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Bolivia

Mujeres reducen la mortalidad materno-infantil conociendo sus cuerpos

Fuentes: SEMlac

«Antes teníamos hasta 14 hijos, no conocíamos el funcionamiento de nuestros cuerpos, no sabíamos de dónde nos venía la menstruación ni que en eso intervenía la hipófisis. Nosotras hemos aprendido a cuidar nuestros cuerpos y evitar la muerte en mujeres y niños», explica a SEMlac Cristina Mamani, de la comunidad de Calamarca en La Paz. […]

«Antes teníamos hasta 14 hijos, no conocíamos el funcionamiento de nuestros cuerpos, no sabíamos de dónde nos venía la menstruación ni que en eso intervenía la hipófisis. Nosotras hemos aprendido a cuidar nuestros cuerpos y evitar la muerte en mujeres y niños», explica a SEMlac Cristina Mamani, de la comunidad de Calamarca en La Paz.

También consultada por SEMlac Delia Martínez, comunitaria de Calamarca, cuenta que antes temían acudir a los centros de salud, por lo que muchas morían.

Añade que este sector poblacional mejoró su calidad de vida «con cinco módulos de aprendizaje que son: salud sexual y reproductiva; atención prenatal, embarazo, parto y puerperio; prevención de enfermedades de transmisión sexual; anticoncepción y por último prevención de la violencia.»

Mujeres de las áreas rurales de Calamarca (La Paz) y Morochata (Cochabamba) fueron las principales protagonistas del proyecto «Warmi II».

Este programa las capacitó acerca de sus derechos sexuales-reproductivos y consolidó la construcción de puentes entre la comunidad y los servicios de salud, con un enfoque de género e interculturalidad, ejecutado por el Programa de Coordinación en Salud Integral (PROCOSI) y financiado por la Corporación Andina de Fomento (CAF).

«El proyecto identificó conocimientos, prácticas y actitudes sobre salud sexual y reproductiva de mujeres en edad fértil, en zonas de Bolivia donde los índices de mortalidad eran sumamente altos», comenta Wendy McFarren, directora de PROCOSI.

La respuesta de las participantes y la solicitud de varios hombres de ser incluidos en el proceso educativo «promovieron una sinergia alentadora en término de ejercicios de derechos reproductivos», agregó McFarren.

Desde inicios de 2007 hasta principios de 2008, las cifras de mortalidad materno-infantil, en los sitios donde se ha capacitado a mujeres, se redujeron notablemente. De 75 por ciento bajó a 50, pero aún queda mucho camino para erradicar este problema.

Rómulo Rodríguez, alto ejecutivo de la oficina de la CAF en Caracas, Venezuela, arribó a La Paz para brindar una rueda de prensa acerca del impacto social del proyecto Warmi II, financiado por su institución.

Durante el encuentro, en el cual estuvo presente SEMlac, Rodríguez apuntó que el concepto de desarrollo humano es erradicar la pobreza, y precisó que este flagelo no es sólo carecer de dinero en el bolsillo, sino, además, no tener las herramientas para superarlo.

«La libertad radica en quitarse las cadenas. Esta es la idea central en el proceso de desarrollo del ser humano, pero siempre hay obstáculos y, en nuestra realidad, el primer obstáculo es no morirse al nacer y que la madre no muera», puntualizó.

En su opinión, «un infante sin madre es mucho más propenso a no salir de la pobreza, no acceder a la escuela y someterse al trabajo infantil para sobrevivir.»

Con respecto a las mujeres y su desarrollo, el ejecutivo de la CAF destacó que, de 2004 a la fecha, observó que las mujeres se empoderaron y desarrollaron sus derechos y autonomía de decisión con respecto a sí mismas y sus cuerpos, aspectos con los cuales se puede superar la pobreza.