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Lucio y la utopía

Fuentes: Datecuenta

Con el mundo a punto de estallar, y tantas y tantas acciones bien hechas que merecen ser contadas -como este despertar social que por fin estamos viviendo- hay que buscar la forma de converger en algo. Hay muchas formas distintas de ver la realidad y de ver la utopía. La mía es la misma que la de Lucio.

Anarquista, atracador, falsificador, albañil: la persona que se supo rodear de grandes artesanos para poner a sus pies al banco más poderoso del mundo, que le propuso al Ché falsificar dólares a gran escala y que participó en numerosas expropiaciones con las que financiaba a decenas de organizaciones anticapitalistas. Compartir tres días con Lucio Urtubia es como tocar la utopía con los dedos de las manos. Todo se vuelve posible al lado de este ser humano que irradia la energía más simple y esencial, la del querer es poder, la del vivir libre de complejos y autoridades. La primera vez que lo conocí estaba dando una conferencia en un pueblo de Barcelona. Su discurso se basaba en una frase: «Hay que perderles el respeto.» Entonces el 15M aún no había despertado y en general la sociedad estaba bastante dormida. Pero esa frase se me quedó grabada, y fue madurando en mi interior hasta que la comprendí y acabó por encauzar mi malestar hacia este lugar.

Lucio

Durante los tres días que paso con el atracador descubro que su grandeza radica en su energía transformadora. Lucio le dice a todo el mundo que haga lo posible por autogestionar su vida, y a todos se lo dice con humor y simpatía. A la camarera: «¿Cómo te trata tu patrón?» A los universitarios: «Si somos albañiles, médicos, pintores, electricistas, ¿para qué necesitamos al Estado?» A sus compañeros libertarios: «Hay que empezar ya a hacer algo. Volveré el año que viene para ver si habéis hecho algo y cómo lo habéis hecho.» No hay una persona a la que le caigan mal los consejos de Lucio. Esta humilde integridad es la que le ha permitido hacer grandes cosas. Lucio mira de dentro hacia afuera, viaja siempre a lo más esencial del ser humano y no cuestiona las acciones con una moral ajena; su conciencia no analiza si las cosas deberían o no ser hechas, sino si le hacen bien o mal a la humanidad. Cuando explica su primer atraco lo hace así: «Las cosas imposibles no existen. Entré a las cuatro menos diez al banco, y a las cuatro y cinco era multimillonario.» Su vida -al igual que a otros Robin Hood como Enric Durán-, hubiese cambiado de repente, pero prefirió intentar una ambición más grande: cambiar el mundo.

¿Por qué seguimos respetando a quien no nos ha respetado nunca? A ELLOS. Los que se creen que están por encima de nosotros, los que dirigen nuestras vidas y dibujan dónde está la línea del bien y del mal. ELLOS son seres incapaces de amar, están exentos de compasión y respeto. Nunca se han curado los miedos y los complejos y -es más- los utilizan como excusa para infringir el miedo a los demás. Están rodeados de riqueza, pero no la saben utilizar. Sólo son seres con un ansia infinita de tener cada vez más.

Hay gente que pasa por la vida sin haber sentido nada. Sus mensajes y sus vivencias no tienen apenas contenido. Son sólo una repetición de lo que alguien les dice que deberían de haber sentido. Hoy, cuanto más miedo se infringe a la sociedad, más llenas de nada están sus vidas. Y ponen anuncios de yogures para no enfermarse y de alarmas para pisos de cincuenta metros que evitan atracos de muchísima violencia. Y lo vemos como normal. Y todos cada vez más cobardes. En nuestro mundo civilizado la solidaridad ya casi no existe. «Mi familia no tenía ni para el pan, -recuerda el albañil pero nos lo daban fiado y pagábamos como podíamos. Como mi madre no podía pagarme unas sandalias me las prestaban.» Pienso que si hubiera otra guerra civil -o de clases, que es como se debió llamar a la del treinta y seis- sería todavía peor que la de antaño. ELLOS han aprendido mucho y nosotros poco. Ahora la gente delataría a su vecino por un trabajo miserable. Por ascender un peldaño en la pequeña empresa donde trabaja. Y lo verían como normal. Y pondrían a sus hijos como excusa para hacerlo.

Pero queda ese reducto de idealistas de siempre. Personas que quieren dejar las cosas un poco mejor para el que venga después, sean o no sus hijos. Unos son más tímidos, otros arriesgan mucho, hasta llegar, por ejemplo, a las cárceles. Quedan también esos referentes como Lucio. Esos que pasan por la vida con la capacidad de transformarlo todo. No abundan, pero quieran o no quieran ELLOS, siempre habrá personas así. Y como yo, Lucio también tuvo un referente: Quico Sabaté. «No te fíes de nadie, nano«, es lo primero que le dijo Quico mientras le sacaba una navaja subiendo la escalera de su casa parisina detrás de él. Fue su primera lección. Recuerdo la primera vez que fui a conocer a Abel Paz, uno de los teóricos contemporáneos del anarquismo. Le pregunté por qué los anarquistas no se habían unido a los comunistas y a toda la gente de izquierdas para ganar la guerra. Me dio un libro suyo y me dijo «Léelo y vuelve cuando entiendas algo del asunto.» Los referentes entran así, de frente.

Quico fue el germen de Lucio para canalizar toda esa falta de respeto -pues el valor ya lo tenía- y dedicar las salidas de su jornada laboral a seguir trabajando en contra del sistema capitalista, primero con atracos en los que se «llegaba a orinar en los pantalones por miedo a matar a alguien«, luego con la falsificación de documentos que estuvieron a punto de hacer quebrar al banco más poderoso de la historia, el Citibank. El anarquista consiguió tener una red revolucionaria de contactos por todo el mundo: tupamaros, montoneros, panteras negras, etc. que retroalimentaba con su propia financiación. Si por él hubiese sido -así se lo propuso al mismísmo Guevara- hubiera intentado tambalear la economía estadounidense con un plan de falsificación masiva de dólares «los cuales eran muy fáciles de copiar», que éste desechó después de la reunión. «Si yo tuviera que escoger héroes no escogería al Ché, -opina Lucio- escogería a un Cipriano Mera o a un Quico Sabaté, ¿qué tenemos que ver nosotros con un ministro o con un comandante?» Cinco órdenes internacionales de búsqueda y captura se dictaron contra el albañil, que también se supo rodear de los mejores abogados.

Yo todavía tengo cierto respeto, más bien miedo, no voy a negarlo. Pero lo que ya no tengo es ninguna confianza en que alguien me pueda llegar a representar nunca. Creo que el poder corrompe. Creo que no se pueden ejercer mecanismos de control sobre el poder. Creo que tampoco necesitamos a nadie que administre nuestro trabajo. Creo que -como me dijo también Joaquina Dorado, la que fue secretaria de la colectivización de la madera en Barcelona durante la guerra-: nos necesitan más ellos a nosotros que nosotros a ellos. En cambio tengo confianza plena en las pequeñas acciones humanas, en las acciones de gente como Lucio. «¿Y por qué no -asegura siempre el navarro por qué no un pequeño pueblo, sin cárceles y sin gobiernos, puede dar el ejemplo?» Cuando el padre de Lucio desarrolló el cáncer y moría en su cama lleno de dolor, le decía: «Tú que tienes cojones y que quieres a tu padre, mátame, mata a tu padre.» Dice Lucio que no tenían ni para una aspirina que le aliviara el dolor. Nosotros, que no hemos conocido la miseria, creemos que nunca ha existido y que no vamos a volver a verla. «Por eso -argumenta el atracadordebéis de luchar día a día para que no os quiten más de lo que os están quitando, para que no volváis a lo que yo tuve que vivir.» Porque hay un tipo de miseria más grande que ésa y sigue siendo contemporánea: la miseria humana.

A dónde irá a parar tanta ansia. Por qué el pueblo golpeando en las manifestaciones al mismo pueblo si estamos todos en el mismo saco. Porqué bombas de uranio empobrecido -que pagamos con nuestros impuestos al mismo gobierno que nos gobierna actualmente- están haciendo que en Irak nazcan los niños sin ojos y sin brazos. Por qué helicópteros que nos controlan a miles de euros la hora de vuelo. Por qué tanto objetivo falso que no conduce a nada: ¿a qué experiencia tan hermosa se supone que les lleva tanta represión por querer conservar privilegios?

Hasta que descubrió la falsificación, Lucio decía que los atracos eran la única forma de financiar la lucha contra el sistema: «No es un acto heroico ponerle a una persona en el pecho una metralleta. Lo hacíamos porque no había más cojones que hacerlo.» Hoy tenemos más herramientas que nunca, aunque quizá más miedo que nunca, o menos necesidad y más comodidad. Pero es la gente la que mueve las cosas, «es el rico el que vehicula la miseria y es el pobre el que vehicula la libertad». Y hoy más que nunca hace falta esa gente creativa, creadora, humana, que sepa identificar la verdadera línea de lo bien y de lo mal hecho. «Quién lo sabe -dice el expropiadoraún trabajando mucho no sabemos qué va a pasar, pero hay que seguir haciendo, nuestra historia hoy pasa por compartir y dar ejemplo.»

Yo lucho por el mismo mundo por el que lucha Lucio. Me gustaría que mis hijos vivieran en un mundo más justo que el que yo he vivido, y que valoraran más de lo que nosotros lo hemos hecho las luchas de nuestros antepasados. Me gustaría que llegáramos a ser tan responsables que sólo consumiéramos en lugares donde sabemos que el dinero pagado sólo va a hacernos bien. Es más, me gustaría que dejáramos de pagar impuestos y pudiéramos autogestionar con ese dinero nuestros propios proyectos de educación y de sanidad. Creo que nos podemos encargar de nuestra propia seguridad. Creo que es necesario un mundo sin cárceles y sin gobiernos. Creo que las personas tenemos la capacidad de amar de muchas más maneras de la que nos han contado. Creo que nuestros hijos se pueden educar de una forma más humana que de la forma que lo están haciendo. Creo firmemente que este sistema tarde o temprano caerá. Creo que debemos de ser responsables y estar preparados para ello.

«Ahora voy a escribir un libro. -me cuenta- Tratará sobre la utopía, pero no la de la isla de Tomás Moro, sino de la que yo he vivido Porque según Lucio lo imposible no existe y él es testigo de ello. Pero ELLOS se siguen empeñando en decir que la utopía es un sueño que nunca podremos alcanzar. Yo creo que es todo lo contrario. Y como yo -que ya estoy tocando con los dedos de las manos ese mundo que ha vivido Lucio- hay ya muchas personas que llevan media vida trabajando en ello y que están haciendo de la utopía algo real. La utopía la hace gente valiente y responsable. Tiene errores, pero existe. «La riqueza –me dijo Lucio cuando lo entrevisté para el proyecto Vencidxs– es el hacer y el egoísmo es compartir con vosotros..» El ser humano tiene energía para reaccionar.» La utopía está tan cercana a NOSOTRXS que lo único que tenemos que hacer -ahora más que nunca- es atrevernos a saltar.

La utopía

La palabra es revolucionaria y poco a poco hace reflexionar, sobre todo si la necesidad de las personas es cada vez mayor. Sé que al finalizar de leer esto seguirás pagando tu hipoteca y tus impuestos y que seguirás llevando al mismo colegio a tus hijos, porque es lo normal, incluso quizá todo esto te ha parecido una bobada. Pero si todavía sigues sintiendo ese malestar, es que algo no funciona, y por eso te invito a conocer alguno de los proyectos que te listo a continuación, es decir, a las personas que trabajan en ellos. No va a salir por la tele.

L’Albada. Arbúcies Espacio de educación viva de niños y niñas desde los 3 años hasta la adolescencia. Estructura educativa con estructura horizontal, formada por un equipo pedagógico y humano. http://albadaviva.blogspot.com.es/

Áurea Social. Barcelona. Espacio abierto y autogestionado para ofrecer servicios abiertos y públicos de Salud y Educación con idea de empoderar y generar comunidad. http://www.aureasocial.org

CASX. Cooperativa de financiación social en red. La primera cooperativa financiera en el estado español, que operará sin intereses. Autogestionada y asamblearia. www.casx.cat

CIC – habitatge social. Cooperativa de vivienda social para solucionar problemas de vivienda a través de alquiler social, por parte, de personas con riesgo de impago de sus hipotecas, entre otras. http://www.habitatgesocial.cat

Ca La Fou. Vallbona d’Anoia. Colonia ecoindustrial postcapitalista. Espacio que cuenta con 28.000 m2 y 27 viviendas, que se ha colectivizado para rehabilitarlo y generar un proyecto para la innovación social y tecnológica. http://www.calafou.org

Conviven. Axarquia. Málaga. Granja didáctica, ecológica y autogestionable creada con el fin de promocionar las nuevas energías, la autogestión, la sostenibilidad ecológica, el reciclaje, la cultura, todo basado en la convivencia. http://axarquia-conviven.blogspot.com.es

Cooperativa Integral Catalana. Iniciativa en transición para la transformación social desde abajo, mediante la autogestión, la autoorganización y el trabajo en red. Iniciada el 2010. http://cooperativaintegral.cat

COOP57. Andalucía, Aragón, Catalunya, Galicia y Madrid. Cooperativa de servicios que destina los recursos propios a dar préstamos a proyectos de economía social que promuevan la ocupación, el cooperativismo, y atendiendo a los principio de la banca ética: compatibilidad, participación, transparencia, solidaridad y reflexión. www.coop57.coop

DateCuenta Escuela de Comunicación Libre. Barcelona. Entidad que forma de manera profesional en herramientas de comunicación a las personas a precio de coste y en un futuro próximo introducirá las becas sociales, la moneda social y el trueque. El excedente se invierte en proyectos de periodismo libre. http://www.datecuenta.org/escuela

Derecho de Rebelión. Proyecto de desobediencia civil con objetivo de autogestión fiscal que empodere al pueblo en cubrir las propias necesidades. http://www.derechoderebelion.net

La Directa. Catalunya. Las personas que integran este proyecto de comunicación la entienden como una herramienta de transformación social y no como un simple negocio. La Directa trabaja por visualizar las prácticas de los movimientos sociales. http://www.setmanaridirecta.cat

Huertopia. Castellón. Espacio cedido donde se practica la agricultura ecológica para conseguir el autoconsumo, autoabastecimineto y la autoocupación. http://cooperativaintegralcastellon.blogspot.com

Lakabe. Navarra. Pequeña comunidad autogestionada y rural con más de 25 años de experiencia. http://www.ecoaldeas.org/proyectos/lakabe.htm

LaTele. Barcelona. Canal 37 de la TDT de comunicación libre y comunitario, asambleario y horizontal, creado en 2003 como alternativa a los modelos de comunicación imperantes. http://www.latele.cat


Salud Holística Autogestionada (SHA). Barcelona. Es un centro de salud formado por personas que facilitan la

autogestión de la salud y desarrollan su actividad dentro del sistema de salud pública cooperativista.

http://sha.aureasocial.org

Fuente: http://www.datecuenta.org/lucio-y-la-utopia-2