Participando en una actividad sobre militarismo y militarización un compañero de un partido político de las izquierdas preguntó de una forma que consideré sincera: ¿Qué podemos hacer desde los partidos políticos por el pueblo palestino? Una persona allí presente expresó, primeramente adherir al BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones) para la finalización del régimen de apartheid […]
Participando en una actividad sobre militarismo y militarización un compañero de un partido político de las izquierdas preguntó de una forma que consideré sincera: ¿Qué podemos hacer desde los partidos políticos por el pueblo palestino? Una persona allí presente expresó, primeramente adherir al BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones) para la finalización del régimen de apartheid contra el pueblo palestino -el apartheid es un crimen tipificado desde 1992 por el tribunal internacional de La Haya. Asimismo comentó, participar de las actividades en solidaridad con Palestina.
El BDS es un movimiento pacífico internacional que toma como referencia la lucha contra el régimen de apartheid en Sudáfrica. El BDS es la forma y el llamado del pueblo palestino para la finalización de un régimen de segregación racial y ocupación, tiene diferentes modos, Boicot académico; Boicot cultural y deportivo; Boicot económico; Boicot político y de sanciones. Se realizan diversas campañas de boicot, en la actualidad se están realizando campañas contra la cementera CEMEX y un embargo militar de empresas israelíes. Adhieren al BDS diferentes personalidades internacionales, entre ellas, el músico Roger Waters, el físico Stephen Hawking, la filósofa Judith Butler y la activista Angela Davis.
Benjamín Netanyahu visitó en 2017 Argentina. Fue la primera visita de un Primer Ministro en ejercicio de Israel. En la marcha convocada por organizaciones en solidaridad con Palestina hubo una escasa movilización de los partidos políticos de las izquierdas. La nota publicada en Virginia Bolten titulada Red Washing, hace alusión del apoyo de movimientos de las izquierdas al sionismo y al llamado sionismo socialista.
¿Es lo mismo una cosa que otra? Sin apelar a otras posibles respuestas, no es lo mismo el sionismo socialista que las izquierdas no sionistas que no adhieren al BDS. No obstante, pareciera que hay una utilización partidaria y electoral de los movimientos de las izquierdas que levantan la bandera de la lucha del pueblo palestino. El movimiento de BDS es un movimiento convocado por la sociedad civil palestina, y es el camino para no hablar por el pueblo palestino. Adherir al BDS y realizar acciones en sintonía con este movimiento, es la forma no institucionalizada de lucha solidaria.
El partido político escindido del PT (Partido de los trabajadores) de Brasil PSOL (Partido Socialismo y Libertad), luego de un proceso de debate interno realizó un comunicado en solidaridad con el pueblo palestino. Uno de los puntos destacables del documento es la adhesión al BDS, algo importante en función de lo comentado en forma previa.
En el documento de PSOL se mencionan diferentes resoluciones de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) sobre Palestina. Los partidos políticos y referentes de DD.HH. utilizan las resoluciones de la ONU, no cumplidas por Israel, como forma de legitimar la solidaridad del pueblo palestino. No obstante, esta forma de comunicar la institucionalidad de la solidaridad con las personas de un pueblo masacrado constantemente, puede guardar formas de sostener un organismo internacional que solo sirve a los intereses de los poderes no tan nitidamente cuestionados.
Otro punto mencionado por el documento, es el carácter antirracista, la oposición a cualquier forma de racismo: Se particulariza sobre el antisemitismo y la islamofobia. La precisión de cómo expresarse sobre la situación en Palestina es muy importante. El pueblo palestino es semita, ser antisemita también es odio racial contra el pueblo palestino y no todas las personas en Palestina profesan la fe islámica.
El odio es la acción violenta y sin sutilezas opresoras de la fobia. Apoyar y acompañar la declaración de Donald Trump sobre Al-Quds (Jerusalén) no es fobia, es odio contra el pueblo palestino. Asumir que la vía es institucional apoyando las resoluciones de la ONU sin acciones concretas, es sostener este sistema humano basado en el odio.
Las palabras como tales en la institucionalidad, carecen de potencia si no es llevada a la acción. Las actividades en solidaridad con Palestina con una mirada de opinión sin perspectiva decolonial, nos hacen hablar por quienes creemos que luchamos. El pueblo palestino se expresó hace ya más de 12 años; la solidaridad con nuestra lucha es posible adhiriendo, proponiendo y participando de acciones de BDS.
Fuente original: http://virginiabolten.com.ar/e