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La vida es bella

Fuentes: Rebelión

Revisado por Caty R.

Para todos los Guidos y Josués palestinos…

Un padre palestino trata de impedir que la policía israelí se lleve a su hijo detenido, durante protestas en el territorio palestino ocupado de Jerusalén Este. 16-01-09 (Foto: A.AWAD)

 

La desesperación del niño Khalid Al Jabari, colgándose de la ropa de su padre para que las fuerzas de ocupación extranjera-israelí no se lo lleven secuestrado. Julio de 2010.

Voy a contar hasta veinte

y te escondes donde te dije

que luego yo te voy a buscar

ya verás qué divertido el escondite.

Te aseguro que este juego te gustará.

Si escuchas un bombardeo

tú no te asustes mi vida

ya sabes que en

Palestina eso es algo natural

porque a Israel con nosotros

es que le encanta jugar.

No salgas hasta el fin del juego

por Dios te lo ruego

si no perderás, a este juego perderás.

Si afuera escuchas gritos cierra los ojos.

Permanece escondido y no tengas miedo

hasta que la diplomacia internacional

consiga ya un alto al fuego,

que el juego se hace largo

y los palestinos llevamos escondidos

ya tanto tiempo.

Y si ves que no regreso

y el terror te lo permite,

sal y corre cuanto puedas

a buscar otro escondite

dieciocho, diecinueve, ya van las veinte,

ya voy a buscarte mi niño valiente

juega bien mi vida,

juega bien y ojalá que tengas suerte.

Los trasnochadores, con música y letra de Jesús Bienvenido, tercer premio en el concurso de Carnaval de Cádiz 2009. El pasodoble está inspirado en la película de Benigni La vida es bella, trasladado del pasado holocausto de la II guerra mundial, al holocausto palestino actual.

http://www.youtube.com/watch?v=O0dgpPxEHSM

Determinadas ideologías totalitarias y discriminatorias, tales como el nazismo y el sionismo, transgreden valores básicos, como el derecho a la vida misma.

La discriminación racial y el antisemitismo del sionismo hacia el semita pueblo palestino han tomado proporciones monstruosas y conducido a la violencia y terrorismo.

La vida es bella es una película cuyo mensaje presenta la capacidad de resiliencia en situación límite de un ciudadano europeo-italiano de religión judía durante la época alemana-nazi, la cual siempre mantuvo y transmitió a su hijo a pesar de la cruel situación que se vivió en ese pasado. Tal como ocurre en la actualidad con nuestros padres palestinos.

Se contextualiza durante el año 1939, en la Toscana, donde conoce a Dora, se casan y tienen un hijo: Josué. Constituían una familia feliz pero luego se encuentran con la realidad de la discriminación racial y los problemas de la ocupación nazi, con la llegada del fascismo. Semejante tragedia y catástrofe -Naqba- triplicada, aumentada y depurada con la llegada de los judíos-sionistas a Palestina histórica, en 1948, cuando convivíamos tranquilos y felices en total armonía palestinos de diversas creencias, agnósticos, cristianos, judíos y musulmanes.

El padre, Guido, es el propietario de una tienda de libros donde, y como en toda ocupación extranjera, los ciudadanos italianos tienen que aceptar el orden imperante, algo a lo que Guido se opone. Su determinación se convierte en una cuestión de vida o muerte cuando él y su hijo son enviados a un campo de concentración nazi, tres meses antes de que concluya la guerra. Por amor, Dora se deporta a sí misma en el mismo tren.

El campo de concentración sionista-israelí se encuentra en toda Palestina histórica, ocupada desde 1948, con asentamientos ilegales, colonos europeos y estadounidenses armados a lo «Rambo», donde se convive a diario con los bombardeos y masacres masivas con bombas de racimo, detenciones arbitrarias, torturas y asesinatos selectivos a líderes de la resistencia palestina contra la ilegal ocupación israelí.

Guido, siempre presenta a su hijo un enfoque positivo y le hace creer que no se trataba realmente de una guerra, sino más bien de un juego en el que el ganador se llevaría un tanque real como premio, y le dice que cada uno de los esfuerzos y padecimientos que deben pasar son parte del juego. Guido dice a su hijo que al llegar a mil puntos serán los ganadores del tanque, pero que tienen que esforzarse y no tienen que llorar.

La película deja un mensaje porque aunque el padre muere, el sufrimiento de Josué, es disminuido, por lo menos en esa etapa de su infancia, debido a este invento del juego del padre. Cada niño palestino posee como vivencia propia, ante sus propios ojos, las desapariciones y asesinatos, golpizas y humillaciones de sus familiares directos, vecinos y amigos.

Esforzarse por mirarlo desde otro ángulo, nos haría «psicóticos», ya que la realidad no sería vista como tal, pero la resiliencia y el apoyo familiar-afectivo, yo diría mas bien, que es el espíritu y ejemplo-modelo, internalizado desde la temprana infancia por uno de los padres o educador significativo, que haya dejado su huella y marca, es lo que se constituye como el factor determinante de esta capacidad resiliente.

Es por ello, que se encuentra fuertemente arraigado en los corazones de Palestina, y lo cual ha permitido que los niños palestinos estudien, sean profesionales pero, y principalmente, excelentes seres humanos. Tan sólo un ejemplo, es uno de los padres palestinos, de menores ultimados por las fuerzas de ocupación extranjera-israelí, que ha quedado paralítico, y expresa a su padre: «Papá, antes era un deportista y ahora soy un paralítico«. Y su padre, un palestino civil amante de la paz y la tolerancia, (como lo es el sello del pueblo palestino, pese a su holocausto y sufrimiento), el cual aún continúa proclamando armonía y mensajes de perdón universal «cristiano», cabe hacer notar que su origen religioso es musulmán (como lo es en su mayoría el pueblo palestino). http://www.rebelion.org/hemeroteca/palestina/040422mcgreal.htm

Y a pesar de que toda Palestina es un campo de concentración, con gases y bombas de racimo de «uso prohibido».

En este aspecto Guido mira la vida con optimismo y humor. De este modo, hace que su hijo viva la terrible Segunda Guerra Mundial, pero que la viva jugando y no quede marcado por lo que fue aquél holocausto. Cada niño palestino, cuando se ha salvado de ser asesinado por los bombardeos indiscriminados, o por los francotiradores especializados, se ha constituido en un sobreviviente del presente holocausto palestino.

El pueblo palestino es una población que por encontrarse tan lejana en nuestra geografía se pierden ante nuestros ojos sus facciones, su vista y su vida que como humanos dejan de tener sentido en nuestros sentimientos. Debe ser por esta razón que agosto se ha convertido en el mes de visitas sionistas a Chile: Mayumana y Noa, como agentes «culturales transmisores», distractores de los crímenes sionistas-israelíes, contra el pueblo palestino y la humanidad.

Las agresiones que realiza el ejercito israelí sin un objetivo militar definido que no sea el de intimidar y humillar a la población. Se dan provistas de una gran movilización de tropas israelíes con jeeps, helicópteros, tanques, que rodean, detienen y asesinan con francotiradores especializado a seres humanos civiles, especialmente niños y mujeres, con el fin de cumplir con el objetivo de la limpieza étnica y disminución de la gran tasa de natalidad, que posee el pueblo palestino, ya que nuestro «capital», siempre lo hemos cifrado en nuestros hijos.

Las torres de control y represión se encuentran colocadas en las alturas de sitios estratégicos, desde donde vigilan todos los movimientos de la población palestina.

También los retenes militares o puestos de control se llegan a colocar al interior de la ciudad, sin un motivo aparente, en otros momentos llegan a arrestar a personas sin orden judicial alguna.

El concepto más elemental del derecho, de respeto a la integridad y dignidad de la persona no es conocido por el ejército de ocupación extranjero israelí.

Qué se puede hacer si ellos dominan el cielo, las tierras, las fronteras, y cada vez que quieren arrestar a alguien sin derecho alguno, lo hacen.

Es así, como el europeo-italiano de fe judía Guido, representa a todos aquellos padres palestinos, que intentan mantener esta misma actitud positiva, la que frecuentemente se torna irrealizable, debido al asesinato de ambos: padres e hijos.

Sin lugar a dudas, el presente es un holocausto corregido y depurado.

 

 

Muhammad Jamal Al Durra, 12 años, asesinado junto a su padre, por las fuerzas de ocupación extranjera-israelí. 1/10/2000. Gaza.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.