Miles de judíos de extrema derecha marcharon hoy hasta el antiguo asentamiento de Homesh, en Cisjordania, uno de los desalojados en aplicación del plan de desconexión, con el objetivo de reconstruirlo. El Ejército israelí protege, hasta el momento, al centenar de colonos, muchos de los cuales llevan sacos de dormir, que ya han accedido a […]
Miles de judíos de extrema derecha marcharon hoy hasta el antiguo asentamiento de Homesh, en Cisjordania, uno de los desalojados en aplicación del plan de desconexión, con el objetivo de reconstruirlo. El Ejército israelí protege, hasta el momento, al centenar de colonos, muchos de los cuales llevan sacos de dormir, que ya han accedido a Homesh. Los palestinos, por su parte, prometieron detener la marcha incluso con las armas, si fuera necesario.
La marcha, compuesta por activistas de extrema derecha llegados en autobuses desde todos los lugares del país, inició su recorrido en la mañana de hoy entre importantes medidas de seguridad. Un primer grupo llegó a Homesh a última hora de la mañana y desplegó una bandera israelí en lo alto de uno de los depósitos de agua del asentamiento, desalojado hace ya un año y medio. Está previsto que miles de judíos lleguen al lugar a lo largo del día con la intención de reocuparlo, según informaron los medios locales.
El Ejército israelí, por su parte, anunció que permitiría la llegada de colonos a Homesh para evitar incidentes, pero que no les permitiría reconstruir el asentamiento. Los militares estiman que hay más de 5.000 colonos que esperan llegar al antiguo asentamiento.
«Hay unas treinta familias que intentarán establecerse allí. Todos los demás intentan arroparles, ayudarles y celebrar el logro. Esperamos que haya más de 5.000», afirmó hoy uno de los organizadores de la marcha, Boaz Haetzni, en declaraciones a la Radio del Ejército israelí.
Mientras, los palestinos amenazaron con atacar a los manifestantes. Un comandante de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa en Yenín, Abú Araj, aseguró que si los colonos intentaban penetrar en Homesh, la situación volvería a la situación original en lo que respecta a los palestinos. «Tendrán que afrontar una resistencia armada. No ignoraremos esta entrada y, como en el pasado, realizaremos cualquier esfuerzo necesario para liberar nuestra tierra», afirmó.
En la tarde de ayer ya se reunieron cientos de activistas de extrema derecha en los asentamientos cercanos, donde pasaron la noche a la espera de participar en la marcha.
En un primer momento, las fuerzas de seguridad israelíes anunciaron que no permitirían el acceso a Homesh. Sin embargo, el Ejército decidió en una reunión celebrada anoche que cientos de militares y policías participarían en una operación de protección y que efectivos adicionales serían trasladados a la zona en caso de necesidad.
El Ejército teme que se produzcan choques frontales entre soldados y colonos y los posibles incidentes de la penetración de colonos en localidades palestinas sin el permiso de las autoridades.
El ministro de Defensa, Amir Peretz, aseguró ayer domingo que la marcha está organizada por un grupo de extremistas de derecha cuyas acciones no representan el punto de vista de los colonos desalojados.
También ayer, decenas de activistas de la organización Paz Ahora se manifestaron en el exterior del edificio de Hebrón ocupado por los colonos la pasada semana y exigieron al primer ministro, Ehud Olmert, y a Peretz ordenar su evacuación inmediata.