Primavera palestina, indignados, Intifada o decepción. Relatar estos acontecimientos es extremadamente doloroso. Luego de una semana de los levantamientos de jovenes palestinos, la Federación General de Sindicatos de Palestina en Jenin, Ribera Occidental-RO ocupada, llamó a seguir la protesta generalizada contra el gobierno de Mahmoud Abbas, titular de la Autoridad Nacional Palestina-ANP, en repudio al […]
Primavera palestina, indignados, Intifada o decepción. Relatar estos acontecimientos es extremadamente doloroso. Luego de una semana de los levantamientos de jovenes palestinos, la Federación General de Sindicatos de Palestina en Jenin, Ribera Occidental-RO ocupada, llamó a seguir la protesta generalizada contra el gobierno de Mahmoud Abbas, titular de la Autoridad Nacional Palestina-ANP, en repudio al fuerte aumento de los impuestos, los precios, la alta tasa de desempleo y el incremento de la pobreza en toda la RO. Además de soportar la ocupación sionista de 64 años que la ANP tampoco supo resolver.
Los recuerdos de las heroicas Intifadas (rebelión popular) contra la ocupación que fortalecieron nuestra dignidad, sobrevolaron y se posaron en todas las ciudades palestinas de la RO, contra la corrupción de la ANP y su liderazgo. En Belén, los enfrentamientos estallaron cuando los conductores de taxis en huelga cortaron el tráfico en el cruce de Bab al-Zaqaq y la rotonda cerca de la calle Karkafeh, mientras decenas de jovenes tiraban piedras contra las fuerzas policiales de Abbas, organizadas por el general estadounidense Keith Dayton.
Desde el campo de refugiados de Duheishe, en Belén hasta la sede de gobierno de Mahmoud Abbas en la misma ciudad, centenares de manifestantes con banderas palestinas exclusivamente lo denunciaron a él y a su primer ministro Salam Fayyad y le exigieron el fin del Protocolo Económico de París, firmado en 1994 y violado por Israel. Los jovenes portaban carteles que rezaban: «Estamos cansados de oír hablar de la reformas…un consejo tras otro…un ministro tras otro y la corrupción no ha desaparecido». Uno de los indignados, Muhammad Riziq, manifestó: «Al ver las calles vacías y llenas de piedras y neumáticos ardiendo me trajo recuerdos de la Intifada de 1987, lamentablemente hoy es en contra de quien nos gobierna».
En Ramallah, ciudad transitoriamente administrativa, lugar de la Tumba del Padre de la Patria, Yasser Arafat y nido de los fastidiosos negociados de la ANP, los manifestantes quemaron neumáticos, cubos de basura y bloquearon varias calles principales. En las protestas frente a la oficina del premier Salam Fayyed, el adolescente palestino Yizan Ruaisini, con apenas 17 años y la fortaleza de la resistencia, pronunció: «Vamos a hacer cualquier cosa, tirar piedras, quemar neumáticos hasta deshacernos del gobierno de Abbas y Fayyad».
En la ciudad de Bir Zeit, lugar conocido por su ejemplar Universidad, cerca del campo de refugiados palestinos de Al Jalazun, los manifestantes quemaron postes de electricidad y neumáticos, llenando con sus voces de repudio el vacio de la conducción de la ANP.
Al norte de Nablus en la RO, decenas de manifestantes lanzaron piedras y botellas de vidrio a una estación policial, hiriendo levemente a varios policías palestinos. Como de costumbre por la cual fue creada, las fuerzas palestinas reprimieron fuertemente a los jovenes con gases y palos. Según la Media Luna Roja Palestina, los heridos en Hebrón son 45, en Nablus 39, en Jenin 4 y en Belén 29. De los heridos a 3 están graves.
Fayyad, un pragmático servil a EEUU, decepcionó la voluntad popular al bajar el 0,5% del 15% del IVA a partir del 1° de octubre. Fecha en la que también retrotraerá los aumentos del diesel, gas y queroseno a los precios de agosto. Sin embargo, esto fue tomado como una burla similar a la ironía de Abbas, cuando desde el exterior, el pasado sábado 8 de septiembre, minimizó las protestas y se atrevió a decir que «había comenzado la primavera palestina». Causando un repudio generalizado.
Defraudado con las concesiones, el jefe de la Federación General Palestina de Sindicatos, Saad Shahir, apuntó a Fayyad, amenazando que «los conductores de transporte público pararán indefinidamente si no se toman medidas reales para paliar la crisis». Por su parte, el jefe del Sindicato de Transporte Público Palestino, Jawad Omran, también rechazó las medidas de Fayyad, expresando: «Estas decisiones no son satisfactorias y vamos a seguir con nuestras justas protestas».
En Al-Khalil (Hebrón), los manifestantes tomaron un edificio público y a la mejor usanza árabe de repudio lanzaron sus zapatos contra el póster de Fayyad, exigiéndole su dimisión, la de su gabinete plagado de corruptos y acusándolo de ser «aliado de EEUU». Otro de los manifestantes, Khaled Idris de 28 años, declaró en Hebrón: «Pedimos que el presidente Abbas y el primer ministro Fayad, renuncien, así como toda la corrupta ANP, porque han sido incapaces de cumplir con sus obligaciones políticas y económicas».
Los empleados públicos de la ANP, muchos de los cuales debido a la crisis de gobierno no recibieron sus sueldos de agosto, miles de ellos se plantaron con una huelga el pasado martes 11/9, con los riesgos de ser echados de sus puestos. La ANP prohíbe a sus empleados públicos a manifestarse contra Abbas y su gobierno. Del mismo modo que reprime a los periodistas opositores, escritores y bloquean las redes sociales que los critican.
Son justamente esas redes sociales Faceboox y Twitter, las utilizadas en la Revolución de los Jovenes del 15M, en referencia al levantamiento popular del 15 de marzo de 2011, reclamando ‘democracia, unidad, el fin de las persecuciones policiales y la suspensión de los acuerdos con la potencia ocupante israelí’. Un movimiento palestino aún vigente y base de la actual movida popular.
El movimiento Fatah -lejos de los principios nacionales políticos de su fundador Yasser Arafat-, actualmente dirigido por Abbas, en un comunicado en Hebrón «criticó a los movimientos juveniles en contra de las condiciones de vida y exigió a los jóvenes poner fin a sus protestas». En su desafortunada declaración fue más allá, «desestimó los temores israelíes por las crecientes protestas palestinas que podrían convertirse en una tercera Intifada contra Israel».
Desde la fricción y la división impuesta. En el otro sector, el vicejefe del Buró Político del movimiento Hamas, Mousa Mohammed Abu Marzuk, sostuvo que «Las manifestaciones están teniendo lugar por razones insatisfechas del pueblo palestino con la ANP y acusó a Abbas de intentar trasladar el levantamiento a Gaza». En conferencia de prensa, Abu Marzuk, expresó: «Todo el mundo, independientemente de su ubicación geográfica, tiene el derecho a la rebelión si su dignidad es menoscabada» y acusó a Israel, asegurando que «el mayor daño a la dignidad humana es la ocupación de un pueblo por otro pueblo».
Mientras los territorios palestinos envueltos en llamas por los justos reclamos, sin importarle las alertas populares, Mahmoud Abbas y su comitiva, el pasado martes viajaron a la India, como parte de sus acostumbrados y carísimos viajes que ya dieron 3 vueltas al mundo en 7 años de gestión, dejando a su pueblo hambreado por su política y sometido por la ocupación.
En su juego sucio, la potencia ocupante israelí rociando con más combustible el fuego del levantamiento de los jovenes palestinos, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, responsable de crímenes de guerra, dijo: «Nuestro gobierno está actuando en varios frentes para ayudar a la Autoridad Palestina con sus problemas económicos. Hicimos varios cambios en los acuerdos fiscales y estamos trabajando para transferir $250 millones de shekels ($63 millones de dólares) a la ANP, para absorber las protestas contra su gobierno y salvar a Israel de cualquier situación grave de parte de los palestinos». Convertido en un ilegal vocero, Netanyahu, se arrogó la voz de «llamar oficialmente a EEUU y a la Unión Europea para salvar a la Autoridad Palestina del peligroso colapso», según lo aseveró el diario israelí Maariv (12/9). Sin embargo, entre la ayuda cicatera y la ocupación, Netanyahu, aclaró que no está dispuesto a rever el Protocolo Económico de París, reclamado por la calle palestina a Abbas.
En un resumido párrafo vale recordar que Abbas, luego de decapitar al gobierno de Hamas y a su primer ministro Ismail Haniyeh, votados democráticamente en 2006, violando la democracia palestina, nombró ilegalmente a su ministro de Finanzas, Salam Fayyad, como primer ministro de la ANP. Fayyad, fue un funcionario del Fondo Monetario Internacional y ejerció su cargo en Estados Unidos, algo que sigue causando escozor en la calle palestina, que además, mira con recelo y considera a Abbas, como un presidente de facto, por haber finalizado su mandato el 9 de enero de 2009 y congelar las elecciones presidenciales y legislativas, asfixiando el orgullo legado adquirido del mártir Yasser Arafat, que es la democracia palestina.
La verdad siempre la tienen los pueblos y el palestino, es quien tiene la fortaleza de la justa Intifada contra la ocupación y la corrupción.
Suhail Hani Daher Akel fue el primer Embajador del Estado de Palestina en la Argentina. Fue el primer Representante de la OLP en la Argentina. Analista internacional sobre la situación de Palestina
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