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Ministra ausente. Requisición, represión y racismo presentes

Fuentes: Rebelión - Foto: Confenaie

Ecuador: Rechazamos las expresiones de racismo que se han dado en el contexto del Paro Nacional, tanto aquellas que se han manifestado con virulencia a través de disparos, insultos y descalificaciones como otras formas de racismo sutil que han infantilizado a las bases del movimiento indígena. Frases como “vuelvan a las comunidades”, pronunciada por el Presidente Lasso, parecerían propias de un patrón de hacienda incapaz de concebir una noción descolonizada de ser campesino indígena.

Ante los acontecimientos ocurridos recientemente: la requisición de la Casa de la Cultura Ecuatoriana por parte de la Policía y militares, el lanzamiento de bombas lacrimógenas a esta misma institución, en medio de una asamblea a la que asistieron niñxs, mujeres y adultos mayores, y en general la represión brutal que han sufrido los movimientos sociales que reclaman vivir con dignidad, justicia social y equidad, y ante el silencio cómplice de la Ministra de Cultura y Patrimonio, María Elena Machuca, nosotrxs, artistas, gestores culturales y académicxs firmantes nos manifestamos. Rechazamos y denunciamos la represión estatal, y los execrables actos de violencia que se han hecho presentes durante estas jornadas de protesta.  En esta época de crisis civilizatoria y  ambiental y de la presencia de un neoliberalismo conservador fundamentado en la regresión de derechos, es necesario construir una plataforma de lucha y coalición que integre  a pueblos y nacionalidades indígenas, sectores populares, feministas, estudiantes, ecologistas y disidencias y artistas.  

           Las artes y el patrimonio cultural de un pueblo son manifestaciones vivas y dinámicas,  representan las estéticas y saberes diversos que conviven en un país plurinacional. Son las voces mismas de lo que sentimos y pensamos; no son piezas muertas en un mausoleo que esconde bienes para una posteridad oscura. A lo largo de la historia de los pueblos, las artes, en su
diversidad de formas y manifestaciones, han desplegado su capacidad  de congregar, emancipar y transformar la realidad. El arte que moviliza emerge como una urgencia irreprimible, implica pensarse indispensable a la hora y el lugar justo, tener la fuerza y la capacidad intactas y el arrojo de quien sabe que no hay nada que perder. Ecuador, según la  Constitución de 2008, se reconoce como un Estado plurinacional e intercultural. Si ese marco normativo que implica, además, el reconocimiento de una serie de derechos ligados a las diversidades, identidades y libre expresión,  no se aplica ni en instrumentos de política cultural concretos ni en prácticas de vida y de interrelación social, las garantías constitucionales se convierten en papel muerto. Los derechos culturales, como derechos humanos, son interdependientes de otros derechos; de ahí que sean  necesarias políticas estatales que atiendan las necesidades de todxs los ecuatorianos, tanto en lo que se refiere a  derechos culturales como en otros de los que son interdependientes: derechos al trabajo, la salud, la educación, la igualdad de género.

          En reiteradas ocasiones los pueblos y nacionalidades, sus formas de vida, estéticas y saberes han sido representados en diversos panfletos y propagandas de distintos estamentos estatales, entre los que se incluye al Ministerio de Cultura y Patrimonio. A través de la imagen se ha celebrado la diversidad  cultural y exaltado las características exóticas de los indígenas; sin embargo, detrás de esa problemática representación multiculturalista, se encuentra una realidad  muy alejada de esa imagen que  anula a los indígenas como sujetos políticos. En la actual coyuntura, esa imagen postal del “indio permitido”, se  ha difundido a la par de la  representación generalizada de  “hordas violentas” y “vandálicas” que vienen a destruir la ciudad de Quito. Los hechos violentos son cuestionables, pero no es posible que se responsabilice al conjunto del movimiento indígena y a los diversos sectores populares y sociales que se han manifestado por los actos de unos pocos que obnubilan las causas justas de las luchas, concentran la atención mediática y refuerzan estereotipos racistas.

Rechazamos las expresiones de racismo que se han dado en el contexto del Paro Nacional, tanto aquellas que se han manifestado con virulencia a través de disparos,  insultos y descalificaciones como otras formas de racismo sutil que han infantilizado a las bases del movimiento indígena. Frases como “vuelvan a las comunidades”, pronunciada por el Presidente Lasso, parecerían propias de un patrón de hacienda incapaz de concebir una noción descolonizada de ser campesino indígena.

          La Casa de las Cultura Ecuatoriana ha sido históricamente un espacio de encuentro y acogida de toda manifestación popular, incluidas las dos últimas movilizaciones de los pueblos y nacionalidades indígenas. Es un espacio que recibe la diversidad y que nunca ha sido negado o convertido en un centro de operaciones policiales. Esto significa un grave precedente en la historia de la cultura en Ecuador que ya se encontraba en un momento de abandono por parte del Ministerio de Cultura y Patrimonio y su representante, la Ministra Maria Elena Machuca. Durante un año y poco más de su gestión, tiene una deuda inmensa de generación de políticas que sostengan a largo plazo las debilitadas instituciones públicas de la cultura, garantizando servicios y trabajo digno de los funcionarios, consolidación de derechos laborales para los trabajadores culturales, y el disfrute pleno de derechos a las ciudadanías en lo cultural. Tanto las instituciones culturales como las y los trabajadores de la cultura se encuentran en total abandono, enfrentados a un recorte de presupuestos, reducción progresiva del fondo de fomento, y sin políticas públicas viables que respondan a la diversidad del campo.

          Creemos que el Ministerio  de Cultura y Patrimonio, encabezado por su Ministra, debería impulsar  políticas que posibiliten la generación de espacios de encuentro y diálogo intercultural. Al contrario, en este mandato, su rol cómplice con las prácticas represivas y su silencio frente al racismo ha generado desencuentros. ¿Cómo hablar de “cultura de paz” en esas condiciones?

         La Ministra, junto al gobierno indolente, represivo y  criminalizador de Lasso, ha tratado de acallar la voz viva de las artes y de lxs artistas y el trabajo de los gestores culturales en el ilegal allanamiento que sufrió la CCE. Además de acallar y obstaculizar estas voces disidentes, el silencio de la Ministra es cómplice de la represión, persecución y tortura de miles de ecuatorianos que  nos hemos manifestado para pedir  justicia, equidad e igualdad de oportunidades. Aunque sabemos que la actual Ministra resulta útil en la agenda del gobierno, es decir, no es incómoda para el poder, nos ha parecido urgente presentar nuestra posición como trabajadorxs de la cultura frente a todo el atropello e indiferencia antes descrito. Por lo aquí expresado demandamos la renuncia inmediata de la Ministra Machuca y exigimos que la persona a cargo del Ministerio de Cultura y Patrimonio tenga formación, sensibilidad y el conocimiento adecuado, además, que entienda las problemáticas y desafíos que implican manejar esta cartera en un país pluricultural del siglo XXI.

FIRMAN

Citlalli del Carmen Andrango Cadena, productora audiovisual. Ayllurec
Pablo Ayala Sarmiento, artista y gestor cultural
Óscar Betancourt Campos- Artista y Gestor Cultural
Matias Blemar Fundación Círculo Artes Escénicas
Silvia Brito. Teatro de los Silfos
Ana María Carrillo Rosero, Docente titular Universidad de las Artes. Frente de Defensa de la Universidad de las Artes
María Fernanda Cartagena – Ex Directora Fundación Museos de la Ciudad
Diego Carvajal – Artista visual  
Erick Cepeda L. Actor y Director teatral. FUC-P
Ricardo Arturo Chávez Barreiro, diseñador gráfico/músico/dj/gestor cultural
Génesis Mariela Chérrez Rosero, artista del movimiento
Francine Córdova – Docente CAV PUCE
Paola de la Vega, Docente, investigadora y gestora cultural
Sarah de la Cerda, Artista independiente
Carlina Derks Bustamante – Artista escénica
Ilyari Derks,  cantautora,  actriz y gestora cultural
Ángel R. Escobar Garzón. Gestor y Promotor Cultural. Miembro de la Academia de las Artes Audiovisuales y Cinematográficas del Ecuador – ACEC. Miembro del Frente de Unidad Cultural Pichincha – FUC-P. Activista por los derechos LGBTIQ+
Ana Fernández, artista visual y gestora cultural
Patricia Garrido, Bailarina
Juan Carlos González Chimbolema, Productor Audiovisual Comunitario y Gestor Cultural, miembro del Observatorio Minero, Social y Ambiental del Norte del Ecuador y del Frente de Unidad Cultural de Pichincha
Cinthya Gabriela Guaña Córdova, Cineasta
Zaira Fernanda Haboud Alban, Brana Colectivo Audiovisual
Alicia Herrera, Cine y audiovisual
Clara Hidalgo Saavedra, Artista visual grabadora
José Miguel Jiménez Ramírez – Artista Visual
Rubén Jurado Noriega, Nómada Cine Comunitario
Manuel Kingman Goetschel – Docente CAV PUCE
Fabiano Kueva, artista y gestor cultural
Cecilia Paola Larrea Cisneros, artista/ilustradora
Francois “Coco” Laso, artista visual y director del Centro Cultural Metropolitano
Colectivo La Emancipada: Tania Lombeida, Pamela Pazmiño, Ibeth Lara. Artistas visuales, gestoras culturales.
Paulina León Crespo, artista y curadora
Isabel Llaguno Artista Visual independiente…

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