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La familia Gregori, que asistió a Manuel Azaña al morir, devolverá la bandera republicana que el presidente les entregó para ser enterrado con ella

Memoria histórica republicana: el Guernica debe volver, y la bandera de Azaña ondear, en el Museo del Prado

Fuentes: Kaosenlared

Nunca faltan razones para robar los bienes ajenos; el que comienza viviendo de rapiñas, siempre encuentra pretexto para apoderarse de lo ajeno. Nicolás Maquiavelo El Guernica: un símbolo republicano Seguro que, con muchas personas republicanas, pienso que el Guernica es un cuadro que representa la tragedia de aquellos que murieron defendiendo los valores de la […]

Nunca faltan razones para robar los bienes ajenos; el que comienza viviendo de rapiñas, siempre encuentra pretexto para apoderarse de lo ajeno.

Nicolás Maquiavelo

El Guernica: un símbolo republicano

Seguro que, con muchas personas republicanas, pienso que el Guernica es un cuadro que representa la tragedia de aquellos que murieron defendiendo los valores de la II República española, que se tuvieron que exhilar a otros países, o que acabaron perdidos en el silencio de tantos años de dictadura franquista. Después llegaría aquel famoso período, al que sus actores principales quisieron llamar de transición, y se llevó a los pocos que aún se resistían a ser integrados en la nueva fase de democracia capitalista. Este fue un tiempo en el que estos actores aprovecharon para acabar con todo lo que significó ese período especial tan corto, pero de tantas esperanzas, como fue el del gobierno del frente popular de la II Republica, así como para intentar enterrar toda ideología que se opusiera al sistema capitalista.

Es bien sabido que el Guernica es un cuadro que el gobierno republicano encargo a Pablo Picasso, no sólo para dejar testimonio de la masacre civil de inocentes, sino como símbolo del espíritu que representó aquel breve período de la historia de España. Si el pueblo republicano hubiese triunfado contra ese alzamiento nacional de fuerzas reaccionarias (capital, realeza, ejército, religión, y toga), el Guernica sería mostrado como icono para honra de tal victoria en el Museo del Prado. Pero la mencionada transición que nos vendieron ocultaba la continuidad de las fuerzas reaccionarias del régimen anterior, sólo que disfrazada con una monarquía parlamentaria a la que empezaron a rendir una vergonzosa pleitesía.

Para vergüenza de los que nos sentimos republicanos, la familia real borbónica, uno de los clanes abiertamente enemigos declarados del régimen republicano, ha sabido mover hábilmente los hilos de su influencia sobre políticos ideológicamente débiles y apegados al poder y ordenar que el Guernica fuese trasladado al Museo Reina Sofía. Con este traslado del cuadro, la monarquía conseguía dos victorias: una, integrar un símbolo republicano con alto valor artístico bajo la tradición monárquica; y dos, darle brillo a ese antiguo caserón habilitándolo con un nombre borbónico. Hoy, cómo parte de la recuperación de la memoria histórica a la que tantas personas están dedicando tanto esfuerzo, ¿se puede seguir tolerando que el cuadro no esté en el Museo del Prado, y sí en uno de esos caserones que ostenta como rótulo el nombre de un miembro de la familia real? [1]

Manuel Borja-Villel: ¿perderá esta ocasión?

Cuando era joven, seguramente Manuel Borja-Villel (MB-V) pensó que podía cambiar el mundo usando el arte como instrumento de transformación social. Como muchos de nosotros, cuando era joven, seguramente MB-V todavía no era consciente del poder oculto que ejercen las mismas instituciones financiadas directamente con fondos públicos, o mixtas, con mecenas de por medio en los órganos de representación. Sin embargo, me consta que MB-V seguramente mantendrá estos sueños por bastante tiempo, hasta que aguante o lo integren, porque el poder de las instituciones mencionadas, operando dentro del capitalismo, es incombustible e indomable.

En estos momentos, MB-V ha sido nombrado director del Museo Reina Sofía. Yo no le puedo pedir a MB-V que se comporte como un héroe ordenando el cambio inmediato del cuadro al lugar destinado por el Gobierno republicano; no le puedo pedir a nadie que interprete un papel que seguramente yo no sería capaz de realizar. Lo que si le puedo pedir es que recuerde lo que sabe mejor que yo: que el Guernica fue encargado y subvencionado por el Gobierno republicano para que figure en el Museo del Prado y no en el caserón Reina Sofía. Como director de este último centro artístico, y como secretario general de los museos más importantes del mundo, tendría que ser uno de esos objetivos que seguramente soñó cuando era joven y que ahora está a su alcance: el de iniciar un proceso para que el cuadro y lo que representa recuperen su dignidad. Mientras el Guernica siga en este museo con nombre monárquico, yo consideraré la casona Reina Sofía como un prostíbulo, independientemente del director de turno, pues ellos no son responsables de esta felonía que la realeza comete con los republicanos españoles.

A MB-V le debo tres favores de cuando era director del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA): la presentación de dos de mis libros en el MACBA y la cesión de un espacio en el mismo para que pudiera realizarse el II Encuentro Internacional sobre la Renta Básica de los iguales en junio del 2005. Mi gratitud por estos actos estará siempre presente. [2] Estos hechos quizás me dan fuerzas para repetir y pedirle que se preocupe por iniciar ese proceso mencionado por el cual el Guernica ha de volver a su lugar de destino cuando fue encargado por el gobierno republicano, una manera de contribuir al final del escarnio que supone para los republicanos ver que tal obra está colgada en un lugar con el nombre de la mujer y madre de unos cuantos Borbones. No sé cuanto puede hacer MB-V, pero no cabe duda que, como director del Reina Sofía, algo más está a su alcance en la programación de la vida de ese museo que lo que los republicanos amantes del cuadro podemos hacer. Si cuando era joven, MB-V pensó que sería una aberración que el Guernica estuviera expuesto en otro lugar que no fuese el Museo del Prado, ahora le ha llegado el momento de actuar para lavar esta ignominia perpetrada por la monarquía y sus asesores, al asumir MB-V este puesto de tanta responsabilidad en relación con la reivindicaciones republicanas.

Sé que MB-V es un hombre con la sensibilidad política e ideológica suficiente como para estar intranquilo mientras no se corrija esta de las muchas prepotencias que comete la familia real. Ahora que leemos que MB-V está marcando su territorio en el caserón, organizando una red de redes, una tela de araña de proyectos entroncados entre si. Ahora que sabemos que MB-V está diseñando una nueva temporada en la que pretende que el Reina Sofía sea «más dinámico, con más exposiciones de gabinete, con más actividades como talleres y seminarios, con más proyecciones, con más música, con más relaciones con otros museos»,[3] quizás fuese el momento oportuno de incluir en la tela de araña ese otro objetivo tan definitivo, como es el restablecimiento de el Guernica a su verdadero lugar de destino: el Museo del Prado.

A partir de una nota de prensa, recordar que el Pabellón de la República está vacío ¿a que espera?

El Guernica, epicentro del caserón Reina Sofía. «El director del museo, Manuel Borja-Villel, ha presentado hoy a la prensa el nuevo contexto en el que se podrá contemplar el alegato que Picasso hizo contra la Guerra Civil por encargo del Gobierno de la República y que pudieron contemplar los 33 millones de personas que pasaron por el Pabellón de España en la Exposición Internacional de París de 1937. Luz blanca en vez de amarilla para revelar todos sus matices; un acceso a la sala por delante y no por el lado; la película de «propaganda» que hicieron Dreyfus y Luís Buñuel en vez de fotografías y las maquetas del Pabellón de España de 1937 y de la Fuente de Mercurio que hizo Calder [4] para aquella ocasión son los nuevos ingredientes y compañeros del Guernica».[5]

También leemos como «el edificio del Pabellón de la República que el alcalde de Barcelona mandó reconstruir es una réplica idéntica del edificio que la República Española encargó a los arquitectos Josep Lluís Sert y Luís Lacasa, para representarla, en plena Guerra Civil española, en la Exposición Internacional de París de 1937. En el patio abierto, Picasso expuso el famoso Gernika (hoy se expone una reproducción), y se exhiben obras de otros artistas, como Joan Miró, Alexander Calder, Alberto Sánchez y Juli González».[6]

Si se consiguiese esta devolución, todos sabemos que serían muchas las ciudades españolas que seguramente reclamarían el derecho a su ubicación: Málaga, A Coruña, Barcelona, Guernica-Vizcaya, Madrid. No es, ni me propongo asignarme esta función. Lo que si me parece es que todas estas obras de arte que pertenecen a la II República, y que todas ellas fueron creadas y expuestas conjuntamente en París para defenderla de la agresión de lo que se convertiría en el franquismo, podrían exhibirse reconstruyendo nuevamente otro Pabellón de la República en algún lugar del territorio español y concentrar todos estas obras y documentos que conforman la memoria histórica de esa época republicana. Seguro que no es una idea nueva, pero sí necesaria repetirla.

¡Alarma! ¿Ondeará la bandera republicana que poseía don Manuel Azaña en el caserón Princesa Sofía?

Nos informan [7] como la familia Gregori, que asistió a don Manuel Azaña en sus últimos momentos antes de morir en Montauban, devolverá la bandera republicana que el presidente de la II República les entregó para que fuese enterrado con ella. Debido a que los gastos del sepelio corrieron a cargo del embajador de México, se enterró a don Manuel con la bandera de aquel país.

Según la misma fuente, la bandera de la República será entregada al ministro de cultura, César Antonio Molina, un socialista que no creo tenga el mínimo escrúpulo en que ondee en lo alto de uno de los mástiles del citado centro artístico, si a la monarquía se le pone en la nariz seguir humillando la sensibilidad republicana. Como dice el alcalde de Puerto Real, JA Barroso, el PSOE se ha convertido en el defensor de todos los desmanes y corrupciones que comete la familia real.[8] Como con el Guernica, este capricho de apropiarse de la bandera republicana que cuidadosamente guardaba Azaña podría ser otra de las displicencias reales que la monarquía podría cometer con los republicanos.

Y la mujer del Rey, una extranjera nacionalizada por un matrimonio durante las dictadura fascista, y que hasta ahora permanecía muda, acaba de publicar unas opiniones sobre el matrimonio homosexual, la eutanasia, la asignatura de religión, el aborto, la violencia de género, etc., en un libro titulado La reina muy de cerca. Un diario, supongo que un tanto horrorizado de sus declaraciones, le pide desde la portada del mismo: «¿por qué no se calla?». Curiosamente, no habla del divorcio (del de su hija y del de su nuera); ni de las relaciones extramatrimoniales (que según el alcalde Barroso su marido sabe bastante de esto); tampoco de la corrupción (que según las fuentes que utiliza el mismo alcalde, la familia real es la cuarta en la lista de los más ricos del país); ni de la educación o la sanidad pública (ya que es una contradicción que siendo el marido el Jefe de Estado, vayan a clínicas privadas, y su prole a escuelas particulares); tampoco de la inmigración (ella es griega y el Rey italiano). Algunos científicos ya han salido criticando a la Reina recordándole que «la religión es un absurdo para enseñar el origen de la vida…, que la religión debe sacarse de la escuela…, que no sirve para confrontar el origen del mundo ni da una imagen realista del Universo». En resumen, que tenemos de reina consorte a una maleducada e insensible.

Por tanto, creo que a unos y otros les va llegando el momento de que los republicanos piensen en resucitar aquel famoso espíritu revolucionario y gusto que tenían los jacobinos franceses por la guillotina. No defiendo la pena de muerte, potestad que hay que negarle siempre al Estado. Pero tampoco me atrevería a desaprobar cuando el pueblo colgó por los pies a aquel famoso dictador italiano que tanta ruina, dolor y miseria causó a las poblaciones más desamparadas del mundo. O cómo cuándo las circunstancias llevaron al inglés Oliver Cromwell a tener que decapitar a su propio monarca Carlos I. Aquel no ocultó ni dudó en admitir que era un acto cruel, pero ineludible (leer la nota más abajo).

Repito que unos y otros están haciendo mucho daño a los republicanos en particular, y a la gente en general. Cuando les pidan cuentas veremos en que circunstancias se harán, pero ellos serán los únicos responsables de lo que ocurra. Como reafirma el alcalde Barroso, la familiar real se está apropiando escandalosamente de ingentes cantidades de riqueza por medios más que dudosos, aparte de las tropelías mencionadas, mientras que la dirección del PSOE se vuelve cómplice de esta corrupción [9] con su silencio y protección.[10]

Nota. Los que saben ingles, pueden traducir lo que el propio Oliver Cromwell dijo del Rey: [11]

«i tell you we will cut off his head with the crown upon it «.

Oliver Cromwell to one of the judges at the trial of King Charles I.1648.

«cruel necessity».

Oliver Cromwell on the execution of King Charles I. Jan 1649. Oxford dictionary of quotations.

«this is a righteous judgement of god upon these barbarous wretches, who have imbrued their hands in so much innocent blood….».

Oliver Cromwell after the storming of Drogheda.1649.

«i am neither heir nor executor to Charles Stuart».

On himself, repudiating a royal debt, August 1651.

Notas:

[1] Es curioso constatar, como parte de esa política de vender su imagen, la familia real ha ido colgando el nombre de alguno de ellos en hoteles, hospitales, museos, ferias, calles, participando en eventos deportivos, premios a gente con dinero, inaugurando fábricas y bodegas vinícolas, etc.

[2] Así como a Jorge Ribalta y a otros miembros del personal del museo que hicieron posible el encuentro.

[3] Paula Corroto. «Manuel Borja-Villel marca su territorio». Público, 25 julio del 2008.

[4] El original de la Fuente de Mercurio que hizo Calder está expuesto en el museo Miró en Barcelona.

[5] EFE. 22 mayo del 2008.

[6] En http://w3.bcn.es/V01/Serveis/Noticies/V01NoticiesLlistatNoticiesCtl/0

[7] Lluís Vidal «Vuelve a España la bandera de Azaña». El Público. 28 octubre del 2008.

[8] http://es.youtube.com/watch?v=cPRQUJ_aQ20&watch_response

[9] «El Borbón de condición deleznable, el presente, no es menos deleznable de lo que fue su padre. Es hijo de un crápula, de una persona de condición licenciosa, deplorable, deleznable. No menos licenciosa que la de su esposa. El rey, señores, porque su procedencia lo es, es corrupto». Ésta es una de las perlas que el alcalde de Puerto Real, José Antonio Barroso (IU), dedicó a Juan Carlos I el pasado 14 de abril -aniversario de la constitución de la II República- en la casa de la cultura de Los Barrios (Cádiz). En http://www.kaosenlared.net/noticia/marlaska-cita-alcalde-iu-injurias-rey

[10] La representante del feminismo carca y burgués, la vicepresidenta del Gobierno De la Vega, salió rápidamente en defensa de la consorte cuando hasta el mismo portavoz del PP, Esteban González Pons, dijo que «las declaraciones ofenden a la mitad de los españoles». Lo que no me sorprende es la actitud de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales, tan o más conservadora que la del PSOE, «que cedieron rápidamente ante la ambigua explicación la Casa Real». Apóyales en las reivindicaciones de sus derechos para que después pierdan el culo por sentarse con los poderosos que se los niegan y les desprecian. El Público. 1 noviembre del 2008.

[11] http://www.olivercromwell.org/quotes1.htm