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Las siete cifras que deberían «obsesionar» al próximo presidente de Cuba

Fuentes: El Estado com tal (Blog)

Cuba tendrá un nuevo presidente en febrero de 2018 y a este deberían obsesionarlo siete cifras. Serian el punto de partida de su gestión. Superarlas serviría para medir el éxito. Mantenerlas a los niveles actuales pudiera ser problemático. Me queda claro que el término «obsesión» pudiera no ser adecuado -quizás hasta irreverente- pero lo que […]

Cuba tendrá un nuevo presidente en febrero de 2018 y a este deberían obsesionarlo siete cifras. Serian el punto de partida de su gestión. Superarlas serviría para medir el éxito. Mantenerlas a los niveles actuales pudiera ser problemático.

Me queda claro que el término «obsesión» pudiera no ser adecuado -quizás hasta irreverente- pero lo que deseo recalcar es que se trata de cifras que difícilmente pudieran ser mejoradas si las políticas que se necesitan para ello no se priorizan al más alto nivel estatal. Es en ese sentido, para indicar una preocupación «absorbente», que he utilizado -con el mayor respeto- la expresión «cifras que deberían obsesionar».

Las siete cifras son:

  1. Evitar una tasa de crecimiento económica promedio anual inferior al 5 por ciento: Un nivel menor al 5 por ciento sería compatible con la supervivencia, pero no con el desarrollo del país. Este necesita tasas promedio de entre 5 y 7%, o superiores, que fuesen sostenibles anualmente, por lo menos durante los próximos diez años. Si se alcanzasen esas cotas, se garantizaría un requisito del desarrollo nacional. Si se mantuvieran en los niveles promedios inferiores al 3% que han prevalecido en los últimos años, no será creíble adoptar el desarrollo como meta para el 2030. No hay que darle muchas más vueltas a ese asunto.
  2. Cerrar la brecha de aproximadamente 10 mil millones de pesos en la inversión total: Si ese «boquete» de inversión no logra ser reducido sustancialmente, no se alcanzarán las tasas de crecimiento económico necesarias para el desarrollo. Calculado a precios constantes de 1997, el último nivel de inversión informado oficialmente en 2015 fue algo menor a los 8 mil millones. Sin embargo, un estudio como la modelación Hidalgo-Cribeiro ha estimado un nivel de inversión necesario de 19 mil millones.
  3. Reducir el nivel de pobreza actual de aproximadamente 25 por ciento: Una «visión de nación» próspera y socialista no es compatible con una sociedad donde la cuarta parte de la población pudiera ser calificada como pobre, o bajo cualquiera de los términos sucedáneos que se utilizan en Cuba («grupos en situación de pobreza parcial», «población en riesgo de pobreza» y «pobreza con protección y garantías»).
  4. Disminuir un nivel de desigualdad de ingresos que pudiera ser hoy igual o superior al 0,4 del coeficiente de Gini: Son altas las probabilidades de que el coeficiente actual -no informado oficialmente- sea mayor que 0,4, la última cifra oficial que fue divulgada hace casi veinte años. Un nivel de 0,4 representaría un empeoramiento del 85 por ciento en el coeficiente de Gini respecto al valor que tenía en 1986. Un nivel del coeficiente de Gini de 0,40- «malo» para Cuba, aunque «moderado» para otros países- debería ser considerado como la cota de desigualdad máxima que sería compatible con el socialismo en Cuba, y habría que adoptar medidas para reducir ese nivel lo antes posible.
  5. Alcanzar un salario mensual medio que no sea inferior a 2800 pesos: Ese nivel, que es cuatro veces superior al salario promedio actual, apenas permitiría cubrir con una holgura modesta la canasta básica de una familia (todos los gastos).
  6. Alcanzar una jubilación mensual media de 1000 pesos: Ese nivel apenas permitiría cubrir la mitad de la canasta básica de alimentos de una familia (solamente comida).
  7. Eliminar la tasa de cambio oficial para las transacciones empresariales de «1 por 1»: Calificada con toda razón por Humberto Pérez como una «debilidad cardinal y nudo gordiano principal… de todos los escollos este es el de efectos más negativos, deformantes, confusionistas y contraproducentes». Considerada por el Presidente actual, Raúl Castro, como un problema cuya solución no debe quedar para «las calendas griegas».

Son estas siete cifras el tipo de datos que el nuevo Presidente debería tener bajo observación «24 X 7 X 365«. Una observación directa. Sin delegación. De ello dependería alcanzar el desarrollo.

Es solamente una humilde sugerencia.

Fuente: http://elestadocomotal.com/2017/04/27/las-siete-cifras-que-deberian-obsesionar-al-proximo-presidente-de-cuba/