Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos.
Durante la última arremetida de Israel contra la Franja de Gaza el pasado mes de noviembre de 2012 se celebró una importante conferencia en Tel Aviv: la Segunda Conferencia Internacional sobre Seguridad Nacional. Entre los más destacados patrocinadores del acontecimiento sobre seguridad nacional estaban dos de las principales empresas de armamento israelíes, Elbit Systems y Israel Aerospace Industries (IAI), ambas estrechas colaboradoras del ejército israelí. Pero la conferencia también tenía otro patrocinador al que se dio una profusa propaganda: la Comisión Europea.
Como suele ocurrir, esta manifiesta cooperación entre la UE y el ejército israelí no fue objeto de cuestionamiento por parte de los medios europeos, que ni siquiera la advirtieron. Ni tampoco el hecho bastante llamativo de que la conferencia patrocinada por la UE estaba teniendo lugar en el mismo momento del devastador ataque de Israel a Gaza en el que Israel utilizó equipamiento tanto de Elbit como de IAI.
Esta misma incapacidad o falta de voluntad por parte de los medios europeos de informar acerca de esta colaboración, y mucho menos de deplorarla, se manifestó de forma aún más clara en enero de 2009. Después de un ataque a Gaza que duró 22 días dirigentes de seis Estados europeos, entre los que se incluían Francia, Inglaterra e Italia, llegaron a Israel para una cena de gala y expresaron así su apoyo a Israel. El anfitrión de la cena fue el entonces primer ministro de Israel Ehud Olmert. En especial los dirigentes europeos prometieron detener el flujo de armas a Hamas. Mientras tanto, los ataques israelíes a Gaza mataban a 926 civiles.
Como socio comercial y co-patrocinador, Elbit es una de las más odiosas de todas las compañías militares israelíes. Dado que es un elemento fundamental de las violaciones del derecho internacional por parte de Israel, Elbit está profundamente implicada en los programas de [aviones no tripulados] drones de Israel que han atacado y asesinado a gran cantidad de civiles, incluidos niños y niñas. El expresidente y director de Elbit proclamó que la compañía es la «espina dorsal» de las operaciones con drones de Israel. Elbit también proporciona equipamientos de vigilancia al muro ilegal que Israel ha construido en Cisjordania. Además de ser un socio fundamental de las fuerzas aéreas israelíes, también vende equipamientos a la armada israelí.
La UE también canaliza fondos a Elbit asignando a la compañía el dinero de los contribuyentes de la UE bajo el paraguas de investigación científica. En efecto, otra lucrativa aunque apenas dada a conocer forma de cooperación entre la UE e Israel que beneficia directamente al sector militar privado de Israel son los subsidios de investigación científica. David Cronin, que ha recopilado un compendio pionero sobre la complicidad de la UE con las ilegalidades de Israel, calcula que para el año 2013 Israel habrá recibido subvenciones de investigación de la UE por valor de más de 500 millones de euros. Actualmente Israel está participando en más de 800 programas con universidades y corporaciones europeas.
El muy importante comercio bilateral entre la UE e Israel sigue siendo uno de los factores que más posibilita (y uno de los que menos se habla, a pesar de ser uno de los más importantes) las constantes violaciones del derechos internacional por parte de Israel.
La UE es el principal socio comercial de Israel con un volumen anual de negocios de aproximadamente 30.000 millones de euros (29.700 millones de euros en 2012). El volumen de negocios es más de diez veces superior al volumen de la ayuda exterior estadounidense a Israel. Aunque resulta razonable asumir que las relaciones entre Estados Unidos e Israel no cambiarán en los próximos años, la UE tiene la influencia económica y los medios legales necesarios para ejercer una presión sin precedentes sobre Israel que le obligue a acatar el derecho internacional.
Según una encuesta del año 2003 de la Comisión Europea, el 60% de los y las ciudadanas de la UE considera que Israel es la mayor amenaza para la paz mundial. La opinión pública europea está mejor informada a este respecto que la estadounidense. Otro factor que hace factible que la UE cambie su política respecto a Israel es que el Acuerdo de Asociación entre la UE e Israel que regula todo el comercio y la cooperación entre la EU e Israel estipula que «[..] las relaciones entre las partes, así como todas las provisiones del Acuerdo, se basarán en el respeto a los derechos humanos y los principios democráticos».
Por consiguiente, aunque sigue siendo poco probable un cambio drástico en las relaciones entre Estados Unidos e Israel, la UE tiene tanto una opinión pública bien informada como unos fundamentos legales muy claros que exigen cambios relativamente radicales y extremadamente importantes.
Sin embargo, por el momento la UE es tanto un cliente fundamental para el multimillonario sector de seguridad nacional y de fabricación de armas orientado a la exportación y propulsado por la ocupación, como un importante exportador de equipamiento militar a Israel.
Además de las importaciones militares y de seguridad nacional desde Israel, la UE también sigue violando sus propias regulaciones sobre exportación de armas. El Código de conducta de la UE sobre exportación de armas estipula que la UE está «RESUELTA [sic] a impedir la exportación de equipamientos que se puedan utilizar para la represión interna o la agresión internacional, o que puedan contribuir a la inestabilidad regional».
¿Hasta qué punto ha estado resuelta la UE a respetar esta provisión? Basándose en los criterios establecidos por la UE en la anterior regulación, es ilegal exportar armas a Israel. Después de todo, además de violar toda la lista de las resoluciones de la ONU, Israel se ha dedicado y se sigue dedicando a violar de forma excepcional el derecho internacional.
A pesar de que según las regulaciones del Código de Conducta de la UE Israel no es un socio comercial válido, el valor de las licencias de exportación de armas concedidas por la UE a Israel a lo largo de la última década asciende a miles de millones de euros.
Según el informe de Amnistía Internacional «Fuelling conflict: Foreign arms supplies to Israel/Gaza», mientras que 18 de los 27 Estados miembros de la EU exportan equipamiento militar a Israel, la mayor parte de las exportaciones totales de la UE provienen de los principales Estados de la UE: Italia, Francia, Alemania y Reino Unido.
Italia tiene el historial más abominable en términos de violaciones de las regulaciones de exportación de armas de la UE. La mayor empresa de defensa de Italia, Finmeccanica, anunció en julio de 2012 que había logrado y firmado un contrato con Israel valorado en mil millones de dólares (752 millones de euros). Finmeccanica proporcionará aviones de adiestramiento a las fuerzas aéreas israelíes que constantemente llevan a cabo ataques atroces contra infraestructuras y civiles libaneses y palestinos.
Del total del contrato de 752 millones de euros la parte más importante corresponde a la filial de Finmeccanica Alenia Aermacchi que proporciona 30 aviones avanzados de adiestramiento M-346 a las fuerzas aéreas israelíes. Según se ha informado, el gobierno italiano fue determinante a la hora de conseguir el contrato.
Otro Estado miembro de la UE que mantiene unos intercambios comerciales militares a gran escala con Israel es Francia. Entre 2003 y 2008, Francia exportó a Israel armamento por valor de más de 521 millones de euros.
Un informe de Amnistía Internacional de 2009 revelaba que se habían encontrado componentes eléctricos fabricados en Francia entre los escombros de los edificios destruidos por el ejército israelí en la masacre de Gaza de 2008-2009. Los componentes estaban instalados en misiles Hellfire AGM fabricados por la compañía estadounidense Hellfire Systems, una empresa conjunta de Lockheed Martin y Boeing. Francia también exportó a Israel equipamiento especializado para reconocimiento, como sistemas de láser.
Alemania es otro importante exportador de armas a Israel. Entre 1996 y 2000 Alemania vendió a Israel gran cantidad de armas convencionales por valor de más de 580 millones de euros, incluidos submarinos Dolphin Class, que son capaces de lanzar cabezas nucleares. Solo en el año 2000 el volumen del comercio de armas alemanas con Israel ascendió a más de 130 millones de euros. Alemania exportó torpedos, vehículos blindados y piezas del tanque israelí Merkava que se utiliza en la ocupada Palestina.
Reino Unido también exporta a Israel considerables cantidades de equipamiento militar. En 2009, después de que Israel destruyera la Franja de Gaza, la autoridades británicas concedieron licencias de exportación a Israel de equipamiento electrónico de guerra, radares navales y rifles de francotiradores. En 2009 el entonces secretario de Exteriores y de la Commonwealth David Miliband reveló que el equipamiento israelí utilizado en el mortífero y destructivo ataque israelí a Gaza contenía «casi con seguridad» componentes proporcionados por Gran Bretaña.
En los últimos años el gobierno de Reino Unido ha autorizado anualmente exportaciones de armas directamente a Israel por valor de entre 12 y 36 millones de euros. En 2008 las autoridades de Reino Unido concedieron licencias de exportación militar por valor de más de 34 millones de euros.
Además de estas importantes potencias europeas hay un Estado disfruta de un peso excepcional como partidario estricto del derecho internacional, pero que ha destacado en su tráfico de armas con Israel, concretamente Finlandia. El volumen total de comercio de armas entre Finlandia e Israel asciende a 200 millones de euros.
Además de que el volumen de los intercambios comerciales militares de Finlandia con Israel es mucho mayor que el de muchos Estados miembro de la UE más grandes, lo que diferencia a Finlandia de otros socios de Israel en el tráfico de armas es el rigor de las críticas internas que ha suscitado este comercio.
Una petición firmada por más de 250 personalidades finlandesas de las artes, las instituciones educativas y la política es un elocuente indicador de la oleada de críticas que ha suscitado el comercio militar entre Israel y Finlandia. Entre las personas que piden que se suspenda inmediatamente todo tipo de comercio militar con Israel están el ministro de Exteriores Erkki Tuomioja y el mundialmente conocido experto en derecho internacional Martti Koskenniemi.
Vale la pena incidir en que se puede afirmar que la prensa finlandesa dominante no ha apoyado que se continúe con este comercio y a menudo tampoco la mera existencia de este.
Como ya había revelado la encuesta realizada en 2003 por la Comisión Europea, la opinión pública de la UE es contraria a la actitud por parte de la UE de continuar con sus negocios con Israel como si no pasara nada. La congelación de Acuerdo de Asociación entre la UE e Israel, y la suspensión de todas las exportaciones de armas desde la UE a Israel (las provisiones de la UE exigen ambas acciones) obligaría a Israel a reconocer y respetar finalmente los derechos de los palestinos.
Bruno Jäntti es un periodistas de investigación finlandés especializado en el conflicto israelo-palestino. Es presidente del ICAHD Finlandia (siglas en inglés de Comité Israelí contra la Demolición de Casas).
Fuente original: http://english.al-akhbar.com/content/eu-israels-faithful-brother-arms