Las familias palestinas de refugiados se unieron a 150 judíos israelíes en una procesión anual para conmemorar el evento reflejo del de la independencia de Israel llamado la Nakba (catástrofe), que arrojó a una abrumadora mayoría de palestinos de sus casas y los expulsó del nuevo Estado Judío. Este año, las familias fueron hasta Umm […]
Las familias palestinas de refugiados se unieron a 150 judíos israelíes en una procesión anual para conmemorar el evento reflejo del de la independencia de Israel llamado la Nakba (catástrofe), que arrojó a una abrumadora mayoría de palestinos de sus casas y los expulsó del nuevo Estado Judío.
Este año, las familias fueron hasta Umm al-Zinat, un pueblo agrícola palestino cuyos 1500 habitantes fueron forzados a salir por soldados una avanzada de soldados israelíes el 15 de mayo de 1948, unas horas después de que Israel proclamara su declaración de independencia.
Junto a más de otros 400 pueblos palestinos, Umm al-Zinat fue demolido por el ejército israelí para impedirles volver a los refugiados.
Los niños portaban carteles coloreados que llevaban los nombres de todos los pueblos destruidos, mientras otros enarbolaban banderas palestinas, un acto de desafío que podría comportarles la cárcel.
Día de la Nakba
Millones de refugiados palestinos en Cisjordania, Gaza y en los campos de refugiados de los vecinos estados árabes conmemorarán la Nakba oficialmente el 15 de mayo; pero el menor número de refugiados de dentro de Israel ha organizado tradicionalmente su propio acto haciéndolo coincidir con el Día de la Independencia de Israel, la fecha de que varía según el calendario hebreo.
Pocos de los refugiados de Umm al-Zinats pudieron asistir a la procesión. La mayoría fueron expulsados del estado durante el largo año de guerra en 1948 y viven en ciudades de Cisjordania como Jenín, Tulkarem y Nablus, o en Jordania. Israel normalmente rechaza el permiso de entrada a los palestinos que vive en los territorios ocupados territorios y en los estados árabes.
Pero un puñado de los originales habitantes estaba allí para contar sus historias.
Quedaron dentro de Israel, muchos de ellos cerca de Umm al-Zinat en el cercano pueblo druso o de Daliyat al-Carmel, en Haifa y Fureidis.
Refugiados internos
Salim Fachmawi se sienta sobre los restos de la escuela de Umm al-Zinat. Fotografía de Jonathan Cook |
Hoy, aproximadamente 250.000 palestinos de Israel – un cuarto del total de su población – se cree que son refugiados internos. A todos se les niega el derecho de retorno a sus casas y pueblos originales.
Las tierras de Umm al-Zinat, al igual que las de muchos otros pueblos destruidos, fueron plantadas de bosques de abetos por el Fondo Nacional Judío en un intento, según historiador Meron Benvenisti, antiguo vice-alcalde de Jerusalén, para camuflar las ruinas. Otras tierras que pertenecen a Umm al-Zinat se entregaron a una comunidad judía rural, Elyakim, para cultivarlas.
Líderes políticos y religiosos palestinos de Israel, así como los propios refugiados, aprovecharon el acto para denunciar la ocupación de Israel y para exigir el derecho de los refugiados a volver a sus pueblos.
El Jeque Raed Salad, un líder espiritual ampliamente respetado por un millón de ciudadanos palestinos de Israel, dirigió las oraciones en el lugar en que los organizadores resaltaron el daño infligido a mezquitas e iglesias de los pueblos destruidos.
La mezquita de Umm al-Zinat fue arrasada por el ejército israelí después de que los lugareños fueran obligados a salir a punta de pistola. En otros pueblos, los santos lugares han sido cercados, normalmente con alambre de espino.
Masacres
Aunque durante muchos años las expulsiones de Israel de las comunidades palestinas como Umm al-Zinat no fueron comentadas, una nueva generación de historiadores israelíes han empezado a sacar a la luz pruebas de al menos dos docenas de masacres así como matanzas así como de violaciones y asesinatos de palestinos.
Los historiadores han encontrado entre documentos de los archivos del estado y militares pruebas de que Israel animó a la fuga masiva de palestinos a través de masacres bien publicitadas, como la del pueblo cercano a Jerusalén, Deir Yassin. También han descubierto una serie de documentos, como el Plan Dalet que sugiere que fue la intención del ejército limpiar étnicamente el nuevo estado de tantos palestinos como fuera posible.
Los relatos de los refugiados de Umm al-Zinat confirman estos hallazgos. Badria
Fachmawi que tenía 14 años cuando los soldados israelíes avanzaron sobre el pueblo, dice que ella recuerda el sonido del tiroteo israelí y la huída con sus padres y hermanos.
Marcha de manifestantes en Umm al-Zinat. Foto de Jonathan Co |
Acabaron en la comunidad drusa de Daliyat al-Carmel, donde se unieron a unos otros tantos 10.000 refugiados de otros pueblos en busca de amparo. A causa de que los drusos habían firmado un acuerdo con líderes israelíes, sus comunidades no fueron atacadas.
Unos días después, dice, el ejército israelí llegó con 18 autobuses para transportar a los refugiados a través de la frontera a Jordania. Mi padre, tío, y primos se escondieron entre los drusos y escaparon a la expulsión que es la razón por la que nosotros todavía estamos aquí hoy y la mayoría de los refugiados no lo está, dijo.
Durante los últimos 20 años, Badria y su familia han vuelto al pueblo para recoger los higos chumbos de las chumberas que florecen en la ladera de la montaña.
«Es duro regresar, sin embargo, teniendo tantos recuerdos tristes asociado a este lugar,» dijo. «Pero es importante traer a los niños aquí para que ellos sepan de donde son.»
Salim Fachmawi, de 65 años, un refugiado de Umm al-Zinat que ayudó organizar la procesión de este año, dice que su compromiso con el pueblo ha provocado problemas interminables con las autoridades.
Hace una semana fue citado a la comisaría de policía para ser interrogado tras haber celebrado reuniones sobre la procesión en su casa y haber pegado anuncios referentes a la misma.
Me preguntaron por qué quería yo organizar la marcha y contesté: «Porque ustedes construyeron su estado en mi tierra natal».
Al principio, en 1998, cuando su padre murió a los 93 años, también chocó con las autoridades. Le había prometido a su padre que lo enterraría en el cementerio de Umm al-Zinat, las ruinas del cual habían sido cercadas.
Apoyo judío
Pero cuando la familia llegó con el ataúd al cementerio, se encontraron rodeados por más de 100 policías.
«Yo hablé con el capitán y le conté mi promesa a mi padre,» dijo Fachmawi.
«Pero él simplemente contestó: ‘ Si usted quiere enterrar a su padre aquí tendrá que enterrarme a mí primero.»
«Entendí lo que quiso decir. Nosotros retrocedimos y en cambio enterramos a mi padre en Daliyat.»
Zochrot (Recordando) fue uno de los varios pequeños grupos judíos israelíes que conmemoró el día con los refugiados. Opera una página en Internet llamada la Nakba en hebreo que trata de educar a los israelíes sobre lo que pasó en 1948.
Su director, Eitan Bronstein, nunca dice que la mayoría de los israelíes jamás han oído la narrativa palestina de la guerra y no tienen ninguna idea del sufrimiento y pérdidas experimentados por los refugiados, o cómo estos continúan alimentando resentimientos.
«Zochrot es una organización joven; que solamente tiene unos pocos años de antigüedad. Pero estamos viendo cada vez más judíos que vienen a este tipo de actos que son cada vez más importantes,» dijo Bronstein. «Hasta hace poco Zochrot estaba sola entre los grupos judíos que conmemoraban la Nakba, pero este año otras organizaciones se implicaron también, lo que es realmente alentador.»
Jonathan Cook en Umm al-Zinat, cerca de Haifa
http://english.aljazeera.net/NR/exeres/30B94811-F302-4424-8D62-9F81BD7CAC04.htm
Carlos Sanchis es miembro de los colectivos de Rebelión y Tlaxcala ( www.tlaxcala.es ), la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción es copyleft .