Traducido del inglés por Beatriz Morales Bastos
El pasado martes [11 de marzo] miles de huérfanos palestinos tomaron las calles en Hebrón, la ciudad del sur de Cisjordania, para protestar contra las recientes incursiones del ejército de ocupación israelí en sus orfanatos e internados.
A principios de esta semana cientos de soldados israelíes, respaldados por sus carros blindados, asaltaron la Sociedad de Beneficencia Islámica del centro de Hebrón, destrozaron las propiedades y saquearon alimentos, ropa, zapatos, muebles por valor de cientos de miles de dólares donados por donantes locales y extranjeros a beneficio de los huérfanos.
Esta sociedad de beneficencia, la mayor de Palestina, dirige dos orfanatos y varios internados que cuidan de 7.000 niños que han perdido a ambos padres o a uno los dos.
«Israel nos trata como los nazis trataron a los judíos’, se leía en una de las pancartas de los manifestantes. «Israel representa a los nazis de nuestra época», se leía en otra. En una tercera, «Venceremos».
Escoltados por la policía palestina, los manifestantes caminaron casi un kilómetros por la calle Ein Sara, una de las vías principales de Hebron.
Uno de los manifestantes, Ahmed Natshe, acusó a Israel de querer «aniquilar a los musulmanes».
«Israel trata de justificar estos ataques criminales contra huérfanos palestinos citando supuestos vínculos con Hamas. Sin embargo, Israel ha sido completamente incapaz de presentar ninguna prueba creíble que corrobore estas acusaciones sin fundamento. Israel está actuando como juez, parte y policía, las tres cosas a la vez».
Natshe afirmó que estaba «un mil por cien» seguro de que la sociedad de beneficencia no tenía «absolutamente ninguna» conexión con Hamas o con cualquier otro partido político palestino.
«No son tontos. Desde un principio sabían que las relaciones con Hamas les traerían problemas. Por lo tanto, se han asegurado meticulosamente de que no existieran tales relaciones».
Cuando se le preguntó si la sociedad de beneficencia no podría llevar al ejercito israelí a los tribunales, Natshe respondió: «¿Está de broma? Si uno no es judío, es inútil apelar a un tribunal sionista. Los no-judíos no pueden esperar justicia de un tribunal sionista. Además, todo el sistema judicial israelí está supeditado a la clase dirigente del ejército israelí, lo que significa que los palestinos son culpables aunque demuestren ser inocentes».
Según afirmaron altos cargos locales y testigos, el 6 de marzo soldados del ejército israelí tomaron al asalto edificios en los que se almacenaba comida y ropa, saquearon gran cantidad de comida congelada, de productos frescos, de ropa y zapatos, así como congeladores y material de cocina. El material saqueado estaba destinado a alimentar y vestir a los huérfanos.
Ahmed Farrah, un responsable del establecimiento, negó contundentemente que éste estuviera dirigido por Hamas.
«Somos una sociedad de beneficencia, no tenemos nada que ver con la política. Llevamos funcionado desde 1964, antes de la ocupación israelí, y el ejército y los servicios de inteligencia israelíes nos han instigado muchas veces, pero nunca han encontrado prueba alguna que sugiera actividades ilegales. Así que la verdadera razón de esta odiosa campaña es que quieren martirizarnos y debilitar a la sociedad palestinas. Creo que esto es una expresión del odio al Islam y a los musulmanes. Hoy en día Israel está llevando a cabo una guerra horrible contra nuestra religión».
El mes pasado el ejército israelí irrumpió y saqueó varios edificios, negocios y otros locales propiedad de la Sociedad de Beneficencia Islámica en la zona de Hebron.
El ejército confiscó propiedades, incluyendo un orfanato, dos escuelas, un supermercado y varios edificios multi-usos así como cuatro autobuses.
En camiones enormes el ejército se llevó a una base militar cercana el material saqueado, incluyendo ordenadores, armarios, sillas, útiles de cocina y material escolar.
Una estudiante que participaba en la manifestación del martes y que hablaba inglés con fluidez, acusó al Estado de Israel de «comportarse de manera bárbara».
«¿Quién, sino unos bárbaros, podrían irrumpir en orfanatos y robar comida donada a los huérfanos? Es una pregunta que hago a los judíos que tiene conciencia y moralidad».
Hejazi al Jabari, un dirigente cívico de Hebron, dijo a los manifestantes que esperaba que «se resuelva pronto esta terrible experiencia vuestra. Estamos en contacto con gobiernos y organizaciones dentro y fuera de Palestina. Esperamos poder ejercer suficiente presión sobre el gobierno israelí para que cancele estas brutales medidas salvajes».
Al-Jabari describió las acusación israelíes de que las sociedades de beneficencia estaba vinculadas a organizaciones de Hamas como «una completa mentira, de la A a la Z. Desafiamos al gobierno israelí a presentar un ápice de prueba de sus acusaciones».
Un escritor y poeta local acusó a la Autoridad Palestina de Ramala de «actuar en connivencia con Israel y de coordinar con éste el cierre de los orfanatos e internados».
«No tengo la menor duda de que (el ministro del Interior de la AP) Abdul Razzak al Yahya está detrás de todo esto», afirmó un hombre que pidió permanecer en el anonimato.
«Están actuando como colaboracionistas de Israel. Si no, ¿por qué permanecen callados cuando se ha dejado en la calle a 7.000 huérfanos?».
Enlace con el original: http://www.palestine-info.co.uk/en/default.aspx?xyz=U6Qq7k%2bcOd87MDI46m9rUxJEpMO%2bi1s7MJ3PVKUPOGeUpZ1zd2ESA8yxYQHWyNq6NmR73LmkxLjpzvDWINOPXiCRa7po2a3ga9DMiB87vdg%2fD%2fkKCuP2TrOmqNkIR900SrerSr0dDYQ%3d