática delicada. Turquía decidió incluso llevar el asunto ante el Tribunal Internacional de Justicia. Las vivas reacciones en todo el mundo condujeron a Israel a levantar, el 20 de junio, el embargo sobre los «bienes de uso civil», mientras mantenía el bloqueo marítimo, oficialmente para impedir la importación de material militar. Si algunas opiniones jurídicas aceptan lo bien fundado del embargo israelí, todas reconocen que Israel recurrió a un uso «desproporcionado» de la fuerza.

En la primavera de 2011, los barcos de la segunda flotilla fueron bloqueados en los puertos griegos, siguiendo órdenes gubernamentales, probablemente tomadas sobre la base de presiones políticas emanadas de Tel Aviv. Dos barcos fueron incluso saboteados por submarinistas. Solo el Dignidad-Al Karama, que había salido de Córcega, logró ponerse en alta mar en dirección a Gaza antes de ser abordado por la marina israelí el 19 de julio, a una cincuentena de millas náuticas de las costas palestinas. Antes del abordaje, realizado por tres navíos de guerra israelíes, todas las comunicaciones por satélite y la radio del barco habían sido cortadas. Algunos meses más tarde, dos barcos más se hicieron a la mar, pero también fueron abordados en las aguas internacionales y fueron desviados al puerto de Ashdod. La tripulaciones y las y los activistas, principalmente irlandeses y canadienses, que se encontraban a bordo fueron detenidos durante seis días antes de ser expulsados de Israel.

El Estelle emprendió su viaje desde Turku, en Finlandia, donde estaba atracado este verano, desarrollando una larga gira de solidaridad y de movilización a través de Europa: hizo escala en Kristinsand (Noruega), en Bretaña, en el País Vasco, en Alicante, Barcelona, Ajaccio, La Spezia y Nápoles. En Barcelona, un concierto de Manu Chao reunió a miles de personas en los muelles. Las escalas del Estelle fueron fijadas en función de la capacidad y disponibilidad de las organizaciones pacifistas y propalestinas locales para acoger al barco.

«El objetivo de estas escalas no solo fue movilizar a la opinión pública y contribuir a construir un amplio movimiento contra el bloqueo de Gaza, sino también mostrar, con el ejemplo, que los puertos europeos están abiertos a un barco que se dirige hacia Palestina», explico Ann Ighe, una de las portavoces del Comité sueco «Un barco para Gaza». En el puerto de La Spezia, el Estelle se vio sometido a una inspección general de la Guardia Costiera que hizo temer que se repitiera el guión griego del año pasado; pero, finalmente, la comandancia dejó que la goleta prosiguiera su ruta.

Mientras la goleta hacía su travesía hacia Gaza, el comité sueco reaccionó a las amenazas provenientes de Israel: «Un comunicado del Ministerio israelí de Asuntos Exteriores, difundido por los medios israelíes, acaba de declarar que Israel está en contacto con los gobiernos de los pasajeros embarcados a bordo del Estelle. Reafirma que ningún navío será autorizado a acercarse a la banda de Gaza. En la declaración no está claro qué significa «acercamiento». Esta declaración es interpretada por la tripulación del Estelle (…) como una amenaza a la libertad de circulación en las aguas de la UE» /1. En efecto, Israel no solo tiene la obligación de respetar los acuerdos y las reglas internacionales sobre el derecho de la mar, sino que ha firmado acuerdos particulares de libre-cambio y de libre circulación con la Unión Europea.

El Ministerio Israelí de Asuntos Exteriores afirma «seguir» al navío desde el comienzo de su gira europea, asegurando que a bordo no habría más que «un puñado de extremistas suecos» /2. Esta afirmación es un tanto ligera: el capitán es finlandés y la tripulación sueca y noruega. Y entre los militantes que han subido a bordo en las últimas escalas figuran, en particular, el antiguo diputado canadiense Jim Manly o el músico y militante pacifista israelí Dror Feiler, que tiene prohibida la estancia en su país y se ha instalado en Estocolmo. En total, la tripulación se compone de ocho marineros profesionales, pero cualquiera que embarque a bordo del Estelle debe hacer guardias y participar en las maniobras. Mika Jamia, el capitán, navega en el Estelle desde 1986: «Muy pocas personas pueden capitanear un barco de este tipo, que no dispone de los equipos modernos con los que van provistos todos los barcos de vela», explica.

Solidaridad activa

Toda la tripulación es voluntaria. Los marinos navegan habitualmente en buques cisterna o ferris. Han decidido unirse voluntariamente a la aventura: «Es tan raro poder poner las competencias profesionales de uno al servicio de una causa justa», expresa contento Anders, el mecánico jefe. «Hago este viaje para poder decir a mis hijos y a mis nietos que he hecho algo bueno en mi vida», añade Charlie, de guardia al amanecer, mirando como se levanta el sol por encima del cabo corso.

«Los políticos no asumen sus responsabilidades. Queremos poner en marcha un principio de solidaridad activa, siendo todos muy conscientes de los riesgos que corremos», prosigue Ann Ighe. En 2011, los pocos barcos de la segunda flotilla de la libertad que no fueron bloqueados en Grecia fueron asaltados por el ejército israelí antes de entrar en sus aguas territoriales, los miembros de las tripulaciones fueron detenidos varios días antes de ser expulsados de Israel, y los navíos solo han sido devueltos tras largos procedimientos judiciales. La tripulación, perfectamente consciente del riesgo de una interceptación, se prepara para no oponer más que una resistencia estrictamente no violenta al posible abordaje del navío.

Incluso si el Estelle logra penetrar en las aguas palestinas, el barco no podrá atracar, pues el puerto fue totalmente destruido por los bombardeos israelíes, durante la operación «Plomo endurecido» y, por lo tanto, deberá quedarse fondeado. Está previsto que los pequeños barcos de los pescadores palestinos, acantonados desde 2009 en los límites de las tres millas marítimas, vengan a ayudar a descargar la carga. Los acuerdos de Oslo (1995) planteaban un límite de 20 millas náuticas para los barcos palestinos a lo largo de Gaza. Este límite fue reducido a 12 millas por los acuerdos Bertini de 2002 y a seis millas en 2006, antes de quedar reducida a una zona de pesca de tres millas desde 2009 (leer Joan Deas, «En Gaza, el mar se encoje» en Le Monde Diplomatique de agosto 2012).

«Sabemos claramente que nuestras posibilidades de pasar son mínimas, reconoce el capitán Mika, pero no son nulas: el bloqueo a Gaza no se apoya en ninguna base jurídica, los israelíes pueden intentar desviarnos o abordarnos, pero también pueden optar por dejarnos pasar». Los marinos van a intentar, con todas las velas desplegadas, romper el embargo.

El Manual de San Remo sobre el derecho internacional aplicable a los conflictos armados en la mar recuerda que «la declaración o establecimiento de un bloqueo está prohibida si: a) tiene por único objetivo provocar el hambre en la población civil o negarle cualquier elemento esencial para su supervivencia; o b) si el daño a la población civil es, o puede ser contemplado que sea, excesivo en relación a la ventaja militar concreta y directa esperada de ese bloqueo».

Fuente original:  http://blog.mondediplo.net/2012-10-10-La-troisieme-flottille-de-la-liberte-a-mis-le-cap

Traducción: Faustino Eguberri para VIENTO SUR

Notas

1/ » L’Estelle est à La Spezia, en Italie «, International Solidarity Movement-France, 30/09/2012. http://www.ism-france.org/temoignages/L-Estelle-est-a-La-Spezia-en-Italie-MaJ-le-210-communique-de-l-equipage-de-l-Estelle-suite-aux-menaces-du-gouvernement-sioniste-article-17425

2/ Gerard Fredj, » Encore une flottille vers Gaza «, Israel-infos.net, 3 /10/2012. http://www.israel-infos.net/Encore-une-flottille-vers-Gaza-9137.html