El periodista Mohammed al-Qīq entra en su día 75 de huelga abierta de hambre en protesta contra su arbitraria «detención administrativa», desafiando a la muerte, para triunfar sobre sus captores, para degustar el sabor de la libertad como hizo su compañero de victorias, el prisionero Samer al-Issawi, hijo de la ciudad ocupada de Issawiya en […]
El periodista Mohammed al-Qīq entra en su día 75 de huelga abierta de hambre en protesta contra su arbitraria «detención administrativa», desafiando a la muerte, para triunfar sobre sus captores, para degustar el sabor de la libertad como hizo su compañero de victorias, el prisionero Samer al-Issawi, hijo de la ciudad ocupada de Issawiya en Jerusalén.
Setenta y cinco días y el cuerpo del prisionero Mohammed al-Qiq sigue delgado y débil de voz, pero todavía reposa en el hospital Afula, frente a la muerte, en cualquier momento, después de deteriorarse sus constantes vitales, preocupantes espasmos, dificultad para respirar y pérdida de sensibilidad de las partes y la sensación de mareo severo y persistente, debido a la continuación de su huelga de hambre y el rechazo del tratamiento y comer y apoyos y su insistencia en beber agua sin sal así como negarse a ser examinado por los médicos israelíes.
El detenido Mohammed al-Qīq eligió un buen método: la victoria y la libertad o el martirio, y representa la última negativa de Israel a liberarle en el próximo primero de mayo, porque él es muy consciente de que la ocupación prefiere la suspensión de los redactores ¿ del acuerdo de Shalit? y la decisión de liberar al prisionero Samer al-´Issāwi, quien mantuvo la huelga más larga en la historia y la posibilidad de negarlo.
Mohammed vencerá con su resilencia y voluntad en la batalla combatir a los intestinos vacíos, triunfará con la voluntad de su revolucionario pueblo en toda la nación de Palestina, por no decir su palabra de que nosotros romperemos la voluntad del ocupante y sus ejecutores y las leyes racistas, que se utilizan en su invención y aplicación al combatiente y luchador palestino luchador por sus derechos nacionales que rechaza ofrecer cesiones gratuitas a la ocupación el prisionero Mohammed al-Qīq verdaderamente tendrá éxito en romper la Ley de la detención administrativa, la ley militar israelí heredada del ocupante colonial británica de la siniestra Declaración Balfour, que exige a los palestinos una nueva detención por cualquier ofensa que les da incluso si es infracción de tráfico en un intento de destruir el estado anímico y familiar del detenido. La ocupación está aumentando día a día y el abuso racista y criminal contra los hijos de nuestro pueblo.
El prisionero Mohammed al-Qīq quería deshacer su captura haciendo presión en la ocupación israelí de la respuesta a la exposición de su demanda y de poner fin a su «detención administrativa» y no es una suspensión porque la ocupación quiere detrás de la suspensión de detención y ruptura de la huelga de hambre de Mohammed al-Qīq para detenerle administrativamente de nuevo, pero el prisionero Mohammed al-Qīq se dio cuenta de los métodos del enemigo israelí de la dilación y evasivas para evitar que se hiciese con la victoria de la libertad y lo lograra.
Lo que se necesita hoy antes que mañana es intervenir para rescatar al periodista cautivo Mohammed al-Qīq porque su salud ya no soporta ir despacio en afrontar la muerte que puede suceder en cualquier momento, y por ello es necesario ampliar el círculo de solidaridad con el detenido Mohammed al-Qīq a nivel oficial y de los sectores de base, además de los derechos humanos de los palestinos, árabes e internacionales y organizaciones de prensa para forzar a la ocupación a responder a las justas demandas y la terminación de la detención administrativa y que lo liberen de inmediato y lo lleven a los hospitales palestinos.
El tema del preso Mohammed al-Qīq ha de ser presentado en la mesa de la Corte Penal Internacional y la activación de la emisión de los presos en los foros internacionales, especialmente después de que Palestina se convirtió en un miembro del Tribunal Internacional para la rendición de cuentas y el enjuiciamiento de los criminales de guerra israelíes.
Mohammed al-Qīq triunfará con sus intestinos y su voluntad y que la ocupación con su racismo y opresión quiere eliminar, por su profunda creencia en que el arrogante ocupante no nos dará ningún derecho como palestinos sin una lucha y una fuerte voluntad.