La población palestina, mientras tanto, era consciente de la gravedad del momento crítico que atravesaba su Patria y de su precaria posición militar, ya que la inmensa mayoría de sus ciudades y pueblos estaban desarmados e indefensos como castigo a su rechazo frontal al Mandato y al establecimiento de un “hogar nacional judío”. Ello implicó una política durísima de represión británica, que llevó a cabo intensas campañas para desarmar a la población. Los resultados fueron la confiscación a los palestinos de 7.600 fusiles, frente a los 135 incautados a los judíos.
Los británicos además habían promulgado una legislación extraordinaria, prohibiendo la tenencia de armas y estableciendo tribunales militares para condenar severamente a los poseedores de las mismas. Esta legislación fue aplicada contra los palestinos exclusivamente, víctimas como eran del terror practicado por las fuerzas británicas.
Párrafo del capítulo “La guerra no declarada”, perteneciente al libro “Gobierno de toda Palestina 1946 – 1950. Autor: Michael Ghattas Jahshan. Editorial Tesitex, S.L.
Quienes se ponen detrás del sionazismo, como hemos leído, tienen su historia como guías de los asesinos directos. Por eso quienes hoy matan a un niño, a un adulto, hombre o mujer de Palestina, se subrayan con el título que dan los pueblos a los responsables, también colonialistas, por tales actos genocidas.
Va a hacer un mes, repetición de otras miles de veces, fue el 9 de mayo de este 2023 el último bombardeo contra Gaza, bombardearon la prisión más grande del mundo, al aire libre. Por semejante cobardía mataron a 33 palestinos, de los cuales 6 eran niños, y dejaron cientos de heridos.
Para los sionazis los crímenes que cometen son “legales”, los preparadores británicos, como hemos visto líneas arriba, hacían también “leyes” con las que se permitían preparar a sus pupilos. A los nazis también les parecía “bien” meter en los hornos a todos los que no eran nazis, personas mayores, jóvenes, niños. Los criminales han perdido la más mínima empatía con los seres humanos, se han deshumanizado para no tener ninguna duda sobre sus actos.
Uno de los sionazis que ha tenido mando entre ellos, un tal Maurice Hirsh, refiriéndose a lo que han hecho contra la población de Gaza causando la muerte a adultos y a niños, ha declarado: “Es irrelevante preguntarse cuántos niños murieron”. ¿Qué clase de ética es esa?: es la de todos sus protectores, es la misma que la de aquellos que quitaron las armas a los palestinos cuando tenían que defenderse. Es la misma ética en la que se sustentaban los nazis.
Según el Artículo 8 del Estatuto de Roma el asesinato de civiles es un crimen de guerra. ¿Decía usted algo?, no le oigo.
Gaza, que según el Derecho Internacional se encuentra bajo ocupación extranjera, y bajo un bloqueo desde hace 17 años, un bloqueo ilegal, por tierra, mar y aire, cada día que pasa recuerda al mundo lo criminales que son sus autores, los que con el respaldo del imperialismo imponen su “ley”, que por los resultados queda claro que la Corte Penal Internacional y el Tribunal Internacional de Justicia tienen menos poder que los criminales protegidos por EEUU y la UE.
La Historia recogió lo acontecido en Nuremberg, ¿no debería abrirse la puerta para que se sienten en el banquillo los que imponen su “ley” de criminales?
No es una locura, no es una pérdida de tiempo hablar de lo que estamos hablando, no es una fantasía, es lo que queremos que sea el futuro, por eso empezamos haciendo la formulación crítica de la Historia presente, empezamos denunciando a los criminales, a los neocolonialistas y sus protectores, y defendiendo a voz en grito al pueblo que resiste al sionazismo, ese brazo imperial que empezó por quitarle al Pueblo Palestino las armas que tenía para defenderse.
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