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Israel

¿Llamar a esto un gobierno de cambio?

Fuentes: Haaretz

Uno puede entender a quienes están experimentando alivio o incluso alegría hoy, suponiendo que un nuevo gobierno está a punto de formarse1/. Más difícil resulta unirse a las exageraciones pomposas e infantiles, que describen a Israel como pasando de la oscuridad a la luz, y de la esclavitud a la libertad, como si fuera Alexander Lukashenko quien hubiera caído y no Benjamin Netanyahu.

Ambos campos son culpables de exageraciones histéricas: la partida de Netanyahu no es ni la salida ni la entrada al paraíso. El campo que despreciaba a Netanyahu, ignoraba sus realizaciones y se centraba en su estilo de vida y fracasos, saltará con alegría a las piscinas de la ciudad esta noche 3 de junio, así que siento ser un aguafiestas. Pero el gobierno de Netanyahu será reemplazado por otro gobierno de derechas. Israel despertará a un nuevo día que será demasiado parecido al anterior.

Uno puede entender la felicidad de sacar al Likud del poder, dada la multitud de payasos y vagos de su gobierno, que en los últimos años ha sido un espectáculo unipersonal. Ver a Miri Regev [diputada desde 2009 y ministra de Cultura y Deporte desde 2015 y luego de Transportes] desaparecer de nuestras vidas es un momento sublime. El nuevo gobierno tendrá un equipo de ministros más eficiente y más presentable, en el que habrá seguramente alguien que tratará de hacer su trabajo de manera más decente. Es agradable. Pero sobre todo ello se cierne una nube negra y opresiva: la derecha está reemplazando a la derecha. Una derecha sin Netanyahu reemplazará a una derecha con Netanyahu, y ambas son atroces. Ninguna persona de izquierdas que sea seria puede regocijarse en esto.

Justo antes de que la izquierda también se sienta tentada de creer la campaña de amenazas de los bibi-ístas [a Netanyahu le llaman Bibi. Ndt], según las cuales se trata de un «gobierno de extrema izquierda», uno debe volver con gran tristeza a la realidad: la derecha también reinará sin matices sobre este gobierno. No representa ni unidad ni cambio; es de derechas. El proceso de formación de este gobierno anuncia lo que vendrá después: nadie cortejó a Meretz y al laborismo durante las negociaciones de coalición; ya estaban en los bolsillos de los grandes. Les regalaron las carteras de transporte y salud, y ofrecieron algunos sobornos a la Lista Árabe Unida [el islamista Mansur Abbas], que difícilmente se puede llamar de izquierda.

El Ministro de Relaciones Exteriores,Yair Lapid, viajará por el mundo para realizar operaciones fotográficas con estadistas, encantando a toda la gente que tan desesperadamente quiere ver a Israel como supuestamente diferente. Será otra ilusión como las difundidas por Shimon Peres [ministro en diferentes departamentos desde 1970, luego primer ministro y finalmente presidente del Estado de Israel de julio de 2007 a julio de 2014], predecesor de Lapid en el papel de rostro amable de Israel. Esto no solo será debido al gobierno que le sostiene, sino también a sus propias posiciones: Lapid es de derechas. Estará de acuerdo con casi todos los movimientos de este gobierno de derechas, ¿por qué debería quejarse? En cuestiones cruciales, el hermano Bennett implementará la política del hermano Lapid, y viceversa. ¡Qué fraternidad!

Sería mejor no decir demasiado sobre el Ministro de Finanzas Avigdor Lieberman. Israel nunca ha tenido un ministro de finanzas tan de derechas y podrido. El ministro de Justicia Gideon Sa’ar y el ministro del Interior Ayelet Shaked serán el rostro del mal del gobierno. Aquí ni siquiera habrá la apariencia de compasión y humanidad, y mucho menos de igualdad, hacia la gente no judía del país. El Ministro de Defensa Benny Gantz ya está estrangulando Gaza como nadie la había estrangulado antes.

Y todo esto estará presidido por el Primer Ministro Naftali Bennett, cuyo cinturón ya tiene una muesca de una terrible guerra en Gaza, a la que impulsó e incitó argumentando el secuestro y asesinato de tres jóvenes judíos en Cisjordania, una guerra que estaría encantado de repetir. Irán, la ley del estado nación, el estado de derecho, el presupuesto de defensa y las colonias serán tratados al igual que bajo el gobierno anterior. En el puesto avanzado de Evyatar2/, la última hierba silvestre hasta ahora, ya pueden abrir el champán. Este gobierno “de extrema izquierda” también les apoyará. Es un gobierno de malas noticias.

Los restos de la miserable izquierda sionista observarán con anhelo lo que está sucediendo desde la galería de visitantes. Con nostalgia. Nadie los tomará en serio, y con razón. No tienen otra opción. Nitzan Horowitz [del Meretz] protestará, Merav Michaeli [del Partido Laborista] amenazará y el secretario del gabinete lo registrará en el acta. En este gobierno no juegan en el patio de los mayores.

Ojalá todo esto no fuera cierto. Ojalá fuera solo la irritable queja de alguien que siempre ve lo peor. Desafortunadamente, no hay ninguna posibilidad de que sea así.

Artículo publicado en Haaretz el 3/06/2021.

Traducido de http://alencontre.org/moyenorient/israel/israel-vous-appelez-ca-un-gouvernement-du-changement.html

Traducción: Faustino Eguberri para viento sur

Notas

1/ La coalición anunciada al presidente Reuven Rivlin por Yair Lapid, la noche del 2 de junio, reúne a los siguientes 8 partidos: Yesh Atid («Hay un futuro» de Yair Lapid), Yamina («Hacia la derecha» de Naftali Bennett) , Kahol Lavan (Alianza Azul y Blanco de Benny Gantz), Nueva Esperanza (creado por Gideon Sa’ar en diciembre de 2020, ruptura del Likud), Partido Laborista (presidido por Merav Michaeli), Yisrael Beiteinu («Israel es nuestra casa» creado, entre otros, por Avigdor Liberman), Meretz (“Energía”, Partido Socialdemócrata, vinculado al Partido de los Socialistas Europeos, liderado por Nitzan Horowitz) y la Lista Árabe Unificada (en este caso representada por el diputado islamista palestino Mansour Abbas). En los próximos días, el parlamento deberá confirmarlo, o no, con un voto de confianza. Red. A l´encontre

2/ El puesto avanzado colonial de Evyatar, ilegal y por tanto “amenazado”, ha sido establecido en el norte de Cisjordania en memoria del asesinato de Raziel Shevach y de Itamar Ben-Gal en 2018. Red A l´Encontre.