El último de los actos de homenaje por el natalicio de José Martí en Madrid, se vivió el pasado jueves en la céntrica calle Desengaño. Una celebración sencilla -frente al edificio donde vivió el poeta durante su estancia en la capital- para recordar el 150 aniversario del nacimiento del que es héroe nacional de Cuba. […]
El último de los actos de homenaje por el natalicio de José Martí en Madrid, se vivió el pasado jueves en la céntrica calle Desengaño.
Una celebración sencilla -frente al edificio donde vivió el poeta durante su estancia en la capital- para recordar el 150 aniversario del nacimiento del que es héroe nacional de Cuba.
El homenaje, que fue realizado por la organización de solidaridad OSPAAAL, contó con la presencia y la palabra del Coordinador General de Izquierda unida, Gaspar Llamazares, el Rector de la Universidad Complutense de Madrid, Carlos Berzosa, y la Embajadora de Cuba en España, Isabel Allende. Al acto también asistieron la embajadora y la cónsul de Venezuela en Madrid, el embajador de Siria, el Delegado General de Palestina y otras personalidades del cuerpo diplomático. Más de un centenar de personas participaron igualmente en el memorial del poeta.
Martí contra el Imperio
La figura de José Martí fue recordada como luchador infatigable contra el imperialismo y por la emancipación no sólo de Cuba sino también de toda América Latina. Ese ejemplo de solidaridad internacionalista tendría su continuación cuando muchos cubanos acudieron a luchar contra el fascismo y a favor de la República española como miembros de las Brigadas Internacionales en 1936.
Gaspar Llamazares hizo un recordatorio del personaje como «poeta, patriota y político revolucionario». Y añadió que «ésta última faceta es la que habría que destacar por su dignidad y su compromiso revolucionario hacia su tierra». Llamazares puso de relieve la vigencia del pensamiento político de Martí, en momentos en que el Imperio es más peligroso que nunca.
El mensaje de Isabel Allende fue para dejar bien claro que los vínculos de amistad entre los pueblos cubano y español son profundos y generosos. Recordó el verso del poeta (tiene el leopardo un abrigo, en su monte seco y pardo/ yo tengo más que el leopardo, porque tengo un buen amigo) para ilustrar el amor que sentía por España -la patria de sus padres- a pesar de que, como hijo, veía imprescindible la necesidad de independencia.
Allende valoró muy positivamente el intercambio cultural que, dentro del ámbito universitario, se estaba dando en los últimos años entre estudiantes cubanos y españoles. «Ese intercambio ayuda a profundizar las vinculaciones culturales entre los dos pueblos», expresó la embajadora.
Por último, recordó que «Martí está vivo en la memoria de todos nosotros y en la obra que todos los días hacen los hombres de buena voluntad que sólo quieren un mundo más justo y en paz».
El acto de homenaje se cerró con una ofrenda floral junto a la placa que recuerda en la vía pública, que en esa casa vivió José Martí.