Traducido del inglés para Rebelión por J. M.
La renuncia del Ministro de Defensa Liberman podría muy bien desencadenar elecciones a partir del próximo mes de marzo. Muchos irán a las urnas con una pregunta en mente: ¿cuánta fuerza deberíamos usar contra los palestinos?
El ministro de Defensa israelí, Avigdor Liberman, anuncia su renuncia en una conferencia de prensa en la Knesset luego del alto el fuego con Hamás en la Franja de Gaza, Jerusalén, 14 de noviembre de 2018. (Yonatan Sindel / Flash90)
Israel parece ir hacia elecciones anticipadas. El ministro de Defensa, Avigdor Liberman, anunció el miércoles que renunciará a su cargo y que su partido, Yisrael Beytenu, abandonará la coalición gobernante por lo que denominó la «rendición al terrorismo» de Netanyahu. La sorpresiva renuncia se produjo un día después de que Israel y Hamás acordaran un alto el fuego que puso fin al estallido más violento que ha visto la frontera de Gaza desde la guerra de 2014.
Inmediatamente después de su anuncio, el partido de derecha Yisrael Beytenu -la principal competencia de Liberman por el título de «el más halcón» en el Gobierno- emitió una declaración de que también abandonaría la coalición a menos que el líder del partido Naftali Bennett sustituya a Liberman como ministro de defensa. Es poco probable que Netanyahu acepte tales condiciones, lo que significa que su coalición probablemente se desmoronará, lo que marcará el comienzo de las elecciones anticipadas en la primavera de 2019, en lugar de su fecha original en noviembre de 2019.
La decisión de Liberman tiene mucho sentido si se considera que su partido, que tiene solo cinco de los 120 escaños de la Knesset, podría no superar el umbral de la elección, como indican varias encuestas (Liberman, irónicamente, estaba detrás del esfuerzo por elevar el nivel del umbral en un intento de mantener a los partidos árabes fuera del Parlamento). Dejar el cargo y culpar a Netanyahu por ser demasiado blando con Hamás puede ser su pasaje para la supervivencia política.
Liberman también usó su podio para atacar a Netanyahu por haberse echado atrás en la demolición de Khan Al-Ahmar, permitir que Catar ingresara dinero y combustible en Gaza y el último alto el fuego. Menos de un día después de que los partidarios del Likud se manifestaran contra Netanyahu en la ciudad sureña de Sderot, exigiendo represalias más severas en Gaza después de que se lanzaran más de 400 cohetes desde la Franja a Israel, Liberman ahora confía en el resentimiento público hacia la «indulgente» respuesta del primer ministro que contó con el apoyo de todos los jefes del oficialismo de seguridad.
Si este es realmente el lanzamiento de la campaña electoral nacional de 2019, significa que los israelíes podrían ir a las urnas en marzo con una pregunta ante ellos: ¿cuánta fuerza deberíamos usar contra los palestinos? A juzgar por las últimas 24 horas, las respuestas que la mayoría de los partidos políticos ofrecerán van desde «mucho» a «mucho más».
Liberman y Bennett no estaban solos en criticar la «cesión» de Netanyahu a Hamás; supuestamente líderes centristas como Yair Lapid y el ex primer ministro Ehud Barak, junto con otros miembros del Partido Laborista, también atacaron al primer ministro por su conducta. Ante tales respuestas agresivas de adversarios políticos de derecha a izquierda, Netanyahu -para salvar su imagen y mantenerse como un audaz comandante en jefe- podría sentirse obligado a iniciar algún tipo de acción militar, ya sea en Gaza, Cisjordania o en el frente norte contra Irán en Siria o Hezbollah en el Líbano.