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Falsimedia y la Cumbre

Los medios de comunicación y el Gobierno preparan a la «opinión pública» contra las palabras de Fidel Castro y de Hugo Chávez

Fuentes: Insurgente

Los grandes medios de comunicación huyen de las palabras claras, de las palabras precisas y de las palabras necesarias. La aproximación al mundo real y a sus conflictos no es precisamente el propósito de Falsimedia. Ante la Cumbre Iberoamericana que va a empezar en Salamanca, el primer objetivo del Gobierno, del primer partido de la […]

Los grandes medios de comunicación huyen de las palabras claras, de las palabras precisas y de las palabras necesarias. La aproximación al mundo real y a sus conflictos no es precisamente el propósito de Falsimedia. Ante la Cumbre Iberoamericana que va a empezar en Salamanca, el primer objetivo del Gobierno, del primer partido de la oposición y de las grandes empresas mediáticas que los representan o los dirigen, es el de no molestar a los EEUU. En consecuencia colocan sobre la Cumbre, como mandato inviolable, la conocida voluntad imperial que sigue tratando a América Latina como su patio trasero. Esta «ley de hierro» se convierte en la obligación de silenciar a Cuba y a Venezuela, y de falsear sus propuestas. La censura política y mediática del Gran Ausente contradice el supuesto espíritu de las Cumbres y anuncia la posibilidad de un fracaso completo.

No obstante ese encuadre en el servilismo y en la dependencia, la tarea del gobierno anfitrión de Zapatero y de los grandes medios no va a ser tan fácil como en reuniones anteriores de la Cumbre. Hay bocas que no se callarán en Salamanca y que hablarán tan fuerte que no podrán silenciarse.

Tanto Cuba como Venezuela defenderán con muchísima seriedad la idea del multilateralismo, o lo que es lo mismo, la no ingerencia desde EEUU ni desde la Unión Europea, en la soberanía de los pueblos de América y del proyecto de unificación continental sobre bases de cooperación que ha lanzado la Alternativa Bolivariana para las Américas. El unilateralismo hegemónico que viola sistemáticamente el derecho internacional es el primer gran enemigo de los pueblos del continente.

Los dos países analizarán y defenderán la necesidad de la integración latinoamericana «sobre bases solidarias y humanistas» y no de subordinación al dios Mercado, algo que no pertenece al mundo de la retórica vacía en la que navegarán buena parte de los asistentes.

Venezuela ha anunciado que «promoverá a fondo los procesos de integración de América Latina en la búsqueda de un nuevo equilibrio internacional para defender la soberanía de las naciones, frente a pretensiones hegemónicas e imperialistas». Tan poco retórica es esa intención en estos momentos, que ya ha levantando y levantará ampollas no sólo en la administración norteamericana sino también en el Gobierno español y en su imperialismo subordinado pero muy potente de las transnacionales españolas en América Latina.

El canciller venezolano Alí Rodríguez ha afirmado que en relación con «las contradicciones que caracterizan al mundo de hoy, en particular el norte y el sur de América, Venezuela mantiene sus principios y si alguien se molesta porque defendamos lo que otros deberían respetar, por supuesto que habrá alguna discusión».

La delegación cubana -tal vez el propio presidente Fidel Castro- presentará dos proyectos de resolución que contarán con un apoyo considerable, y que provocarán una irritación considerable en Washington. Los dos tienen un fuerte respaldo en los convenios, tratados y leyes internacionales y en los principios declarados una y otra vez en estas Cumbres.

Una de ellas será sobre el bloqueo a Cuba, la otra sobre la protección de EEUU al terrorista Posada Carriles -el innombrable para los medios «progresistas» que, como El País apoyan descaradamente al Imperio-. La última propuesta de resolución es en realidad una denuncia de la continuada actividad terrorista de los EEUU, muy acentuada por la actual administración estadounidense. La lucha contra el «terrorismo internacional» empieza por la denuncia de la política de Washington, la «guerra antiterrorista de Bush» es un verdadero fraude y una coartada para intento de dominio del mundo que por todos los medios realizan los Estados Unidos.

La posición más «progresista» -de hecho la más cínica- de la prensa española viene determinada en la siguiente afirmación recogida del periódico de PRISA del 9 de octubre:

«La XV Cumbre Iberoamericana que se celebrará en Salamanca los próximos días 14 y 15 es para el Ejecutivo español un hito de institucionalización, una ocasión quizás irrepetible de revitalizar y estructurar un foro que ha venido dando muestras de fatiga por los excesos de retórica y la falta de contenidos prácticos. Pero sobre ese objetivo, con el que se ha comprometido José Luís Rodríguez Zapatero, penden como una amenaza las fuertes personalidades de los dos líderes iberoamericanos más polémicos: el venezolano Hugo Chávez y sobre todo el cubano Fidel Castro.»

El País no se olvida de ponerse al servicio de la embajada de los Estados Unidos en España llamando la atención de los servicios de inteligencia de ambos países sobre las «Organizaciones de apoyo» a estos dos líderes, cuya paternidad niegan las embajadas respectivas» y que «promueven manifestaciones en torno a la cumbre».

Finalmente El País alerta sobre uno de los asuntos que van a imponer a la diplomática y retórica Cumbre de Salamanca los dos dirigentes políticos latinoamericanos:

«Pero hay un factor objetivo capaz de hacer que la cumbre descarrile del mensaje de renovación y consolidación institucional: los cubanos quieren que la reunión de Salamanca se pronuncie sobre el caso del anticastrista Luís Posada Carriles, el ex agente de la CIA acusado del atentado contra un avión civil cubano que mató a 73 pasajeros. La Habana reclama su extradición desde EE UU, donde Posada fue encarcelado en mayo.»