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Los israelíes pagarán caro el imprudente nombramiento de su primer ministro

Fuentes: Haaretz

Traducido del inglés para Rebelión por J. M.

Netanyahu ha demostrado que está dispuesto a arrastrar al país en una aventura militar potencialmente desastrosa, para eliminar todas las restricciones morales y fomentar el racismo flagrante con el único propósito de mantenerse en el poder.

 

Una foto de archivo muestra al primer ministro Benjamin Netanyahu y ​​el líder de Israel Beiteinu, Avigdor Lieberman, en la Knesset. (Tess Scheflan)

Es difícil imaginar que el primer ministro Benjamin Netanyahu vaya a tomar una decisión más imprudente e irresponsable que el nombramiento como ministro de Defensa a Avigdor Lieberman.

Por segunda vez desde la última elección Netanyahu tuvo que elegir entre la Unión Sionista y la extrema derecha. Y una vez más optó por virar a la derecha y establecer una coalición de ideología racista que pretende consolidar la ocupación, ampliar los asentamientos en los territorios, oprimir a la minoría árabe y socavar la democracia israelí.

El líder de Israel Beiteinu ha representado durante muchos años una posición racista que considera a los ciudadanos árabes de Israel una molestia y a sus representantes en la Knesset traidores. Demanda una política de defensa agresiva, la reocupación de la Franja de Gaza, el derrocamiento del Gobierno de Hamás en el territorio y la destrucción económica de la Autoridad Palestina, que en su opinión anima, incita y es responsable de los ataques a los israelíes.

En las últimas semanas lideró la lucha política en nombre de Elor Azaria, el soldado que asesinó a un atacante palestino moribundo en Hebrón. Lieberman pidió se libere a Azaria sin acusación de homicidio.

Cuando era ministro de Asuntos Exteriores Lieberman hizo muy poco, pero su capacidad de causar daños al Estado estaba restringida. Ahora va a estar a cargo del ejército y de la máquina de la ocupación en los territorios, con un potencial casi ilimitado para fomentar las crisis y poner en peligro el interés nacional.

Podrá firmar los planes masivos de construcción en los asentamientos, poner fin a la coordinación de la seguridad con la AP, esforzarse para llegar a una confrontación con Hamás en el sur, intensificar el bloqueo de la Franja de Gaza, prohibir el empleo de palestinos en Israel y fomentar violaciones de las leyes de guerra.

El apoyo de Lieberman a Azaria, que disparó y mató a un adolescente palestino mientras huía después de lanzar piedras contra el vehículo del oficial, y al cierre de la investigación del coronel Israel Somer, dio señales a los soldados y policías de que la dirección política espera que disparen primero y pregunten después, que la ejecución de una persona herida de muerte o de un adolescente que huye es un comportamiento digno de apoyo y aliento, sin investigación ni enjuiciamiento.

Su llamado a la declaración del estado de emergencia en Israel, «al igual que en Francia después del ataque en París» es especialmente preocupante. A Lieberman le gustaría suspender la libertad de expresión en favor de la libertad para disparar.

Fue hace solo un mes cuando Netanyahu (en nombre del Likud), describió a Lieberman como un novato perezoso, «un pequeño charlatán» que ni siquiera era apto para ser un analista militar. Ahora Netanyahu confía la defensa nacional a un hombre para el que «el único proyectil que alguna vez silbó en su oreja era una pelota de tenis».

En el momento de la verdad el primer ministro ha demostrado que está dispuesto a arrastrar al país a una aventura militar potencialmente desastrosa, a eliminar todas las restricciones morales y fomentar el racismo flagrante con el único propósito de mantenerse en el poder. El alto precio será pagado por los ciudadanos de Israel y sus vecinos palestinos.

Fuente: http://www.haaretz.com/opinion/1.720365

Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y Rebelión como fuente de la traducción.