«El olivar fue una vez un bosque verde. / Fue, amado, y el cielo / un bosque azul. / ¿Qué los ha hecho cambiar esta tarde? / Pararon el camión de los obreros en medio del camino / (Tranquilamente) / Y nos pusieron de cara a Oriente / (Tranquilamente). / Mi corazón fue una vez […]
«El olivar fue una vez un bosque verde. / Fue, amado, y el cielo / un bosque azul. / ¿Qué los ha hecho cambiar esta tarde? / Pararon el camión de los obreros en medio del camino / (Tranquilamente) / Y nos pusieron de cara a Oriente / (Tranquilamente). / Mi corazón fue una vez un pajarillo azul. / ¡Oh, nido de mi amado! / Tus pañuelos conmigo, todos blancos. / Fueron, amado mío… / ¿Qué ha podido mancharlos esta tarde? / Porque no entiendo nada: / Pararon el camión de los obreros en medio del camino / (Tranquilamente) Y nos pusieron de cara a Oriente / (Tranquilamente) / Tienes todas mis cosas: / la claridad, la sombra, / el anillo de boda, lo que quieras, / el cercado de olivos / y de higueras. / Entrándote en el sueño, por la ventana, / llegaré hasta tu lado como todas las noches, / y te echaré un clavel. / Pero no me regañes si me retraso un poco, / porque me detuvieron… / El olivar estaba siempre verde. / Estaba, amado mío. / Pero cincuenta víctimas / le hicieron roja alberca / en el ocaso. / Cincuenta, amado mío… / Pero no me regañes. / Me asesinaron. / Me asesinaron. / Me asesinaron.»
Título: El muerto número 18. Autor: Mahmud Darwish.
Este viernes pasado, 6 de abril, al que la población palestina de Gaza había titulado «Viernes de los neumáticos, o del caucho», volvía a manifestarse pacíficamente y en su escaso territorio de Gaza. Para evitar que los sionazis pudiesen asesinar masivamente como lo hicieron el viernes 30 de marzo, Día de la Tierra Palestina, intentaban, quemando neumáticos, crear una nube de humo negro que les impidiese ver, aun así el viernes se ha saldado con 10 palestinos asesinados y 1.100 heridos, que junto a los casi 2.000 del día 30 abarrotan los hospitales y hace imposible la atención que se merecen. ¿Pero qué dicen los medios periodísticos, tvs y radios de los países bajo la influencia de EEUU e Israel?: Nada. Silencio absoluto. Cuando más, tras el primer viernes, se tildó al pueblo palestino que se manifestaba pacíficamente frente a la valla fronteriza, de terrorista siguiendo los postulados del régimen dictatorial israelí. Así llevan 70 años sumando fuerzas al sionazismo neocolonial y al régimen imperial de la gran burguesía estadounidense.
Las empresas privadas de comunicación son ejércitos privados, pertenecen a grupos empresariales, bancos, financieras, que trabajan militarmente para derrotar cualquier pensamiento que sea contrario a sus intereses. Y no hay realidad. Hay intereses. Disparan cañones cargados de distracción y, si dan en el pensamiento de la mayoría aniquilándolo, cuentan las bajas de su enemigo, tú, y tú, y tú. Sólo les falta encabezar su publicidad, para la que cuentas, y todos sus relatos discursivos, en los que te cuentan, con las palabras siguientes u otras semejantes: «El periódico, la tv, la emisora de radio, que tiene en su haber el mayor número de gente rendida a… o prisionera de… nuestras falsedades». «Tenemos el mayor número de gente derrotada y sumisa comprándonos. Somos los más leídos por los creyentes del régimen capitalista».
No hay más que ver lo que publican esos grupos de combate que se atrincheran bajo lo que ellos mismos denominan «medios informativos». Leyendo detenidamente comprendemos a quién sirven.
Con qué arrogancia realizan su tarea.
Ha podido oír, ver, leer, qué asunto eligen, de lo elegido qué escogen y cómo lo interpretan. Especialistas en el lenguaje disponen las palabras que son más favorables a sus amos, usted va a oir, leer y ver la pieza ya distorsionada.
Por ejemplo, la actividad criminal del sionazismo contra el pueblo de Gaza la sacan de la historia, hacen desaparecer las causas de la persecución sionazi o escogen alguna y la rebajan o la mencionan de pasada, la tratan bajo el prisma del ofendido y no exponen la responsabilidad criminal que compete al ente israelí por el robo de Palestina. Y de ser el agresor pasan a presentar a Israel como un país siempre sometido al terrorismo, pero nos venden además la idea: como país moderno es pacífico, mientras el pueblo palestino, el agredido por el neocolonialista israelita, es presentado como un buscapleitos. Y así queda mostrado con soltura y justificación el sionazismo y su crimen, que es puesto en el papel de quien es acosado y busca mediante su defensa, por necesidad, el control y hasta de paz. ¿No se parece al comportamiento de un psicópata?
Hace un par de días me decía uno de esos soldaditos al servicio del sionazismo de la tv Telemadrid: «Yo no tengo la culpa, es que a mí me pagan». ¿Qué le dirían ustedes a un mercenario? El mercenario asesina físicamente, y, como vemos, también la capacidad de pensar. La falta de empatía es propia del psicópata, dispara mentiras y las repite para acabar con el pensamiento empático de cualquier humano con los débiles, dispara contra la mente por el juicio crítico que puede salir de ella, y lo hace en consideración a quien le paga, a quien le echa dinero al bolsillo. Pero dice el mercenario que él no es responsable, para lo que se comporta como si se cargase de razón y, entonces, se emplea en hacer de menos a los demás que tiene por inferiores, y si percibe que alguien le recrimina… le acusa y el mercenario responde volviendo a decir que él no es responsable. A eso añade, y añaden, entonces la imagen tan experimentada de estar dolido/s y quejoso/s y declara solemnemente que no puede hacer más, que no se le deja vivir; es otra manera de buscar nuevamente el dominio, el control de quienes quiere utilizar, tú, y tú, y tú, pues le da beneficios. Es un círculo vicioso.
Quienes participan de esas tareas de combate contra la verdad no son ajenos a ella, son, sencillamente, francotiradores o tiradores de élite mercenarios que disparan noticias falsas. No se preguntan nada, no sienten nada porque no cambian sus falsedades por la verdad, están preparados para utilizar armas-palabras con mira telescópica, tanques, drones con balas y bombas que meten a la verdad, disponen de todo lo que necesitan para anestesiar el pensamiento crítico, y ponen en sordina la palabra que denuncia a sus pagadores. Esos, periodistas, ocupan su puesto de avanzada en el sionazismo.
Comentaristas, charlatanes, embarulladores, los últimos días en todos los medios frontera o valla y montículo, protegidos por semejantes elementos y la distancia, han disparado toda serie de mentiras de gran calibre contra la mente de los pueblos que asistían como podían, wasap, vídeos, páginas alternativas, a los actos criminales de sus compañeros contratados, «Yo no tengo la culpa, a mí me pagan».
La ONU, la UE y otros, de manera vergonzante han manifestado que fue un ataque salvaje a gente pacífica que reclamaba su derecho. Hasta eso ha sido silenciado de inmediato, llegando a decir que eran terroristas quienes reclamaban el Derecho al Retorno a sus casas y su tierra. Que «murieron». Que iban a atacar a Israel… Los mercenarios periodistas día y noche al pie del cañón de las falsedades.
Han sido asesinados más de 30 palestinos y palestinas y la cifra de heridos ya esta en más de 3.000 personas. Entre estos hay 8 heridos graves de personal sanitario que acudió a socorrer. Más de 12 periodistas de distintos medios, que esos sí eran periodistas. Y se cuentan más de 300 niños y niñas heridos.
Los mercenarios de la trinchera noticiera han hecho saber las palabras del embajador de israel en eeuu (sí, en minúscula) en las que acusa a Hamás de llevar a los niños. Nos han hecho saber que el representante de su pagador, el embajador sionazi en eeuu, ha dicho que la población israelí estaba celebrando pascuas -pobrecitos- que Israel tiene que defender sus fronteras, que había niños con bombas…
Y mientras se ha visto en medios periodísticos no mercenarios cómo disparaban a un hombre que estaba rezando, a un muchacho que corría, a una mujer, a heridos y heridas y como los mataban de un balazo.
Para realizar semejante crimen a cielo descubierto, los mercenarios de todo tipo reciben el apoyo de Trump. El régimen estadounidense y la dictadura israelí son uña y carne y se coordinan año tras año, regidor tras regidor, para acabar con la causa del pueblo palestino.
Lo tienen preparado, verán la actividad que despliegan los mercenarios de tvs, radios, periódicos, en los próximos días, no esperen noticias limpias del lado palestino. La dictadura israelí ejerce la limpieza étnica, comete barbaridades diarias, coloniza, anexiona, destruye… y el imperio estadounidense, maestro de la orquesta, Trump y su administración, se van a celebrar el día 15 de mayo la inauguración de su embajada en Jerusalén ocupada por el sionazismo, es decir, instaurar la ocupación de Jerusalén, capital de Palestina, por el sionazismo contra toda la legalidad y el Derecho Internacional. Es la administración del régimen imperial la misma que recorta a la ayuda a la UNRWA, es la misma que presiona a la Autoridad Palestina para que acepte «el plan del siglo» que vocifera Trump, que no es ni más ni menos que el abandono de la patria Palestina para avanzar en su neocolonización de Oriente Medio.
Viendo una cosa y otra, al heroico pueblo palestino no le queda más remedio que resistir y luchar, y a la población de la Franja de Gaza aún más, porque los sionazis han convertido a Gaza en una cárcel para casi 2.000.000 (2 millones) de personas, donde los sionazis no dejan que haya luz, no dejan que haya agua, no dejan que haya sanidad más que muy escasamente, no dejan que sus pescadores pesquen, no dejan que sus agricultores cultiven el escaso campo, donde más del 80 % de la población sobrevive con la escasa ayuda internacional.
A los mercenarios de la trinchera donde falsifican noticias hay que decirles que se callen, que si les queda algo de sensibilidad, se callen antes que mentir. Hay que decir que lo que necesita el pueblo palestino es la protección internacional.
Ramón Pedregal Casanova, es autor de los libros: «Gaza 51 días», «Palestina. Crónicas de vida y resistencia», «Dietario de crisis», «Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero», y «Siete novelas de la memoria histórica. Posfacios». Presidente de la Asociación Europea de Cooperación Internacional y Estudios Sociales AMANE. Miembro de la Comisión Europea de Apoyo a los Prisioneros Palestinos.
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