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En dos mil caracteres

Ministros, democracia, Cuba y España

Fuentes: Rebelión

El presidente del Congreso de Diputados, Manuel Marín, está muy preocupado porque el grupo socialista invitó al Parlamento a varios familiares de militares muertos en el Yak-42. Estas personas se dirigieron el pasado 29 de junio al ex ministro de Defensa, Federico Trillo, en los pasillos del Congreso y le transmitieron sus quejas y algunas […]

El presidente del Congreso de Diputados, Manuel Marín, está muy preocupado porque el grupo socialista invitó al Parlamento a varios familiares de militares muertos en el Yak-42.

Estas personas se dirigieron el pasado 29 de junio al ex ministro de Defensa, Federico Trillo, en los pasillos del Congreso y le transmitieron sus quejas y algunas preguntas. Eran sólo tres, portaban carteles pidiendo la dimisión de Trillo como diputado y en ningún momento le obstaculizaron el paso ni insultaron.

El ahora diputado del PP se quejó al presidente de la Cámara y éste hizo pública una nota anunciando una investigación de lo ocurrido, al parecer ese hecho viola el reglamento.

Curiosa democracia esa en que se viola la ley cuando un ciudadano se dirige a un diputado. Evidentemente, fuera del edificio del Congreso, en la calle, es absolutamente imposible dirigirse personalmente a un ex ministro.

Me viene a la memoria alguna escena cubana. Estábamos varias personas en una casa particular esperando a quienes faltaban para cenar. Uno de ellos eran un ministro cubano. Vimos desde la ventana como llegaba su coche. El ministro bajó y un viandante se dirigió a él, no llevaba guardaespaldas, ni secretario, ni nada similar. El ciudadano, algo bebido, era un funcionario de su ministerio que había sido sancionado. Eran las diez de la noche y estuvo contándole su problema al ministro en la acera, frente a la vivienda, durante tres cuartos de hora mientras el resto de los invitados lo observábamos desde la ventana del comedor. A mi me parecía indignante que un tipo bebido pudiese para al ministro en la calle a contarle su vida durante casi una hora a las diez de la noche, pero los cubanos lo veían normal y esperaban tranquilamente que terminara la conversación.

El ex ministro Trillo dice que en Cuba hay un dictadura y quiere para la Isla una democracia como la española, donde los ciudadanos violan la ley cuando se dirigen a un ministro. Es difícil detallar y pormenorizar en qué consiste una democracia, pero seguro que algunos ciudadanos que quisieran hablar con un ministro estarán de acuerdo conmigo en que esos detalles ayudan a diferenciar una democracia real de otra que sólo está en los papeles.

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