Si estos días habéis seguido el Rototom seguro que esta historia os sonará. Por lo que cuentan, un grupo «autodenominado» BDS del País Valencia ha exigido a un artista una declaración política respecto a la ocupación de Palestina por el simple hecho de ser judío. Continúa la argumentación con acusaciones de antisemitismo y referencias a […]
Si estos días habéis seguido el Rototom seguro que esta historia os sonará. Por lo que cuentan, un grupo «autodenominado» BDS del País Valencia ha exigido a un artista una declaración política respecto a la ocupación de Palestina por el simple hecho de ser judío. Continúa la argumentación con acusaciones de antisemitismo y referencias a los nazis, el Holocausto, la Inquisición y los Estatutos de limpieza de sangre. Mucho se ha escrito sobre esto, por lo general siempre en el mismo sentido, así que nosotros no vamos a ser menos y también nos animamos a hacerlo.
Voy a hablar de gente que exige un posicionamiento ideológico determinado por el simple hecho de ser judío, pero no voy a hacerlo con el BDS ya que no es el caso, tal y como se explica en este artículo de Electronic Intifada, que podéis encontrar traducido al castellano aquí.
Voy a hablar de un caso ocurrido esos mismos dias a 6000 km de distacia de Benicàssim. Concretamente en la ciudad de Nueva York. El protagonista es Jerrold Nadler, congresista de los EEUU al que se le exige un posicionamiento político concreto por el simple hecho de ser judío. Quienes piden ese posicionamiento son sus propios compañeros «antisemitas» sionistas. El problema que tienen estos «antisemitas» encabezados por David G. Greenfield, miembro miembro del Consejo de la ciudad de Nueva York, es que el congresista apoya el acuerdo nuclear con Iran, justo todo lo contrario que el gobierno israelí de Netanyahu, y por tanto, este ciudadano estadounidense es un traidor a Israel y a su pueblo… por el simple hecho de ser judío.
El congresista estadounidense, profundamente dolido (no sabemos si tanto o mas que Matisyahu), como si ante un tribunal de la Santa Inquisición española se hallara, defiende vehementemente su lealtad enumerando una serie de méritos, tales como haber militado y recogido fondos para asociaciones pro-israelies desde su mas tierna infancia, su lucha contra el movimiento BDS, su defensa pública de los ataques israelíes contra Gaza, su oposición en el Congreso a que se vendiera aviones AWACS a Arabia Saudí o sus continuos viajes a Israel de la mano del lobby sionista AIPAC … De poco le va a servir.
De momento, que sepamos, ni el Consejo Mundial Judío que inició la campaña de difamación contra el BDS, ni el gobierno de los Estados Unidos que le siguió se han pronunciado sobre las coacciones al congresista Nadler. Se ve que exigirle lealtad a las políticas de Netanyahu a alguien por el simple hecho de ser judío, no es considerado un ataque de tintes antisemitas.
Fuente original: https://mentirassionistas.wordpress.com/2015/08/25/matisyahu-el-bds-la-inquisicion-y-los-estatutos-de-limpieza-de-sangre/