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Siria

Libertad para Salama Kayla

Fuentes: Jadaliya

Traducción para Rebelión de Loles Oliván

A las dos de la madrugada del 24 de abril, el intelectual y militante sirio-palestino Salama Kayla fue detenido en su casa «sin explicaciones», según dijo su abogado Anwar Bunni, del Centro Sirio de Investigación y Estudios Legales. No es la primera vez que Salama Kayla va a la cárcel. Estuvo invitado en diversa prisiones de la familia Assad durante ocho años y once días durante los años 90.

Nacido en 1955 en Birzeit (Cisjordania, Palestina), Salama estudió en Bagdad (Iraq) y en Damasco (Siria). Salama emergió de la Universidad de Bagdad en 1979 graduado en Ciencias Políticas y convertido ya en uno de los pensadores marxistas más brillantes y en un valeroso combatiente por la libertad universal. Su reputación se expandiría rápidamente por Siria, Palestina, por el mundo árabe y por todas partes. Ha escrito numerosos libros sobre diversos temas, sobre imperialismo, marxismo, sobre las limitaciones del Movimiento Nacionalista Árabe, sobre globalización, sobre sionismo, y sobre el legado del método científico. Algunas de sus obras (en árabe) incluyen: Los árabes y la cuestión nacional (1989), Crítica del marxismo dominante (1990), El Imperialismo y el saqueo del mundo (1992), Socialismo o barbarie (2001), Los problemas del marxismo en el Mundo Árabe (2003), y El problema del Movimiento Nacionalista Árabe (2005).

Aunque el nacionalismo árabe y los movimientos de resistencia árabes recibieron su crítica en justa medida, el criticismo de Salama se ha ejercido siempre desde la izquierda y de manera constructiva -orientándose hacia la construcción de una nueva fuerza de izquierdas para un movimiento de liberación que bebiera profundamente de la poderosa herencia del marxismo y del comunismo. Las críticas mordaces tanto a la izquierda árabe y palestina como a la propia izquierda marxista mantuvieron alerta a sus aliados; como decía el revolucionario de Guinea-Bissau Amílcar Cabral, «no cuentes mentiras, di que no hay victorias fáciles». Esa fue la piedra de toque de tal proyecto intelectual y político. La principal crítica de Salama a la izquierda árabe ha sido la de haber desempeñado siempre el papel de ser el «segundo plato», o de enganchar su vagón a fuerzas sociales mayores tales como los movimientos nacionalistas árabes y el baasismo, que acabaron por desacreditar a la izquierda marxista cuando esos movimientos llegaron al poder. Sus fracasos en regímenes autoritarios y represivos y en los acomodos con la burguesía nacional e internacional han empañado el patrimonio de la izquierda.

Salama agudizó su crítica íntima del nacionalismo árabe y del marxismo criticando simultáneamente y de manera implacable al imperialismo occidental, a los regímenes árabes conservadores y, de manera central, al sionismo.

Salama fue a la cárcel en 1990 cuando renovó su crítica contra la asfixia del régimen baasista y contra su connivencia con el imperialismo. Muchos han olvidado que en la Guerra del Golfo de 1991, el gobierno sirio participó al lado de la Gran Coalición de Occidente contra el régimen iraquí. Como regalo por su participación, Occidente hizo la vista gorda ante una nueva ronda de represalias por parte del régimen de Assad contra su oposición interna (así como ante la consolidación del poder sirio en Líbano). Fue entonces cuando Salama fue encarcelado.

Desde que fuera puesto en libertad a finales de 1990, Salama ha seguido luchando por una apertura política democrática en Siria y en el mundo árabe en general. Cuando se produjo la primera manifestación de la fase actual el 15 de marzo de 2011, los marxistas como Salama se encontraron allí en el fragor de la lucha. El Partido Comunista de Siria ha estado a los pies del régimen de Assad desde 1960 y no ha representado las auténticas corrientes revolucionarias y de disidencia marxistas durante varias generaciones. Así es que muchos marxistas sirios han buscado plataformas alternativas para combatir el capitalismo mafioso promovido por el régimen de Assad. En febrero de este año, Salama expuso la potencialidad de este levantamiento para la izquierda.

«Esos comunistas que han participado en el levantamiento creen que derrocar al régimen es el principal objetivo y no consideran en absoluto la posibilidad de la reforma. Saben que la lucha de las clases empobrecidas continuará hasta que el régimen sea reemplazado por obreros, campesinos y por todas las clases populares que sufren la ausencia de representación política. Ello es así porque no hay respuesta a sus problemas sino deshaciéndose de todos los partidos liberales y derrumbando a la clase capitalista mafiosa gobernante y a la burguesía tradicional que opera dentro del régimen actualmente y que trata de controlarlo. Esta mafia capitalista se introdujo en el partido Baaz y alcanzó ciertos logros cuando llegó por primera vez al poder, pero tales logros fueron aprehendidos y ahora este régimen es sinónimo de mafia capitalista. Con el fin de alcanzar los objetivos del levantamiento actual se debe contar con una nueva visión basada en un análisis marxista que represente los intereses de obreros y campesinos, lo que a su vez puede permitir el establecimiento de un nuevo partido que emprenda un programa realmente transformador. Esta es la posibilidad que se ha abierto a través del levantamiento. Por lo tanto, los marxistas deben empezar a formar a los trabajadores y a los campesinos del partido con el fin de establecer una república democrática que refleje el interés popular».

Curiosamente Salama, aunque apoya inequívocamente la revolución siria, ha criticado por diferentes razones tanto al Consejo Nacional Sirio (oposición principalmente exterior) como al Consejo de Coordinación Nacional para el Cambio Democrático (oposición principalmente interna) por no representar verdaderamente a las masas revolucionarias. Para Salama, ambos sectores de la oposición están unidos por dos cosas: ninguno de los dos confía en la capacidad del pueblo para lograr el cambio, y ninguno cree que el régimen sirio pueda ser derrocado por el pueblo sirio. El llamamiento del Consejo de Coordinación Nacional a la reforma y al diálogo con el régimen para lograr el cambio obvia el momento revolucionario y las aspiraciones de la gente. Al reducir las expectativas, ha perdido el apoyo popular. Por otro lado, el llamamiento del CNS a la intervención militar también oculta igualmente la falta de creencia en el pueblo sirio para lograr el cambio. Ambos organismos, añadía Salama, están integrados por miembros que habían perdido la fe en la capacidad del cambio revolucionario y que antes del levantamiento del 15 de marzo ya habían hecho todo lo posible para acomodarse a la ‘realidad’ del régimen sirio.

El régimen de Assad ha decidido amordazar en prisión a Salama porque es una voz independiente y una presencia activa para el futuro de Siria. Esa es la única explicación.

Esta es nuestra declaración sobre la trayectoria de Salama. Hay muchas cosas más que decir y mucho más que escribir. Esta es también una invitación para que otros se unan a nosotros firmando esta declaración de reconocimiento a su labor y para exigir que el régimen capitalista mafioso de Assad ponga en libertad inmediatamente a Salama.

 

N. de la T: Para una lectura de textos recientes de Salama Kayla, véase en castellano: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=141374 , y en inglés, el especial recogido en el periódico árabe Al-Ajbar (edición en inglés) http://www.al-akhbar.com que contiene diversos artículos.

Fuente original: http://www.jadaliyya.com/pages/index/5232/free-salameh-kaileh