El Parlamento de Israel aprobó ayer una ley que eleva el umbral electoral y dificulta la entrada de los partidos árabe-palestinos, una norma rechazada por la oposición y el primero de una serie de proyectos que el Legislativo tiene previsto debatir y votar esta semana. La coalición de gobierno, de derecha, que dirige el primer […]
El Parlamento de Israel aprobó ayer una ley que eleva el umbral electoral y dificulta la entrada de los partidos árabe-palestinos, una norma rechazada por la oposición y el primero de una serie de proyectos que el Legislativo tiene previsto debatir y votar esta semana. La coalición de gobierno, de derecha, que dirige el primer ministro Benjamin Netanyahu logró que el 55 por ciento de los parlamentarios apoyara la norma que eleva el porcentaje de voto mínimo para acceder a la Knesset -Parlamento- del actual 2 por ciento al 3,25 por ciento. Con el nuevo umbral electoral, dos de los tres grupos árabe-palestinos presentes en la actualidad en el Parlamento israelí podrían quedar afuera en futuros comicios.
De esta forma, los partidos árabes se verían obligados a aliarse entre ellos para mantener los once legisladores que ahora los representan. De hecho, Lista Arabe Unida y Taal, la única formación que en los últimos comicios de 2013 consiguió superar el nuevo porcentaje, con el 3,65 por ciento de los votos, es ya una coalición. Esta reforma de la ley electoral supone un nuevo golpe para la minoría árabe, que ya fue afectada con otra ley, aprobada la semana pasada, que induce a la exclusión, ya que propone distinguir entre árabes cristianos y árabes musulmanes en el ámbito laboral.
Días atrás, el líder de la oposición israelí, Isaac Herzog, del Partido Laborista, advirtió que eran «medidas de odio y exclusión para tratar de marginar a ciertos partidos». Ayer, el canciller Avigdor Lieberman criticó a la oposición y recordó que en otros países, como Austria, No-ruega y Suecia, el mínimo requerido es el 4 por ciento, y en Alemania o Nueva Zelanda, el 5 por ciento. La reforma electoral, propuesta por el partido de Lieberman, el ultraderechista Israel Beteinu, forma parte de un paquete de tres leyes que el actual Ejecutivo ordenó a sus integrantes votar en bloque esta semana, en un intento de evitar las disensiones internas en el seno de la coalición gubernamental.
La segunda norma que debatirá la Knesset obliga a los jóvenes ultraortodoxos a servir en el ejército como cualquier ciudadano israelí, una decisión que la semana pasada hizo que cientos de miles de integrantes de esta comunidad se manifestaran en Jerusalén en una protesta que colapsó la ciudad. De aprobarse este proyecto de ley presentado por el partido de centro Yesh Atid, el segundo de la coalición, suprimirá el privilegio que desde 1948 tiene esta comunidad, dedicada principalmente al estudio de los textos bíblicos.
La última de este paquete de leyes es obra del partido derechista Habait Hayehudi (Hogar Judío), que representa los intereses de los colonos, y que de aprobarse supondría un nuevo obstáculo en las conversaciones de paz con los palestinos. Según el anteproyecto, cualquier concesión territorial en un acuerdo con los palestinos deberá someterse primero a referendo, incluidas alguna zonas ocupadas, como los altos del Golán -tomados a Siria en la Guerra de los Seis Días, de 1967- o colonias de Jerusalén este, ilegales según el derecho internacional.
Fuente original: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-241609-2014-03-12.html