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Muestra de uno de los cientos de actos que vendrán

Maniobras orquestales para justificar la energía nuclear

Fuentes: Rebelión

A propósito de la charla «La energía nuclear: ¿una solución frente al cambio climático? Organizada por el Servicio de Pastoral de la Universidad de Comillas de Madrid

Si Pérez-Arriaga (3) era uno de los ponentes, de él supimos, según se presentó, que era profesor de una universidad, la de Comillas, que era ingeniero de formación y colaborador con altos organismos oficiales en temas energéticos. Otro de los ponentes (2) era, según nos contaron, un profesional en temas de energía, citas curriculures mencionadas, y por último Heikki (1) era de WWF, del que el presentador dijo: «por tanto defenderá una posición ecologista». Este último ponente a diferencia de los otros parecía tener una posición ideológica definida y currículum desconocido. Los otros, con brillante carrera profesional a la espalda, serían, según Carbajal «los que nos darían pautas para que formáramos nuestra propia opinión».

El objeto de la conferencia era el uso de la energía nuclear. El presentador de las jornadas, Pérez-Arriaga, estableció el escenario, matizó la pregunta inicial ¿Es la energía nuclear una de las medidas para paliar el cambio climático? Puesto que en su opinión el cambio climático era un hecho y la energía nuclear en ningún caso sería la única solución. Después intervino Carbajal, que centró su discurso en las emisiones de CO2 que vienen a justificar, según él, el uso de las nucleares como una séptima parte de la solución ante el calentamiento global. Por la misma cantidad de energía producida con petróleo existen menos emisiones de CO2 a la atmósfera. «Las cosas son complejas«, afirmó, por eso la solución será una combinación de soluciones: energías renovables, nuclear, eficiencia energética,… Finalmente habló Heiiki, intentó elevar una escasa voz, por afonía, y encuadró un discurso contra el uso de las nucleares basado en la ineficacia de las mismas desde un punto de vista financiero (balance de inversiones y beneficios), y desde la imposibilidad temporal de cumplir con las exigencias derivadas de Kyoto, puesto que el compromiso pedirá cuentas en el 2020 y la puesta en marcha de una nuclear lleva entre 5 y 10 años. Expuso otras soluciones alternativas como una mayor difusión de la energía solar.

Se le preguntó a Carvajal: Teniendo en cuenta el precepto de desarrollo sostenible mencionado al principio de la charla por Pérez-Arriaga como horizonte hacia el que avanzar, la compleja interconexión ecológica y que la energía nuclear no era renovable por consumir un recurso finito asociado a su infinito residuo radioactivo: ¿no estaríamos hablando que esa energía está más por mantener la pendiente de la curva de crecimiento definida por Carbajal, poniendo voz a la ideología capitalista no confesada, salvando el obstáculo Kyoto, que por conseguir el mencionado y alabado desarrollo sostenible? «No«, desde luego, él no se definía por una ideología capitalista, era algo más simple, nuestro modo de vida exigía producir energía, «si hay un apagón de mucho en mucho y la que se monta» y bueno que «un plástico, un metal de la chapa de un coche también era un residuo que duraba mucho tiempo y los aceptábamos sin más» y si la energía nuclear llevaba riesgos tampoco era un problema, «en España más de 3.000 personas anualmente mueren usando sus coches y no por ello dejamos de construir carreteras y de aumentar el parque móvil«. Carbajal se vio respaldado por su compañero de profesión que, con aparente contradicción, confesó en tono humilde que para sus hijos no pediría más desarrollo material que el que disfrutamos actualmente. Discreto desarrollo material que está provocando el deshielo polar, por ejemplo. Ambos formularon la solución, muy clara matemáticamente: desacoplar la curva de crecimiento económico, siempre hacia arriba, de la de las emisiones de CO2, que también asciende y con la misma pendiente. Heiiki, que quiso no desentonar, ganar credibilidad, suponemos, dijo que lo que no se dice es que el planeta no está preparado para tantos seres humanos, ojo, que él «no pretendía matanzas sistemáticas, pero había un problema de superpoblación, y nos tenemos que preguntar como especie si nuestra conservación es el objetivo».

Se volvió sobre el tema, desde el público se insistió: «si efectivamente la situación es compleja y no se puede reducir al dilema entre dejar de tener luz en casa o la energía nuclear, si se reconoce que en los años noventa, en España por ejemplo, no había destacables problemas de cantidad recursos para alimentación, vivienda o educación, y sin embargo las emisiones de CO2 per cápita eran menores que ahora y si se mira la gráfica construida por el investigador estadounidense Mathis Wackernagel donde relaciona el Índice de Desarrollo Humano de la ONU con la huella ecológica y se observa que para IDHs igualmente altos hay países con dispares huella ecológicas (EEUU frente a Suecia), y que el país que mayor IDH y una huella ecológica inferior a 1 (es decir que si su estilo de vida se universalizara no haría falta más de un planeta) es Cuba, entonces ¿no sería el modelo económico una variable a considerar en la búsqueda de soluciones frente al cambio climático?»Carvajal:»Quizá, pero ningún país eligió el modelo cubano, y los que tenían un modelo similar han desaparecido. El mundo elige este modelo económico (…)», ese es el escenario. Heiiki también quiso intervenir: «Los índices citados están elaborados con unos parámetros discutibles«, que recogen poca información y Cuba no era un ejemplo medioambiental: «ahí están los cruces genéticos de vacuno que hizo Fidel y los problemas provocados por los monocultivos de azúcar«, además, dijo, «no sabemos hasta qué punto los cubanos están contentos con su modelo

Alcanzado el consenso en la mesa, el modelo económico no se toca, hubo algún apunte más, a destacar que Heiiki, declarando su origen finlandés, país que está construyendo una nueva central nuclear, no descartaba la energía nuclear por ideología, sino que la descartaba en el caso español por su potencial en energías renovables, momento en el que Carbajal cuestionó la posición de los grupos ecologistas: «a ver si nos sentamos un día Heiiki y yo y nos ponemos mano a mano porque las cuentas no salen» para alcanzar la potencial oferta de energía procedente de fuentes renovables, que sustituiría a las fuentes fósiles (petróleo, gas, carbón).

Al final del turno de preguntas hubo otra: «por un lado ustedes dicen que el consumidor español no está pagando la factura real de la luz, que paga menos, Heikki ha dicho que los proyectos nucleares fracasados en España se están pagando en el recibo y, según leemos en los periódicos, las eléctricas españolas han alcanzado cifras record de beneficios (han ganado un 41% más que el año anterior), ¿podrían explicarme ustedes como es posible eso?¿podrían añadir cuando dicen que la factura es barata el para quién?»

Pérez-Artiaga esbozó el, según dijo, complicado sistema de mercado que marca los precios de la energía. Pero la clave, estaba en que el Estado pagaba parte de la factura eléctrica, endeudando las cuentas públicas.»A ver cuando dejan de esconder la cabeza los políticos y se enfrentan al problema«. Aún así, matizó después, existen desajustes porque el modelo que se utiliza para calcular los precios de la energía es fruto de un escenario pasado y al cambiar las condiciones que lo justificaron las empresas tienen mucho margen de beneficio. Y «bueno, la gente habla de ellos, y sí, ganan mucho dinero, pero es que son grandes empresas, tendrán que tener grandes beneficios«, apuntilló Carbajal

Pérez-Artiaga quiso dejar en el aire, como si fuera una conclusión de la conferencia, una especie de acuerdo tácito de los agentes más implicados en el dilema nuclear, incluidos ecologistas: es inviable cerrar las actuales centrales nucleares, la moratoria que el PSOE determinó en su día es inaplicable en el escenario postkyoto, «si hasta algunos ecologistas me han confesado en conversaciones informales que públicamente exigirán el cierre, como les corresponde como grupos ecologistas, pero realmente también coinciden que ante el cambio climático sería un error«.

Al final de la charla se acercó un hombre de edad media discretamente a uno del público que formuló alguna de las preguntas , y después de sumarse y reincidir con energía que esa era la clave, que el capitalismo ecológicamente era inviable informó a continuación que estaba organizando a un grupo de debate aglutinando a la gente más crítica de la Universidad y mientras soltaba su discurso, contundente y crítico con acalorado ánimo aparecieron ponentes y moderador y el hombre dejó de hablar, abandonó el gesto enfurecido y volvió a ser el otro, el que encaja ante sus superiores.

Heikki Willstedt. Experto en energía y cambio climático. WWF ADENA.

Antonio Carbajal Tradacete. Director para Medio Ambiente y Energía Garrigues.

Modera: Ignacio Pérez-Arriaga. Profesor del ICAI y Director de la Cátedra BP de Desarrollo Sostenible de Comillas.