Traducido para Rebelión por J. M. y revisado por Caty R.
Manifestantes airados interceptaron y arrojaron huevos al paso del coche de Michele Alliot-Marie, debido al llamamiento que hizo a Hamás para liberar a Gilad Shalit.
Decenas de personas bloquearon el paso del vehículo, golpeaban con los puños los costados del auto mientras gritaban «¡Fuera de Gaza!». Más tarde, cuando la ministra de Asuntos Exteriores de Francia pidió finalizar la visita en el hospital de Gaza, los manifestantes arrojaron huevos y zapatos al parabrisas.
Testigos oculares dijeron que los manifestantes eran familiares de los presos encarcelados en Israel, enfurecidos por las palabras que pronunció la ministra durante su visita a la carpa de protesta de los padres del soldado Gilad Shalit en Jerusalén. La ministra opina que el secuestro de Shalit es un crimen de guerra.
La enviada del presidente Sarkozy a Oriente Medio, Valerie Hoffenberg, fue herida durante su visita al hospital de Gaza. Allí mismo recibió tratamiento de primeros auxilios y luego trasladada al hospital Barzilay de Ashkelón.
Luego del ataque de Gaza, la ministra visitó Sderot. En una conferencia de prensa en esa ciudad, la ministra manifestó la esperanza de «poder llegar a la situación óptima de manera todos puedan vivir sin miedo». Añadió que Francia se incluirá en las conversaciones entre Israel y Palestina para «buscar una verdadera solución a la situación». Según sus palabras, «es necesario también ayudar a los habitantes de Gaza que sufren por el bloqueo, pero también ellos deben hacer todo lo posible para que no haya amenazas sobre Israel».
En una entrevista especial con Haaretz, Aliot-Marie atacó duramente a Hamás, diciendo que «Gilad Shalit está siendo retenido como rehén desde hace más de cuatro años en total aislamiento y sin poder dar hacer señales de vida durante mucho tiempo. Es una situación inhumana y nosotros exigimos su inmediata liberación». Shalit, según palabras de la ministra, es ciudadano francés y por lo tanto «Francia no escatima en esfuerzos con el fin de promover su libertad». La ministra rechazó las acusaciones de que los esfuerzos de Francia para liberar a Ingrid Betancourt del cautiverio en Colombia fueron más intensos. También rechazó las críticas de que su país sólo juega un papel secundario en las negociaciones, por detrás de Alemania. Esto se debe, dice, a que Israel y Hamás, ambos han elegido como mediadora a Alemania, dado su éxito en las negociaciones con Hizbulá. Indica que Francia «respondió muy activamente» al pedido del mediador alemán, pero a la luz de las suspicacias que suscita el tema, es necesario mantener la «máxima discreción» con respecto a esta actividad y con los informes que surgen de las nuevas negociaciones que se van dando en los últimos días».