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Los israelíes consideran Cisjordania un «refugio» de guerra

Fuentes: The National

Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos

Con la mayoría de los israelíes asumiendo que una nueva guerra en Oriente Medio está a la vuelta de la esquina, los dirigentes de los colonos están tratando de demostrar a sus compatriotas que las aproximadamente 120 colonias judías ilegales en Cisjordania proporcionarán un refugio indispensable en un momento de emergencia.

Las colonias han hecho planes para acomodar a nada menos que medio millón de israelíes obligados a desplazarse dentro de las fronteras reconocidas del país en caso de encontrarse bajo el fuego de misiles en tiempo de guerra.

En una conferencia pronunciada la semana pasada Naftali Bennett, el presidente del principal consejo de colonos, Yesha, consideró que Cisjordania era el «lugar ideal como refugio de la nación». Sus palabras llegaron en medio de una semana de simulacros para probar la preparación del país en caso de guerra.

Según el periódico de derecha Jerusalem Post, el plan de los colonos tiene el respaldo de los dos principales organismos que se encargan de la protección de los civiles israelíes, el Comando de Frente Interno y la Autoridad de Emergencia Nacional, así como de los comandantes del ejército en Cisjordania.

Bennett afirmó que las colonias sería una opción popular para los evacuados porque no habían sido atacadas con misiles en confrontaciones recientes, como la guerra de Líbano de 2006 y la operación Plomo Fundido en Gaza hace casi dieciocho meses.

Los observadores han constatado que en los últimos cuatro años Hizbolá ha adquirido misiles de mucho mayor alcance que podrían alcanzar la mayor parte de Cisjordania.

Pero parece que Bennett y los colonos cifran sus esperanzas en el hecho de que los grupos enemigos se resistiría a disparar cohetes contra las colonias al estar situadas tan cerca de las comunidades palestinas.

Hagit Ofran, que observa las colonias para el grupo israelí Peace Now, afirmó que la medida era «un cínico ejercicio de relaciones públicas» destinado a que los colonos se granjearan el cariño de los israelíes ordinarios.

«Es claramente una iniciativa de los colonos que esperan que les proporcione una mayor legitimidad».

El objetivo de los simulacros nacionales es mejorar la coordinación entre los servicios de emergencia después de que un equipo investigador, el Comité Winograd, fuera severamente criticado por sus fallos durante la guerra de Líbano de 2006, una confrontación con Hizbolá de un mes de duración.

La milicia libanesa respondió al bombardeo por parte de Israel de amplias zonas de Líbano disparando miles de misiles en el norte de Israel, lo que provocó que cientos de miles de israelíes huyeran al sur.

Aunque son el cuarto ejercicio de simulacros que se celebran desde 2006, se cree que es la primera vez que que el medio millón de colonos y sus comunidades, que son ilegales según el derecho internacional, se han incorporado a los escenarios de evacuación.

Los ejercicios durante la semana incluían el rescate de civiles atrapados y heridos, su evacuación de zonas sometidas al fuego de misiles y el reasentamiento de civiles en zonas más seguras.

Se ha informado que [la colonia de] Elon Moreh, donde viven más de mil colonos y que está situada cerca de la gran ciudad palestina de Nablús en el centro de Cisjordania, ha hecho prácticas de «absorber» a refugiados de Tel Aviv heridos en un ataque mortal.

Hubo simulacros similares en los que estuvieron implicados estudiantes en el principal instituto de la colonia de Ariel y en alguna de las cuarenta colonias del municipio de Binyamin que rodean a comunidades palestinas cerca de Jerusalén Oriental y Ramala.

Bennett afirmó que en un ataque real hay planes de proporcionar autobuses blindados para transportar personas desde Tel Aviv y otras zonas densamente pobladas del centro de Israel a Cisjordania. Afirmó que la mayoría de las partes de Israel podían acceder fácilmente a una colonia.

Durante la guerra de Líbano en 2006 la mayoría de los israelíes que huyeron se dirigieron a Eilat, el centro turístico situado más al sur del país, o a Tel Aviv, donde algunos hicieron campos provisionales en sus playas. Se informó de que sólo unas 10.000 personas habían elegido Cisjordania, todos ellos por iniciativa propia.

Pero Bennett afirmó que en la próxima guerra sería diferente.

Las colonias ya han concebido un programa para absorber a 100.000 personas en escuelas, edificios públicos, oficinas y hogares. Afirmó que había también un «escenario extremo» en el que se alojaría a medio millón de evacuados, lo que supone doblar de la noche a la mañana la población de las colonias.

Avi Roeh, presidente del consejo de Binyamin, afirmó que los colonos eran «una población que da» y que se organizarían para que se levantaran rápidamente tiendas de campaña y kits de alojamiento sencillos.

Jeff Halper, presidente del Comité Israelí contra la Demolición de Casas, afirmó que podría haber «cierta lógica» en la afirmación de los colonos de que sus comunidades podrían proporcionar refugio para los ataques de misiles.

«Muchos israelíes huyeron de Tel Aviv durante la Primera Guerra del Golfo [en 1991] pero se instalaron en Jerusalén, probablemente porque pensaron, con razón, que [el dirigente iraquí] Sadam Husein no iba a atacar una ciudad en la que vivía una amplia población palestina e incluía santos lugares islámicos».

Añadió que los colonos probablemente esperaban «consolidar la idea de que ellos no sólo son ‘el corazón de la nación’, como les gusta llamarse, sino también que están ahí para salvar a los israelíes en una emergencia».

Los simulacros nacionales culminaron el miércoles [26 de mayo] con casi 3.000 sirenas ululando por todo el país mientras se exhortaba a los israelíes a dirigirse al refugio más cercano, ya fuera público o en su propia casa. Se informó de que casi la mitad de los israelíes habían participado.

Los medios de comunicación israelíes informaron de que las restricciones financieras significan que el ejército sólo tiene el 60% de las máscaras antigás que se necesitan para garantizar que toda la población israelí está protegida en un ataque químico.

Hasta el momento sólo al 5% de los israelíes se les ha proporcionado máscaras tras una convocatoria masiva hace unos pocos años para renovarlas.

Mohammed Zeidan, director de la Asociación de Derechos Humanos de Nazareth, que poco después de la guerra de Líbano en 2006 publicó un informe sobre la discriminación de los ciudadanos palestinos de Israel a la hora de proporcionarles refugios contra las bombas, afirmó que cuatro años después no había habido cambios.

«Sigue sin haber refugios públicos en las comunidades árabes y podemos adivinar quiénes no van a obtener máscaras antigás si no hay suficientes», afirmó.

Se ha informado de que unos treinta visitantes extranjeros de alto nivel, incluyendo el presidente de la Guardia Nacional estadounidense, Craig McKinley, han observado los ejercicios para aprender para sus respectivos países.

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Fuente: http://www.thenational.ae/apps/pbcs.dll/article?AID=/20100530/FOREIGN/705299941/1002